Bad Bunny está enojado: cronología de un año de furia

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Bad Bunny está enojado: cronología de un año de furia

Benito Martínez dijo que este año iba a descansar, pero pasó lo contrario, tal como con su profecía “empezar el 2023 bien cabrón”: primero estuvo la polémica del celular, siguió con los comentarios sobre su amor con Kendall, continuó con un disco de furia y está terminando con la indignación ante una versión de sí mismo de IA. Todo, mientras su fama lo ha hecho volverse omnipresente y sigue rompiendo récords. ¿Es este su peor año? ¿Se puede tenerlo todo y perder el amor de los fans?


2 de enero

Es de noche y Bad Bunny camina por La Romana, República Dominicana, vistiendo un traje delgadito color beige y pañuelo blanco en la cabeza, cuando una fan lo atosiga con el celular y le impone una selfie para que entonces se desate lo que ya sabemos: Bad Bunny, bien harto, agarra y arroja el celular de la fan. Al mar, dice el rumor que se transforma en certeza en los comentarios en su Instagram que pertenecen al predecible género literario de Comentarios a un Funado: “yo siempre supe que”, “eso les pasa por endiosar a” y el extrañísimo “por suerte nunca me gustó”.

5 de febrero

En el escenario de los Grammy, Bad Bunny nos emociona al cantar:

Ahora todos quieren ser latinos

Pero les falta sazón, batería y reggaetón.

Esas frases, originales de Tego Calderón, son la gloria en un trayecto difícil que podría tener su comienzo en 1985, Ciudad de Panamá, con el primer reggae en español, La chica de los ojos café, de Renato:

Mami, juro que nuestro destino Será construir un mundo latino.

Y a ese destino ayuda El General, Glory, el mismo Tego, Daddy Yankee, Don Omar, Ivy Queen, Wisin y Yandel, Arcángel, Plan B, J Balvin, Karol G, Tokischa, Cris MJ, Duki y un eterno etcétera que cada quien puede completar mentalmente para volver a Bad Bunny en el escenario de los Grammy cantando “Me gusta la chocha de Puerto Rico”.

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Bad Bunny se presentó en la obertura de los Grammy 2023

16 de febrero

En el sitio de cahuines de famosos DeuxMoix se cuenta que Bad Bunny fue visto con Kendall Jenner en Los Ángeles.

8 de marzo

TMZ, otro de cahuines, publica fotos de Bad Bunny y Kendall abrazándose. No tengo pruebas de que voy a decir, así que va una afirmación irresponsable: lo de Kendall cala más en los fans que lo del celular. Para justificar mi afirmación irresponsable, daré argumentos medianamente responsables.

Existen dos grupos: el que encuentra que arrojar el celular está imperdonable y el que encuentra que es comprensible. Los del segundo grupo pensamos que, después de todo, la fan es abrumadora/debe ser la vez número ocho mil que se ha enfrentado a fans así/cualquiera tiene un mal día, una mala semana, un mal mes o un mal año; así que es fácil inscribir el episodio del celular en el ámbito de lo racional: pasó x porque pasó z.

Lo de Kendall es otra cosa.

Se enamoró, nada que decir.

Nada de pasó x porque pasó z.

Pasó nomás, el amor pasa.

Y como no hay nada explicable, balbuceamos una suspicacia ¿no era que le gustaba la chocha de Puerto Rico? que se transforma en la sensación de haber sido traicionados: ¿NO ERA QUE LE GUSTABA LA CHOCHA DE PUERTO RICO?

Pero se enamoró, nada que reprochar. Y de la Kardashian con menos sazón, así es la vida. Y así es la vida, sí, pero un fan siente lo que siente y acá, en el corazón, se siente un desgarro: si Bad Bunny llevó la construcción del mundo latino a una cúspide y ahora está con una gringa, qué nos queda.

El desgarro tiene un lado más primitivo que el del sueño bolivariano: aunque una sabe que nunca va a pololear con Bad Bunny, no deja de pensar “ahora sí que nunca voy a pololear con Bad Bunny” cuando empieza con Kendall. No es un sentimiento novedoso. También le ha pasado a señoras de todas las épocas, no olvidemos que cuando Ricky Martin salió del clóset, había mujeres tristes porque nunca iban a poder estar con alguien con el que igual nunca iban a poder estar. Pero el asunto Bad Bunny tiene la complejidad de que la mujer que vino antes de Kendall, era una puertorriqueña que no era modelo, ni famosa sino una chiquilla normal a la que veíamos -vía Instagram- en la cotidianidad del aburrimiento pandémico o en sus fotos playeras. Cuando Bad Bunny empezó con Kendall, empezaron los paparazzeos en lugares como partidos de básketball, Fórmula 1 y restoranes caros; y a ese chico que cantaba “No me busques en Instagram/Mami búscame en casa”, ya no se lo podía encontrar.

Bad Bunny
Bad Bunny

28 de marzo

Revista Time:

“¿Sientes que es injusto que te lleguen estas cuestiones políticas que tienes que hablar en nombre de toda la Isla?”

“Sí, creo que es injusto. Y es por eso que algunos artistas no lo hacen. Si no hablas de eso en tus canciones, no recibirás este tipo de preguntas. No le van a preguntar a Daddy Yankee, no le van a preguntar algo así. No sé por qué dije Daddy Yankee, lo siento Daddy Yankee”.

18 de mayo

Saca la canción Where she goes.

Un nombre en inglés, saltamos.

Bad Bunny se entera de nuestro salto.

Cuando le preguntan por la canción, cuenta que no le gusta que sus temas tengan nombres genéricos. Al voleo, hago desfilar Mojabi Ghost, A tu merced, Si veo a tu mamá, Yonaguni, Safaera y es cierto: solo títulos recordables. Where she goes, cuenta, se inspira en que mucha gente hablando está estupideces y él, con ese título en inglés, quiere darles -darnos- más motivos.

14 de septiembre

Se ve que Bad Bunny está trapicando saliva. Crea un canal de whatsapp para que lo sigamos. Lo leemos siempre indignado por el rumor de que sacará un nuevo disco este año, cuando eso -dice- no será así.

13 de octubre

Sale el nuevo disco, Nadie sabe lo que va a pasar mañana, y recuerdo la vez que Chente Ydrach, un entrevistador-standupero-podcastero puertorriqueño le dice a Bad Bunny algo bello y exacto: su obra -discos, videos, conciertos, todo- está regida por la sorpresa. Sorpresa en los giros de Safaera. Sorpresa en la explosión de energía que es el final de Solo de mí. Sorpresa al avisar los discos con nada de anticipación. Sorpresa y regalo.

¿Funciona esta vez?

“ESTE ÁLBUM ES PA LOS QUE ME SIGUEN DESDE EL DÍA 0!!! NO PA LOS YONAGUNITOS jaja Mentira, es pa todo el mundo. LOS AMOOOOO!”, dice en su canal de Whatsapp, en modo juguetón pero en el disco se torna denso.

Ya no trapica saliva, ahora escupe alquitrán.

Canta que las verdaderas bichotas están en Puerto Rico, tirándole a Karol G., que qué le hizo.

Desconcierta tirándole a J. Balvin, que fue de los primeros en colaborar con él.

Canta: “Tú no eres mi fan real, por eso te tiré el celular” y hay algo incómodo en el uso de la tiradera cuando no se enmarca en la competencia de dos partes iguales: alguien que tira, alguien que puede tirar de vuelta.

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14 de octubre

Después de tres escuchas, creo que el disco podría resumirse en:

-Bad Bunny dice que él es el mejor.

-Y que es billonario.

-Y que no le importa si decimos leseras porque es el mejor y es billonario.

-Y que no sabemos nada de su soledad famoso billonario (y es cierto).

-Y que somos tontos si es que nos enganchamos de él por “Un verano sin ti”.

21 de octubre

Es posible caer subiendo. Mientras leo comentarios en redes sociales de fans medio agotados del disco -acaso fans-no-reales-, Nadie sabe lo que va a pasar mañana bate el récord de ser el álbum del 2023 más reproducido en un solo día en Spotify, sus canciones ocupan todos los puestos del ránking de Billboard y en este momento está siendo el protagonista de Saturday Night Live, acompañado por Mick Jagger, Lady Gaga y Pedro Pascal.

7 de noviembre

Sale la canción NostalgIA, en la que Flow GPT se apodera de Bad Bunny.

Curiosidad patria: detrás de Flow GPT hay un chileno que ya llevaba algún tiempo intentando acertar con un tema. Y bien: NostalgIA entra a los más escuchados de Spotify de Chile y de España, la cantante Bad Gyal -mencionada en el tema- se sube a Tiktok bailándolo, también en Tiktok anda un video de una disco en México que pone la canción y Bad Bunny, el verdadero, se enfurece y escribe en su canal de Whatsapp escribe en su canal de Whatsapp que si nos gusta esa mierda de canción, mejor nos salgamos del grupo.

BAD BUNNY WHATS APP

La furia puede provenir del terror comprensible a algo recién conocido que podría reemplazarte y aunque desde hace un tiempito tengo la precaución de no decir cosas que envejezcan demasiado mal, creo que ciertas sutilezas de lenguaje no son tan fáciles de lograr y que tener la ilusión de que hay un relato autobiográfico detrás de una canción puede ganarle a lo artificial. Quizás esa creencia sea inocente, no sé, pero por ahora la industria de la música y los mismos cantantes resguardan lo suyo. Bad Gyal bajó el baile de Tiktok cuando supo que era IA, los Grammy hicieron énfasis en que no premiarían ninguna canción o disco hecho por algo no-humano y Spotify sacó NostalgIA de su plataforma. Hay vueltas curiosas, sí. El viral Mi primera chamba, también hecho por IA con la voz de Eladio Carrión, fue cantado por él mismo en un concierto. Un chiste que tal vez debió seguir Bad Bunny considerando que en una de ésas gastó sus cartuchos de furia 2023. Además pasa que de un refunfuñón da placer reírse porque más va a refunfuñar. Ahora mismo circulan algunas canciones con su voz: “en el Mcdonalds no hay donas” dice una de ellas y hay una versión de “Hola, don Pepito, hola Don José” en un junte imposible entre J. Balvin y Bad Bunny, pero posible en el mundo de la Inteligencia Artificial.

11 de noviembre

Cierro con al origen: el video del momento-celular, que tiene algo que me encanta. Es la voz de alguien que mira -quien sabe si un amigo de la mala fan-, diciendo:

“Loco, Benito, te amamos como sea”.

Tal vez sí.

Y si no, recuerdo que en una entrevista a la Rolling Stone, Benito dijo que nunca tiró el celular al mar, que solo fue a un arbusto; es cosa de ir y encontrarlo.

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