El camino espiritual de Polimá Westcoast: “Siento que está un poco desbordada la situación, mucha delincuencia”
Tras su exitoso paso por el Festival de Viña y una larga gira internacional, el ídolo de la música urbana chilena acaba de lanzar De camino a Hermes, un nuevo EP en que desea explorar una faceta más espiritual. Sobre esa ruta, los cambios que ha vivido tras esa noche en la Quinta Vergara y los prejuicios ante el autotune y la IA, se explaya con Culto.
Si algo recuerda Polimá Westcoast (26) de su participación en el Festival de Viña, fue cruzarse con Christina Aguilera a pasos de él. Ambos eran los números musicales del jueves 23 de febrero, la noche más vista de la edición 2023 del Festival. La mujer de Pero me acuerdo de ti abrió la jornada, y al cierre le tocó a Polimá con un encendido show, pese a salir al escenario de madrugada.
“Yo estaba esperando con todo listo, micrófono, audífono, y ella estaba saliendo por el lado mío -cuenta Polimá desde el otro lado de la pantalla-. Pero hermano, la camioneta para que ella se fuera estaba arriba del escenario. La estaban esperando detrás de esa pantalla gigante que tiene el Festival de Viña. Ahí estaba la camioneta, lista. Se subió al escenario y se metió en reversa para salir de una. Había caleta de gorilas esperándola. Es la primera persona que veo que le dan permiso para hacer eso. Qué brígido”.
Polimá llegó a Viña como uno de los puntales de la generación de cantantes chilenos de música urbana, gracias al impacto del hit Ultra Solo (que por supuesto sonó en la Quinta Vergara). Su temporada ha sido intensa; firmó con Sony Music US Latin, lanzó colaboraciones con Nicky Jam (Ganas) y Emilia Mernes (Nagasaki), además de presentarse en una larga agenda de conciertos que lo mantuvo viajando por España, Nueva York, Miami, entre otros sitios.
“Después del Festival de Viña, como tres días después, me fui de gira seis meses y volví a principios de septiembre para las Fiestas Patrias -cuenta Polimá-. Y fue largo, fue extenso y fue intenso. Fui a Canadá, a Inglaterra, a España, a Miami, a New York, a lugares que jamás pensé que podía llegar, que podía tener un show o que hubiese gente esperándome ahí. Entonces, fue especial porque en el camino me iba topando con esta sorpresa y con el cariño de la gente de otros lugares. Hasta Italia fui, hice dos shows en Milano. Entonces, es especial, hermano, se siente muy bien, se siente enriquecedor y me hace muy bien a mí como artista”.
¿Sientes que el paso por el Festival de Viña te cambió tu carrera?
Sí, porque me abrió muchas puertas afuera y porque pude dominar un monstruo real. Es un monstruo que te atormenta, hermano. Si eres artista tienes que pasar por ahí. Y pude dominar un monstruo. Es como cuando David mata a Goliat, así me siento. Y porque adquirí mucha experiencia, mucho conocimiento. Recuerda que no solo me presenté, estuve toda una semana siendo jurado. Desde el primer día estuve observando a todos los artistas, cómo se comportaban, cómo actuaban y aprendí mucho, porque soy como una esponja. Venimos de un lugar donde no tenía mucha oportunidad, así que siempre fui tomando todo lo que me servía, siempre he sido así. Y me sirvió mucho eso; estar en el camarín, que la Karol G me conociera, hablar con ellos, compartir, porque atrás del camarín pasan cosas especiales. Fue una linda experiencia. Es lindo como se organiza, cómo la gente se pone nerviosa, cómo acuden día a día haciendo una cola enorme para entrar, cómo te esperan ahí en el hotel afuera. Los trabajadores del hotel te piden fotos. Es una explosión de energía, hay que canalizarla bien, ordenarla bien para no perderte. Porque probablemente mucha gente se perdería, entre el ego, entre otras cosas. No he perdido la cabeza ni por la fama ni por otras cosas, entonces lo disfruté mucho también.
¿Y cómo lo haces para no perder la cabeza? ¿Cuál es tu cable a tierra?
Es que siempre cuando estoy pensando en eso, pienso en mi abuelita, pienso en mi mamá, pienso en mis hermanos. Y digo, está bien tener cosas, está bien ganar cosas con la música, pero yo pierdo espacios. Por ejemplo, no puedo ir a comer por ahí a un lado con mi familia o no puedo exponerme mucho en la calle. Entonces voy convalidando eso, digo ya, pierdo eso, pero prefiero tener tiempo con mi familia y eso me hace mantenerme con los pies en la tierra, centrado. Y tampoco he tenido problemas de ego ni nada. Soy humilde, yo creo que la gente me ve humilde por fuera.
Esta misma exposición y las giras internacionales, ¿te han ayudado a mejorar los shows?
Sí, claramente. Porque como aquí estamos en casa, la gente igual se conforma con verte, con tenerte. Pero en los shows afuera, Canadá, Inglaterra, Italia o Estados Unidos, la gente espera ver un espectáculo, compran su ticket para ver un espectáculo. Por lo tanto, el nivel de exigencia es mucho mayor. También le sirvió a mi equipo técnico, porque viajamos por el mundo con 12 o 13 personas. Entonces, muchas veces teníamos que arreglar las situaciones técnicas en inglés, ese era como el idioma general cuando estábamos en otros países. Entonces nos fortaleció y nos ayudó a tener un show más sólido. Yo no me había presentado en Chile y hace poco hice un show en la Arena Monticello y me quedé con muy buenas opiniones de la gente.
¿Sientes que tus shows ahora son mejores a partir de lo de Viña?
El de Viña me ayudó mucho porque me preparé seis meses, me ayudó en lo físico, mental, y a romper la barrera, el miedo a la gran cantidad de público que te ve. Ahora ya tengo nervios de acero para eso. Pero mejoró, hermano, mejoró. Mejoró mi calidad vocal, mejoró todo.
Polimá en el camino de Hermes
Entre hoteles y vuelos, Polimá debió trabajar el material para un nuevo EP titulado De camino a Hermes. Un trabajo de 7 canciones, que incluye un remix para el sencillo Tú me quieres, lanzado en febrero de este año, poco antes de la presentación en Viña. Además, a tono con el género, suma colaboraciones con exponentes como la catalana Bad Gyal, Nio García, Zion & Lennox y los chilenos Standly y Gino Mella.
“Todas estas canciones son de lo último que fui grabando. Entonces, me gustan mucho y me hacen sentir bien a gusto porque tienen mucho más de lo que he aprendido, de mi registro vocal nuevo, actual. En el camino me fui encontrando con Zion y Lennon, Nío García, la Bad Gyal, ahí generé un lazo. Lo más bonito de esto es que generé un lazo con ellos más que hacer una canción. Por lo general, cuando uno hace una canción con artistas, lo hace y ya, sale la canción. Pero con ellos generé un lazo de amistad y eso me fortaleció. Me sirve para aprender a comportarme como un artista, porque ellos son grandes, llevan mucho tiempo y tienen mucha experiencia”.
Este es el primer EP que lanzas post-viña, cuando ya tienes una repercusión distinta, cuando ya hay una presión mediática distinta, probablemente más famoso de lo que eras hasta ese momento, ¿cómo llevas esa presión encima?
Hay una presión, siempre, constante, eso es lo más difícil de ser artista, porque es como una montaña de rusa de emociones. Además, hay muchos artistas que están funcionando muy bien así que hay una competencia que está intensa. Hay una presión, claramente, pero yo la sé manejar porque igual llevo hartos años, entonces me mantengo tranquilo, calmo. Entiendo que la música se vende, lo entiendo, hay gente que vende y todo, pero para mí es algo más intenso que eso. Como que todo el rato le busco el por qué, el cuestionamiento al por qué estoy haciendo esto. Entonces, la veo de otra manera, ¿me entiendes? como algo espiritual. En este momento no miré al resto. me siento como que crié un bebé y que ahora tiene las alas para volar. Lo vi de esa manera.
¿Por qué no incluiste en este EP los temas Ganas y Nagazaki, tus colaboraciones con Nicky Jam y Emilia?
Es que hermano, tengo tanta música que estaba loco por tirar cosas nuevas. Entonces dije, ¿lo añadiré o no? Y estuve con la duda, porque fue una etapa que me hizo sentir bien, pero esto es nuevo y es mucho más espiritual que lo que estaba haciendo. De cierta manera quería hacer un poquito más de música pop ahí, pero ahora quiero hacer cosas que sean más intensas, más espirituales para mí, porque yo soy así.
La portada replica algo así como una carta del Tarot, ¿no? ¿Cuál es el concepto tras ese arte?
Sí, hermano. La portada es la carta del Tarot de Hermes Trismegisto, que significa “tres veces grande”. Elegí Hermes porque en la Biblia se representa como el arcángel Rafael y en la mitología se representa como Hermes, el mensajero entre el Cielo y la Tierra. Entonces, él tenía el deber de llevar la palabra de Dios al mundo, y la palabra de Dios era paz, humildad, amor, etcétera. En el Tarot, Hermes representa siete leyes, son la ley de atracción, causa y efecto y otras cosas, o la vibración. Entonces, por ese motivo, quise hacer este álbum de esa manera, porque yo vibro de esa manera. Soy como súper espiritual y siempre le estoy buscando como la respuesta a las cosas. Me encontré con esto y quise representarlo de esa manera. También hacer una personificación en los videos y todo. Y me gustó mucho, creo que lo logramos. Hay mucha gente que está encantada y que valora realmente el arte y no las cosas tan superficiales.
¿Y habitualmente te ves las cartas del Tarot? ¿Es una inquietud que has desarrollado por otro lado?
Sí, es algo que me gusta mucho. Yo siempre me muevo por ese lado espiritual, como te decía antes, pero hace mucho tiempo no acudo a eso. He estado con fe en Dios y tranquilo. A veces la gente acude cuando tiene algo que lo está trabajando o no sé. Yo me he sentido bien y tranquilo, entonces no he acudido a eso.
Aspiras a marcar ese camino espiritual...
Exacto. Es llevar el mensaje de Dios, en verdad, incentivar a los jóvenes, porque siento que está un poco desbordado por ahí la situación en cuanto a cómo lucen, cómo hablan, cómo se comportan. Y también por lo que sale en las noticias, mucha delincuencia y esas cosas. Yo quiero ser la escapatoria, porque yo no vibro de esa manera. Entonces, cuando la gente se encuentra conmigo, se encuentra con esto, con un camino diferente en la vida y es lo que quiero representar.
¿Y qué te pasa cuando se hace la asociación entre artistas de la escena urbana y la delincuencia?
Lo entiendo de cierta manera. No todos tienen la misma oportunidad y cada uno hace lo que puede para llegar a la cima. Cada uno tiene sus valores y sus metas, no sé. Me gustaría que fuese diferente, en verdad. Me gustaría que no se dividiera en clases sociales ni nada. Me gustaría que fuese diferente, que hubiese una igualdad en eso. Pero lo entiendo y no sé en verdad, cómo sanar eso. Pero yo pienso que puede ser con eso, dándole un poco más de complejidad a los videos y a las cosas, poniéndole la vara más alta para que el público con se quede satisfecho con poco. Creo que eso va a cambiar la personalidad y la mentalidad de ellos, y van a tener que subirle un escalón a la carrera para que no sea algo superficial ni banal.
En otro tema, ¿qué te pareció lo que pasó con Flow GPT y Bad Bunny? Porque ese mismo creador también ha replicado voces de chilenos, como la de El Jordan 23. ¿Cómo te defines ante el uso de la IA en la música?
Voy a partir desde lo general y después de lo personal. En lo general, siento que no me molesta así como le molestó a Benito, porque es algo artificial, es algo que jamás va a poder igualar lo humano. Y si lo escuchas con detención y tienes un oído desarrollado, eso se nota. El otro día escuché que Ozuna dijo que en su álbum sacó una canción con Jhay Cortez...¡y Jhay no grabó el coro! grabó un puro verso y Ozuna le hizo el coro con inteligencia artificial. Y pasa piola, hermano, no se nota. No sé si la gente se hubiese enterado si Ozuna no lo dice. Entonces, de cierta manera te puedes sacar de apuros, pero no sé si está bien hacerle eso a la gente, porque tienes que cantar tú, cantar es una energía que genera frecuencia, genera voltios, que entra por los oídos y sale. Eso pienso de eso, pero no me molesta, o sea, está bien, porque a veces te puede ayudar creativamente. Y en lo personal, mi voz es súper particular. La gente no detecta cuando yo tengo el autotune prendido y cuando está apagado. Porque hay canciones del álbum que no tienen, pero la gente dice ‘mucho autotune’ ¡pero no tiene! mi voz así. He escuchado que con IA me han hecho grabar con el Duki, con Mariah Carey, con Michael Jackson, intentan simularme con el autotune. A veces le llega como al color, pero siento que jamás me va a igualar, suena muy robótico, muy cuadrado. Hay un prejuicio enorme con eso.
¿Se canta distinto cuando usas el autotune?
Sí, hermano, es diferente. Porque cuando quiero rapear, cuando quiero decir frases rápidas, no ocupo el autotune para que pueda modular mejor y todo. Hay situaciones en que lo ocupo, por ejemplo, hay canciones que tienen en el coro y en el verso no tienen. Pero la gente no sabe, hermano. Y es loco porque simplemente tienen el prejuicio en su cabeza, hermano ¡y este es el único país que lo tiene, te lo juro! Yo entiendo que lo ocupa Rauw Alejandro, que lo ocupa The Weeknd, que lo ocupa Rihanna, que lo ocupa Cher; para ellos es un instrumento musical y si lo ocupas bien, está bien desarrollarlo. Pero en Chile, es como el prejuicio de que no sabes cantar. Pero si hacemos una encuesta a diez personas y les ponemos el autotune y les decimos: ‘canta, utilízalo’, no van a poder, porque tienes que saber de la escala musical, tienes que saber de las notas para poder pasar por los lugares que tú quieres.
En lo inmediato, Polimá está preparando sus próximas actuaciones y su gira de verano. “Lo que viene ahora es llevar el disco a nivel nacional, presentarme con el Hermes Tour. La idea es que la gente de provincia también pueda vivir la experiencia, porque estuvo muy lindo y porque los fans me escriben mucho. Entonces, voy a llevar el show allá”.
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