Paul McCartney y Denny Laine, una amistad entre canciones, marihuana y traiciones
El fallecido músico fue amigo de “Macca” desde los años sesenta, pero recién pudo colaborar con él en los días de Wings. No solo lo acompañó a Nigeria a grabar Band on the run, también coescribió canciones como Mull of Kintyre. Pero una serie de sucesos acabaron por distanciarlos, hasta que la vejez los reencontró y reconcilió.
Fue una llamada telefónica la que cruzó los caminos de Paul McCartney y Denny Laine, músico recientemente fallecido. Ambos se conocían desde los sesenta, cuando el segundo era parte de The Moody Blues, una de las bandas surgidas en Reino Unido como parte de la oleada revisionista del blues. Tuvieron un éxito con el hit Go Now lo que les permitió girar junto a The Beatles, en su último tour por Reino Unido en 1965.
“Conocía a Paul -contó Laine al portal Tallahase democrat- Solíamos salir y ver gente. Salíamos y veíamos a Dylan o Jimi Hendrix o The Lovin’ Spoonful o lo que sea. Íbamos a ver bandas americanas que venían a Inglaterra sólo porque teníamos curiosidad. Entonces, tenía prácticamente una amistad con él porque estaba en Londres en ese momento. Y así fue como lo conocí”.
Laine (nacido como Brian Frederick Hines en Birmingham en 1944) pasó por otras bandas. Tras salirse de los Moody Blues en 1966, tocó en la psicodélica Electric String Band y en el súpergrupo Ginger Baker’s Air Force. Pero la oportunidad mayor llegó en 1971, cuando atendió el teléfono y al otro lado de la línea, le habló McCartney. “¿Qué estás haciendo?’”, le dijo. “Nada”, respondió Denny. “‘¡Bien, vamos entonces!’”, lanzó “Macca”.
Así, Laine se integró a Wings, la banda que condujo el exBeatle. Estuvo en los primeros shows, en que McCartney y el grupo tocaban sin aviso para estudiantes de universidades. Ese sonido más crudo definió al álbum Wild Life, un trabajo que no recibió buenas críticas. “El hecho de que saliéramos y empezáramos a aparecer en universidades sólo para tocar significaba que necesitábamos tocar en vivo ante una audiencia para sentir la sensación de la banda -detalló en la misma entrevista-. Adéntrate en la confianza y todo lo demás. Entonces ese álbum realmente fue el resultado de la banda en la que estábamos en ese momento. Sabes que fue una actitud del tipo ‘tómalo o déjalo’”.
Tras publicar Red rose speedway (1973), dos de los músicos del grupo, Henry McCullough y Denny Seiwell, dejaron la formación. Quedaron solo Paul, su esposa Linda y Denny. Los tres viajaron a Lagos, Nigeria, para grabar Band on the run (1973), el que haría historia como uno de los trabajos más exitosos de McCartney. En las perillas, estuvo Geoff Emerick, el antiguo ingeniero de sonido de los Beatles, que siempre tuvo buena relación con “Macca”.
“A Paul le robaron el cassette de los ensayos, así que tuvimos que empezar de cero”, recordó Laine. “Era un estudio muy mal equipado (en África). Hicimos las pistas de acompañamiento allí y luego regresamos a Londres y las terminamos. Eso es todo, de verdad. Éramos solo Paul y yo, en realidad, en el estudio. Sólo queríamos hacer algo realmente crudo y lograr la sensación correcta. Fue lo que funcionó”.
El quiebre de una amistad
Denny Laine no solo tocaba la guitarra. También aportó con voces, por ejemplo, se le puede oír en las primeras líneas de Picasso’s Last Words de Band on the run. Pero Paul McCartney lo empujó a colaborar con material para los Wings. Así, su firma figura en canciones como No Words, Again and Again and Again, With a Little Luck, entre otras.
Pero su mayor acierto para Wings, fue Mull of Kintyre (1977), el sentido homenaje a la zona costera escocesa donde Paul tenía su granja. Como en los viejos tiempos, “Macca” coescribó con Laine. “Tenía una idea para una canción”, dijo el músico en la misma entrevista. “Fui a desayunar con ellos (Paul y Linda) a Escocia. Escuché el estribillo y dije que es una canción potencialmente exitosa. Así que al día siguiente fuimos y lo terminamos. Nos sentamos, escribimos la letra y la armamos”.
Y faltaba el detalle que le acabó de dar el carácter escocés al tema. “Trajimos a la Campbeltown Pipe Band y todos estaban emocionados -señaló Laine-. Era la primera vez que estaban en un estudio y fue divertido. Grabamos las flautas y los tambores afuera para sacar los ecos de las montañas. Salió en Navidad y fue un gran éxito (en Inglaterra). Aquí era una cara B”.
Pero hacia la parte final de los setenta, a McCartney se le esfumaron las energías para mantener en activo a Wings. En eso influyeron los discretos resultados de los últimos discos (London Town y Back to the Egg), los constantes cambios de formación y el interés de volver a probar suerte con un disco en solitario (McCartney II, 1980).
El quiebre definitivo entre Laine y McCartney ocurrió justamente en enero de 1980, cuando el ex Beatle fue detenido por posesión de marihuana (que llevaba en una maleta) al entrar a Japón para una gira de dos semanas. Como estuvo a la sombra por diez días, el resto del grupo no sabía bien qué hacer. En ese punto, según asegura el biógrafo Phillip Norman, los promotores de la gira les pidieron a los músicos abandonar el país. Necesitado de dinero, Laine voló hasta Francia para participar en el festival MIDEM y negociar un contrato para un álbum en solitario.
Laine, gradualmente se alejó de Wings. Se interesó en consolidar su carrera solista para la que formó una banda, en la que incluyó a su esposa Jo Jo. Pero su primer álbum no funcionó. Acosado por las deudas y la insolvencia, decidió vender a McCartney su parte en los créditos de Mull of Kintyre, por 135.000 libras, según asegura Phillip Norman.
Y no se detuvo ahí. Firmó un acuerdo para publicar sus memorias en el tabloide The Sun, uno de los puntales del sensacionalismo en Reino Unido. En sus recuerdos no se guardó nada. “Según Laine, Paul y Linda fumaban marihuana a diario, hasta tal punto que las grabaciones de Paul sufrían crónicamente de demoras y falta de concentración”, cuenta Norman.
Las revelaciones abrieron una grieta profunda en la relación entre ambos. McCartney consideró a Laine un traidor, por abandonarlo en Japón y ventilar sus asuntos privados ante la prensa. Solo la distancia y los años de vejez, lograron reunirlos nuevamente, tal como reconoció Paul en un comunicado al conocerse el deceso de Laine. “Nos habíamos distanciado, pero en los últimos años logramos restablecer nuestra amistad y compartir recuerdos de nuestros tiempos juntos. Denny era un gran talento con un fino sentido del humor y siempre estaba dispuesto a ayudar a otras personas. Todos sus fans lo extrañarán y sus amigos lo recordarán con gran cariño. Envío mi más sentido pésame y mis mejores deseos a su esposa Isabel y a su familia”.
Tras su salida de Wings, Denny Laine publicó nueve discos como solista. Su último álbum, The Blue Musician, fue lanzado en 2008. A principios de este año había detallado que estaba de vuelta trabajando en nuevo material y se embarcó en una gira del proyecto Acoustic Songs & Stories por Estados Unidos, tocando música de Wings y The Moody Blues, además de contar historias de los viejos tiempos. Su última presentación en vivo fue en Richmond, Virginia, en julio pasado.
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