Festival Frontera al borde de la suspensión: productora no paga derechos autorales hace 10 años
Uno de los eventos más importantes en el cierre de la cartelera 2023, consagrado a la música latina y a realizarse este fin de semana, pende de un hilo: un arremetida judicial de la SCD establece que no puede ejecutar ni representar obras musicales en su show, debido a que sus organizadores, la productora Transistor, adeudan cerca de una década en el pago de derechos autorales.
Es uno de los festines musicales que coronaría la voluminosa cartelera de espectáculos de 2023: el festival Frontera, a realizarse este sábado 16 de diciembre en el Movistar Arena, con un perfil volcado hacia el continente y con invitados tan diversos como el grupo puertorriqueño Cultura Profética, la banda colombiana Bomba Estéreo, y los representantes chilenos Francisca Valenzuela, Javiera Mena, Alex Anwandter y Fother Muckers, entre otros.
Sin embargo, se ha pedido su suspensión. La Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD), entidad que gestiona los derechos autorales en el país y que representa a miles de autores, solicitó ante el 23° Juzgado Civil de Santiago una medida precautoria especial de la Ley de Propiedad Intelectual que ordena la suspensión inmediata de la ejecución y representación de obras musicales a ser utilizadas en el evento, además de prohibir que se promueva o se publicite la venta de entradas para la cita.
La acción fue emitida contra los organizadores del espectáculo, la productora Transistor. Ello debido a que la compañía, a través de múltiples razones sociales -según consta en el documento judicial al que tuvo acceso Culto- acumula cerca de diez años produciendo y organizando eventos musicales sin pedir previa autorización de uso de las obras y sin pagar la remuneración respectiva que toda empresa debe cancelar por concepto de derechos autorales en los conciertos que se organizan en el país.
Un problema extenso
Un poco de contexto: toda productora involucrada en un evento debe desembolsar una suma de dinero por concepto de derechos de autor desprendido del repertorio que se ejecute en vivo en cada show. Este monto corresponde a un 5% del total recaudado por la venta de entradas, por tanto, va variando según la demanda del espectáculo. Tal pago se debe concretar dentro de los 60 días siguientes de realizado el concierto. Si ello no sucede, la tarifa general por conceptos de derechos autorales sube a 8%.
De alguna forma, Transistor vulnera uno de los principios básicos en la organización de recitales.
La productora ya habría sido notificada de la medida precautoria. En lo concreto, la arremetida de la SCD, y la imposibilidad de que se puedan ejecutar y representar obras en el encuentro, hace inviable que el festival Frontera se pueda realizar este fin de semana.
“El fundamento de la solicitud se sustenta en la conducta de la empresa organizadora del evento, Transistor SpA, que ha incumplido consistentemente, y a través de múltiples razones sociales, con la ley de Propiedad Intelectual, ejecutando repertorio sin la debida autorización y correspondiente Licencia, y evadiendo los pagos asociados al concepto de derechos de autor por dicha ejecución. Este actuar abusivo contra los autores y autoras de las obras que se han ejecutado en sus diferentes eventos, que atenta contra la norma legal vigente en Chile y contra las buenas prácticas de la industria musical, se ha extendido durante cerca de diez años”, subrayan desde la SCD al ser consultados por Culto en torno al tema.
A modo de ejemplo, según el texto judicial, desde enero de 2022 Transistor ha organizado un total de 30 eventos, “sin ninguna intención de dar cumplimiento a las obligaciones que les empecen como productor de espectáculos con música de acuerdo a la normativa que regula la Ley de Propiedad Intelectual, utilizando ilícitamente el repertorio que representa SCD sin pagar la remuneración debida a los titulares de las obras y fonogramas musicales ejecutadas”.
Entre los eventos mencionados aparecen shows de L-Gante, Gipsy Kings, Mr. Bungle, Bring Me The Horizon, Pantera, Sol y Lluvia, e Illapu entre otros.
La SCD también recalca que el procedimiento para la obtención de las autorizaciones de utilización de obras musicales de su repertorio, es un proceso público al que se puede acceder a través de su página web; hasta ahora, Transistor, según señala, no ha entregado los antecedentes suficientes para completar el proceso de licenciamiento.
Entre las distintas razones sociales con que ha actuado Transistor a lo largo de más de una década, desde cuando se establecieron como una de las promotoras más activas del país –han estado detrás de citas estelares como la primera despedida de Faith No More en 2010 o el festival Maquinaria-, están Promociones Soldout Chile, Productora Ritual Chile, Coliseo Producciones Limitada y Productora Knot Fest Chile, entre otros diez nombres.
Desde la SCD acotan: “A lo largo de ese período, como organización que vela por la protección de los derechos musicales de miles de autores y autoras alrededor del mundo, hemos intentado en innumerables ocasiones que la empresa involucrada cumpla sus obligaciones, lo que ha llevado a que en la actualidad existan más de diez causas vigentes ante distintos tribunales civiles de Santiago”.
Luego sigue: “Dado que la productora Transistor -con sus diversas razones sociales- ha evidenciado un comportamiento infraccional frente a la normativa que regula la protección de las obras de autores nacionales y extranjeros, es que como organización seguiremos atentos a futuras posibles irregularidades, por el bienestar de nuestra industria, y por el resguardo y protección de los miles de músicos y músicas que representamos”.
Transistor aún no se ha pronunciado públicamente sobre el tema.
Además de la actual situación judicial, la versión 2023 de Frontera ha enfrentado otros entuertos. Estaba programado en un principio para otra fecha (domingo 22 de octubre) y para otro lugar (el Hipódromo Chile); sin embargo, según se explicó oficialmente en su minuto, las condiciones de seguridad de los Juegos Panamericanos que se realizaron por esos días, no permitieron su planificación inicial.
De ese modo, se distribuyó en distintas fechas en octubre, para fijar el 16 de diciembre en el Movistar Arena como su gran cierre. Una fiesta que hoy pende de un hilo y que la justicia ha dictaminado suspender.
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