Papá al Rescate: la dura batalla judicial tras el gran éxito del cine chileno en 2023
La cinta, entre lo más visto en las salas locales esta temporada, unió al exitoso productor Sebastián Freund con el reconocido hombre de la TV de pago Luis Venegas. Este último inyectó más de $200 millones para que la película se terminara, estableciendo por contrato que tal inversión retornaría. Sin embargo, entabló una querella criminal en la que dice que nunca recibió un solo peso de vuelta.
En el recuento del cine chileno de 2023, la cinta Papá al rescate es sinónimo de éxito. La comedia de Marcos Carnevale –protagonizada por Benjamín Vicuña, Jorge Zabaleta, Fernando Larraín y Rodrigo Muñoz- se estrenó a principios de enero y durante su paso por salas acumuló 250.623 espectadores, convirtiéndose en la segunda película nacional más exitosa de la temporada, sólo superada por un documental, La memora infinita, de Maite Alberdi.
Por lo mismo, el 19 de mayo amplificó su suceso al llegar a Netflix, generando en sus involucrados la algarabía por una historia que presenta a un hombre gay, Nicolás –el personaje de Vicuña- a las puertas de casarse, pero que tras la muerte de su antigua pareja, debe cruzar con su grupo de amigos hasta Argentina para rescatar a su hija antes de que pase al sistema de adopción. Así, el largometraje aborda coyunturas como la homoparentalidad, el matrimonio igualitario, la lealtad entre los amigos y la relación padre e hija.
“Es una película en movimiento, de estos cuatro personajes que están viviendo una aventura en que les pasa de todo. Se cagan de la risa, pero también salen ciertos principios y valores de la amistad, que es la lealtad, hasta donde uno puede llegar por amor y por cariño, y qué es lo que haría uno por un hermano, en este caso. Porque ellos se tratan y comparten como si fueran verdaderos hermanos”, declaraba Vicuña por esos días a Culto.
Pero el fenómeno también escondió una trama menos alegre. La empresa Vía X Films –parte de Filmocentro Televisión, propiedad del reconocido empresario del cable local Luis Venegas y que funcionó como uno de los coproductores del filme- entabló en el 4° Juzgado de Garantía de Santiago una querella criminal en contra del coguionista y productor del proyecto, Sebastián Freund, por el delito de estafa. Ambos se asociaron para producir el filme.
De hecho, Freund –un hombre conocido en la industria, a cargo de Rizoma Producciones y también parte de la dirección y guion de otros golpes a la cátedra como Stefan v/s Kramer- fue quien apareció en los medios durante todo el paso del título por cartelera desmenuzando el impacto comercial de la historia y entregando las claves de su buena acogida.
“No me atrevería a decir que es una película revolucionaria. Tenemos una sociedad que está muy cargada para un lado y para el otro, por lo que el matrimonio igualitario y la adopción homoparental siguen siendo temas. Que gente más conservadora lo vea plasmado en una comedia, les llama la atención”, era parte de su análisis compartido con este medio en febrero pasado.
Una historia turbulenta
El vínculo entre Freund y Vía X Films se fortaleció hacia 2021, cuando Venegas tras toda una trayectoria vinculada a la TV de pago –con estaciones bajo su propiedad como Vía X, ARTV y Zona Latina- empezó a explorar la posibilidad de participar en el mercado cinematográfico, a través de la explotación de películas, series y documentales para ser distribuidos en cine, televisión y plataformas de streaming.
Con ese impulso, contactó a Freund para ofrecerle el puesto de productor ejecutivo al interior de la incipiente ala cinematográfica que deseaba impulsar. Ambos habían tenido acercamientos a través de sus respectivos recorridos en la industria; por ejemplo, Freund, además de su experiencia en la pantalla grande, guarda una trayectoria en Canal 13. De hecho, al momento en que Venegas lo contacta, ya no formaba parte de la ex estación católica.
Por lo mismo, Freund acepta la propuesta y se muestra interesado en la iniciativa. Ambas partes redactan el contrato para materializar el trato, pero ahí surge un matiz clave: el ex hombre de Canal 13 le dice que existía una película ya desarrollada y que sólo le faltaba una inversión o inyección de fondos para poder concluirse. Más aún, Freund le propone sacar adelante este proyecto a modo de prueba de trabajo del área que querían inaugurar.
El proyecto era Club de Lulú, escrita por el propio productor. La misma cinta que luego se convertiría en Papá al rescate. Por tanto, Venegas la vio como una buena opción para ingresar al circuito cinematográfico y para conocer de la experiencia de otros más experimentados, según consta en la querella. “Le daba la posibilidad de evaluar el desempeño del señor Freund como futuro productor ejecutivo del área, todo lo que evidentemente el querellado presentó como una oferta muy atractiva”, narra el documento.
De esa forma, se urdió un contrato de asociación de cuentas, en donde Vía X Films pasaba a ser coproductor del largometraje.
Con respecto a los aportes de dinero, Freund le aseguró a Venegas que el costo total de la cinta era de US$1.300.000. De la misma forma, le garantizó que en el proyecto también estaban involucrados otros inversionistas, como Netflix y Canal 13.
Del monto total, Freund –según señala la querella- aseveró que sólo faltaban US$100.000 para terminar la cinta. Luego dijo US$150.000, para más tarde subir a US$200.000. Finalmente, fijó la cifra en US$270.000 (casi $233 millones en pesos chilenos), asegurando que la necesidad de flujo era urgente y que su ausencia ponía en riesgo la producción.
“Sin esa cantidad de plata, es imposible que la película se haya terminado”, cuenta hoy Venegas, consultado por Culto por el proceso judicial.
Ante lo abultado de los números, Freund le ofreció a su socio una cláusula que entregaba otra perspectiva al negocio. Venegas recibiría el 41.54% de todos los ingresos que se obtendrían una vez comenzada la explotación de Papá al rescate. Luego de recuperada esa inversión, obtendría el 20.77% de los ingresos. O sea, la inyección de dinero retornaría en un plazo inmediato y ante el previsible éxito de la historia.
Pacto y contrato
De ese modo, el 24 de enero de 2022, se celebró un contrato para la asociación entre ambas partes, Filmocentro y Rizoma Producciones. Venegas obtenía la participación en la explotación comercial o en cualquier negocio relacionado directa o indirectamente con la distribución o comercialización en Chile y en el extranjero del proyecto.
Entre los muchos puntos acordados en el contrato estaba el rodaje de la cinta en la primera parte de 2022; su exhibición en Netflix, quien la habría adquirido por US$500.000; una serie de aportes de otros coproductores, venidos de España (la productora Twentyfour-seven) y Argentina (Leyenda); otros que salieron desde entidades chilenas (como Secuoya); y un joint venture con Canal 13, con el propósito de financiar el desarrollo de la cinta y aportar pauta para la campaña de marketing.
Por otro lado, Vía X Films –tras abonar los US$270.000- obligó a Rizoma Producciones a una serie de puntos que requerían especial atención: entregar el presupuesto total de la cinta abierto por partidas, junto con su detalle; mantener reuniones de carácter quincenal para la revisión de los avances del largometraje y el desembolso del presupuesto y los gastos realizados; entregar una cuenta mensual de los resultados de la asociación; e informar de eventuales costos que superen el monto inicialmente estimado.
Según estima la querella, muy poco de eso se cumplió. “El contrato señalaba, como se acaba de referir, que habría reuniones quincenales, que nunca se realizaron, puesto que el querellado (Freund) siempre se negó, argumentando todo tipo de problemas”, dice la acción judicial.
Venegas también dice que nunca se le permitió ejercer el rol de coproductor, lo que, estima, era uno de sus objetivos al sumarse al negocio: conocer del quehacer del mundo cinematográfico. Tampoco se le habría ido mostrando el presupuesto, pese a que –según la querella- se le habría requerido a Freund durante muchísimas oportunidades.
“Las comunicaciones se hicieron imposibles. El querellado no contestaba o daba respuestas evasivas o excusas absurdas. Esa actitud se mantuvo durante la totalidad del proceso de producción”, precisa la querella. Venegas también dice haberse enterado por la prensa del estreno de la cinta el 5 de enero de 2023.
Además, acota que “ni un solo peso” del éxito de la producción llegó a manos de Vía X Films, por lo que nunca recuperó la inversión según los porcentajes acordados por contrato.
“Lo único que sabemos con absoluta certeza es que mi representada (Vía X Films) nunca recibió el 41.54% que se le ofreció de los primeros ingresos, hasta completar su inversión, ni el 20.77% de los ingresos restantes; y en realidad, ni las gracias por el aporte del que Freund se apropió, junto al resto de las utilidades”, explica el texto. En palabras simples, Venegas nunca recibió de vuelta las cifras acordadas y nunca más supo de la película.
“En definitiva, tan pronto recibió el querellado los US$270.000 que logró birlar a Filmocentro, mi representado nunca más volvió a saber ni de la producción ni de la película en general, ni de un peso de su inversión, ni de un peso de utilidades, los que hasta el día de hoy, se mantienen en los bolsillos del querellado Freund y/o de Canal 13, con quienes al parecer, están haciendo otras películas, remakes y/o secuelas de Papá al rescate en otros países, según la información que el propio Freund ha transmitido en los medios de comunicación”, sintetiza la arremetida judicial.
Consultado por el tema, el abogado de Freund, Esteban Barra, entrega una declaración a Culto: “La querella no tiene ningún fundamento, el contrato entre las partes se ha cumplido a cabalidad, se ha entregado toda la información pertinente y necesaria, repartido la participación de los ingresos a los socios en tiempo y forma, en un negocio de riesgo, el cual está en plena explotación. Nos parece altamente irresponsable y lamentable de su parte. Quizás responde a alguna falta de conocimiento en la materia y la industria del cine, o a la insatisfacción de alguna expectativa personal. La película ha sido muy exitosa y sigue en sus procesos distribución y comercialización en Chile y el mundo”.
Entre los aspectos que subrayan los representantes de Freund está que todas las liquidaciones de dinero y la participación de los ingresos ya se le habrían entregado a todos los aportantes de la película, informando de costos e inversión; según establecen, el único que no habría aceptado el resultado financiero es Vía X Films.
Otro de los inversionistas, Cristóbal Sotomayor, productor ejecutivo y socio de la productora española Twentyfour-seven, que aportó con US$ 100.000 a Papá al Rescate, dice por su parte: “Mi experiencia con las películas es que tienen un nivel de riesgo enorme, es parte de un proceso normal no poder recuperar el dinero de manera inmediata. Se puede demorar dos a tres años. Nosotros todavía no recuperamos todo lo invertido. Ya se le ha devuelto la plata a otros socios y verlo como una estafa lo veo bien difícil. Sebastián (Freund) ha sido transparente con mantenernos informado y nos ha ido entregado la plata de acuerdo a las distintas ventanas de la película. Ojalá que la llegada a nuevos territorios ayude a recuperar la inversión. Acá se ha cumplido en todo”.
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