"Mi propiedad privada": se publica libro de la destacada poeta Mary Ruefle, finalista del Premio Pulitzer
El volumen es publicado por la editorial Bisturí 10. La traducción estuvo a cargo del editor argentino Patricio Ginberg y promete ser una de las publicaciones más importantes del año.
Tras una larga espera por primera vez en Chile se publica a Mary Ruefle, destacada poeta estadounidense, ensayista y profesora, ganadora de numerosos premios, entre los que se cuentan el National Book Award, la beca Guggenheim en 2002 y el reconocimiento como finalista del Premio Pulitzer. Nacida en 1952, enseña actualmente en el Vermont College of Fine Arts y es profesora distinguida en la Universidad de Iowa.
Mi propiedad privada, compila una serie de textos de Ruefle en una prosa cercana y a la vez compleja, transparente y extraña, que atraviesa distintos géneros, desde el ensayo, la poesía y la anécdota, sin importar sus límites y clasificaciones. “Un bosque fértil para la imaginación y el goce”, comentan las editoras de Bisturí 10, Emiliana Pereira y Julieta Marchant, en un comunicado.
A través de historias breves y conmovedoras, escenas y anécdotas, Ruefle promete ser una de las lecturas más interesantes del verano. La traducción estuvo a cargo del editor argentino Patricio Ginberg, y anteriormente salió en Argentina por la editorial Zindo & Gafuri.
“Nos parece que la lectura de Mary Ruefle es un abono para la imaginación, una facultad cada vez menos considerada en la literatura contemporánea. La gracia —en todos los sentidos en que podemos pensar en esta palabra: como encanto, pero también como destreza, humor e incluso hazaña— de su escritura es la sensación de libertad que nos dona al leerla. Es poco convencional en muchos sentidos: no responde a una cosa temática ni moralista e incluso juega con los géneros”, afirman las editoras de Bisturí 10.
Asimismo, destacan el sentido del humor de la poeta estadounidense: “Nos parece que Ruefle es parte de una camada de mujeres que están trabajando un humor muy distinto al que conocemos en Chile, que ha estado sobre todo de la mano de los poetas varones. Ruefle es graciosa, a ratos irónica, pero no desde el chiste rápido, el remate o el «anti» algo. Su voz es fresca, incluso ingenua a veces”.
Respecto a la hibridez de géneros en Ruefle, tanto Marchant como Pereira señalan que en el caso de Mi propiedad privada “Pareciera que a Ruefle no le interesa tanto enmarcarse. A ratos da la sensación de estar leyendo alguien que está ‘afuera de este mundo’: no es que quiera extremar recursos al máximo nivel, sencillamente es como si le diera lo mismo el género”, comentan.
Finalmente, destacan esa posibilidad de apertura que da la escritura de Ruefle: “Cuando una empieza a escribir, a veces simplemente ‘escribe’ pensamientos, cosas sueltas, trozos de algo. El libro de Ruefle es un poco eso, pero siendo ya una señora grande. Es bonito pensar en esa libertad. Quisiéramos libros de esos: que hacen caso omiso a los géneros. Y de los otros también: esos que llegan a dinamitar los géneros”.
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