Hayao Miyazaki y el premiado regreso al cine de un creador universal
El animador y fundador del Estudio Ghibli estrena el 11 de enero El niño y la garza, una película, reciente ganadora en los Globos de Oro, que explora el duelo y la esperanza.
El niño y la garza es la más reciente producción del legendario animador japonés Hayao Miyazaki, que acaba de cumplir 83 años el pasado 5 de enero. Con 14 premios ganados, 42 nominaciones, y reciente ganadora del Globo de Oro a Mejor Película Animada, el nuevo proyecto de Studio Ghibli presenta una historia sobre el duelo, la pérdida y la esperanza.
Ambientada en 1943, durante la Guerra del Pacífico que significó la caída del Imperio Japonés, la cinta tiene como protagonista a Mahito, un niño de 12 años que recientemente perdió a su madre. Tras el fallecimiento, se muda con su padre a otra ciudad en la que tendrá que sobrellevar la tristeza y el desamparo en un espacio en el que no se siente cómodo ni comprendido.
En medio de la desesperanza tiene que aprender a convivir con una madrastra, quien además, está embarazada. Un día mientras caminaba, se encuentra con una garza, personaje fundamental en el viaje que emprende el personaje –tanto físico como interno–.
La garza, en la cultura japonesa, está dotada de significados importantes. Es un símbolo que representa buena fortuna, longevidad y esperanza, también se cree que guía a las almas en su camino al más allá. Así como en vida puede guiar a las personas a sus destinos.
Ambos personajes llegan a un mundo mágico –homenajeado por su construcción artística– en el que la vida y la muerte colisionan. Mahito descubre una realidad en la que las almas por nacer no cumplen su recorrido, en que los muertos no tienen la posibilidad de ir a su descanso. Con un toque más adulto, la trama de El niño y la garza ahonda en la inocencia de un niño que sufre, mientras el resto del mundo sigue su curso.
Crecer, adquirir la madurez necesaria para enfrentar las adversidades y felicidades que se presentan con el paso del tiempo. Aprendiendo a apreciar la vida con todos sus matices y cambios. El viaje de Mahito combina lo mágico con lo cotidiano, estableciendo un fuerte lazo entre las personas y la naturaleza.
El regreso de Miyazaki
Con más de cuarenta años de carrera, Hayao Miyazaki se ha consolidado como uno de los animadores más importantes de todos los tiempos. En 2015 recibió un premio honorífico por parte de la Academia, en reconocimiento a su tremenda trayectoria.
En una época donde la animación se está abriendo más ideas y espacios, la nueva apuesta de Miyazaki –que en Japón tuvo muy poca publicidad, apelando al éxito de Ghibli–, se recibe como una invitación para pensar la animación como un canal para contar historias profundas e importantes, con temáticas que trascienden en el tiempo, tal como lo ha hecho Miyazaki durante toda su aclamada carrera.
Fundó el Studio Ghibli en 1985 con Isao Takahata (La tumba de las luciérnagas), ambos apostaron por un proyecto común que terminó produciendo algunas de las películas de animación japonesa más relevantes de los últimos años; La princesa Mononoke (1997), El castillo ambulante (2004), El viaje de Chihiro (2021) –primera película animada en ganar un premio Oscar–, entre muchas otras, son filmes transversales que hasta el día de hoy encantan a públicos de todas las edades.
Se presume que El niño y la garza, su duodécimo proyecto, es el más autobiográfico hasta la fecha. Comenzó con la idea y producción hace cerca de cinco años. Trabajó de la mano constantemente con el cofundador del estudio, Takahata, quien falleció en abril de 2018, durante la realización de esta película. Seguir adelante con una animación que refleja el dolor de la pérdida y el duelo sin duda debe haber sido un desafío tremendo.
El nuevo estreno –en parte inspirado por el libro homónimo de Genzaburō Yoshino, escrito en 1937– llega a diez años del último trabajo Ghibli de su autoría: Se levanta el viento (2013), que trata sobre un aviador que construye la nave de combate A6M durante la Segunda Guerra Mundial.
Un clásico instantáneo
Así como Guillermo del Toro planteó en 2022 en su discurso en los Oscar –a propósito de Pinocho–, la animación es cine. Felipe Romero, cineasta chileno, comparte esta visión: “La animación es un medio para contar historias y no es un género infantil. Se puede hablar de guerras y de temas triviales, el Estudio Ghibli es de los primeros que demuestra esto”.
En especial, se refirió también a la trascendencia del director como animador y creador: “Miyazaki incluso en los silencios cuenta algo, el impacto de su trabajo es algo que ninguno de nosotros va a poder comprender. Él entendió que hay que poner el corazón y el alma a la historia que uno cree que debe contar”.
El niño y la garza llegará a cines chilenos el jueves 11 de enero. Se espera que el regreso de Miyazaki a la gran pantalla, con una película que está catalogada para todas las edades, obtenga buenos resultados, pues la prensa especializada la ha elogiado la cinta en más de una ocasión.
Variety señaló: “Miyazaki ha creado una película que es a la vez personal y universal, y que es una exploración conmovedora de la pérdida, el duelo y la esperanza”. Por su parte, The New York Times agregó que “es una película que seguramente permanecerá en la memoria de los espectadores durante mucho tiempo”, y The Guardian aseguró que “es una obra maestra de la animación que es a la vez personal y universal”.
Durante la premiere de la cinta, Emilio Treviño, actor de doblaje mexicano que da voz en español a Mahito, expresó que “esta es una película que no se ve con los ojos, se siente. Y luego se ve más veces, porque seguramente conforme pase el tiempo y conforme más vivamos, le encontraremos más sentido”.
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