Juan de Dios Larraín: “La Academia de Cine de Chile tiene que entender que no se vota por la película que más les gustó; se vota por la que mejor puede representar al país”
El productor ejecutivo de El Conde y La Memoria Infinita habla con Culto sobre las nominaciones de ambos filmes a los Premios Oscar y analiza la decisión de los académicos chilenos de enviar a Los Colonos como postulante a la categoría de Mejor película internacional, en desmedro de las cintas de Pablo Larraín y Maite Alberdi.
Este martes Chile expandió su presencia histórica en los Oscar. En un hecho sin precedentes, dos películas nacionales lograron ingresar al listado de nominados a la 96° edición de los Premios de la Academia, anotándose en la disputa por los galardones a Mejor documental y Mejor fotografía con La memoria infinita y El Conde, respectivamente.
Fábula está detrás de ambas cintas: es coproductora del largometraje de Maite Alberdi y productora del filme de Pablo Larraín. Previamente, la compañía nacida en 2003 consiguió las candidaturas de No (2012), Jackie (2016) y Spencer (2021), y el reconocimiento a Mejor película de habla no inglesa para Una mujer fantástica (2017).
Juan de Dios Larraín, cofundador de la empresa y productor ejecutivo de ambas cintas, analiza el hito un par de horas después de conocerse la noticia. “Es la consecuencia de una generación que viene trabajando en conjunto desde hace mucho tiempo, en medio de un mar de dificultades. También de mucho abandono. Pero que, con mucho amor por lo que hace, ha sabido juntar las piezas y hacer las cosas bien. Cuando eso pasa en la existencia, cuando es una tras otra, se juntan los astros y surgen estos reconocimientos, que son tan bonitos y emocionantes, y que le dan sentido a lo que hacemos, a nuestra industria, a nuestro trabajo y a la productora. Tiene muchas capas”, plantea a Culto.
Tras producir cerca de una treintena de largometrajes (de Fuga a Brujería, de La vida me mata a Sayen), Fábula debutó en el cine de no ficción con La memoria infinita. Realizado en alianza con Micromundo, el filme es la inmersión de Alberdi en la relación de Augusto Góngora y Paulina Urrutia en los días en que la salud del periodista se ve deteriorada por el Alzheimer.
“Nosotros queríamos producir el primer largo de ficción de la Maite y terminamos produciendo nuestro primer documental sin haber hecho nunca uno antes”, señala Larraín. “Esa ecuación jamás fue diseñada. Hubo un cúmulo de decisiones bien tomadas y la suerte de encontrar una historia tan emocionante y potente como la de Paulina Urrutia y Augusto Góngora”.
A su vez, El Conde, la primera cinta que Pablo Larraín filma en Chile desde Ema (2019), es su sátira en blanco y negro sobre un Augusto Pinochet vampiro que desea morir. Su nominación en los Oscar reconoce el trabajo de Edward Lachman, reputado director de fotografía estadounidense que antes aspiró a la estatuilla dorada por Lejos del cielo (2002) y Carol (2015).
“Ed Lachman vino a iluminar a Chile un set que diseñó Rodrigo Bazaes. El interior de la casa de los Pinochet se hizo en un estudio en TVN, no se hizo en la Patagonia”. detalla. “Él tomó los materiales de otros y los llevó a un lugar glorioso, pero partió con la idea de un chileno. Y todo su equipo eran chilenos. La materia prima era muy buena y Ed supo llevarla a un nivel sin precedentes”.
Las candidaturas de La memoria infinita y El Conde a los principales premios de Hollywood plantean una pregunta inevitable: ¿habrían logrado avanzar en la carrera por el Oscar a Mejor película internacional si una de ellas hubiera sido seleccionada como la representante chilena?
En agosto pasado, los miembros de la institución que participaron en el proceso se inclinaron por Los colonos, el elogiado western en que Felipe Gálvez aborda la matanza del pueblo selk’nam. Se impuso en la votación con 89 preferencias, superando a las cintas de Maite Alberdi (73) y Pablo Larraín (59). Finalmente, la elegida por los académicos locales no logró entrar al grupo de 15 películas preseleccionadas por la estatuilla.
Juan de Dios Larraín es crítico de la decisión y apunta al impulso que le otorgaba a La memoria infinita contar con el respaldo de MTV Documentary Films y a El Conde tener el aval de Netflix (Los colonos es distribuida por Mubi).
“Si tú no tienes la musculatura que te permita estrenar, hacer giras y dar a conocer la película, nunca vas a quedar nominado. Lo que tiene que entender la Academia chilena es que no se vota por la película que más les gustó; se vota por la película que mejor puede representar al país. ¿Y cuál es la película que mejor puede representar al país? Una película que junta, por un lado, calidad, y por el otro, la musculatura de la distribución. Eso lo más difícil en nuestra industria”, argumenta.
“Esto es una mirada a la Academia. Pero nos pegamos con este muro una y otra vez. No tengo nada en contra de Los colonos. Es una bellísima película. No tiene nada que ver con eso. No tiene nada que ver con mi gusto”, agrega.
También anticipa el camino que le queda por recorrer a La memoria infinita antes de la ceremonia del próximo 10 de marzo. “La Maite va a tener que viajar mucho, la Paulina también. Van a haber muchos visionados, hay que generar conversación. Hemos pasado por esto antes. Es muy intenso, es muy desgastante, (aunque) tampoco hay que volverse loco”, advierte.
“Hay que intentar llevar la conversación lo más allá posible. Hay que dar a conocer el documental y confiar en sus atributos, y que la gente vote. La mejor campaña que podemos hacer es hacer un buen documental y creo que eso ya pasó. Así que ahora hay que dar a conocerlo”.
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