¿Por qué el Festival de Viña entrega gaviotas y antorchas? Historia de una tradición entre ídolos y fuego
En sus inicios, el evento solo entregaba premios a los concursantes de la competencia. Pasaron los años, y el escenario de la instancia fue cambiando, al igual que los galardones que se daban: de una lira pasó una gaviota. ¿Por qué se origina este simbólico premio y cuándo se empieza a dar a los artistas invitados?
Enrique Iglesias hizo historia en el Festival de Viña al lanzar una Gaviota al público. Era la noche del domingo 20 de febrero del 2000 cuando el artista español tiró por los aires el reconocimiento más importante de la instancia. Cecilia Bolocco, animadora de esa versión junto a Antonio Vodanovic, fue a rescatar el premio que el artista había “regalado” a los asistentes.
La colombiana Karol G también regaló su Gaviota de Oro al público, artista que se presentó por primera vez en la Quinta Vergara el 2023. Emocionada, la cantante le entregó su galardón a una ‘mini bichota’, quien se subió al escenario a bailar con ella.
Estas historias hacen preguntarse cuál es el valor simbólico y la historia de este galardón, que, con el paso de los años, se ha convertido en el símbolo del festival de música más importante de América Latina. No obstante, tanto la Gaviota de plata como la oro no surgieron en los inicios del evento, sino años después, inspiradas en la arquitectura del Anfiteatro de la Quinta Vergara.
Los primeros premios
Es necesario retroceder varias décadas, a los orígenes del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. En 1959, con la intención de posicionar la ciudad jardín como centro turístico, el alcalde Gustavo Lorca y Carlos Ansaldo, director del Departamento de Turismo y Relaciones Públicas de la Municipalidad, organizaron una competencia piloto en donde los participantes debían presentar una canción cuyo tema fuera Viña del Mar.
Esta se hacía a un costado del Palacio Vergara, y los asistentes llevaban sus propias sillas y mantas para ubicarse en los pastos a ver a los artistas. Fue tal el éxito, que en 1960 se desarrolló la primera edición oficial del certamen.
A diferencia de la actualidad, la competición era el centro de la instancia. Y como toda competencia, debía haber un premio: 500 escudos en dinero en efectivo y una placa colaborativa. Al año siguiente, en 1961, comenzó a entregarse la Lira de Oro a los ganadores de las categorías internacional y folclórica.
En 1964 hubo cambios. Si bien para la competencia internacional se mantuvo la Lira de Oro, para la competencia folclórica esta se reemplazó por el Arpa de Oro. Quienes recibieron por primera vez ese galardón fueron Como una ola de María Angélica Ramírez (género popular), interpretada por Cecilia, y canción Mano Nortina de Hernán Álvarez, interpretada por Los Cuatro Cuartos (folclor).
La llegada de la gaviota
En 1963, tras el éxito del festival, se construyó un anfiteatro al aire libre, con la forma de concha acústica. El proyecto estuvo a cargo de Hernando López y de Juan Pinto Delgado, y tenía por objetivo proyectar la voz de los artistas y protegerlos de las frías noches viñamarinas.
Cuatro años más tarde (1967), debutó la nueva construcción, que imitaba el vuelo de una gaviota. Eso no solo influyó en la experiencia de los artistas y del público, sino también en los premios. En 1969, la Gaviota Blanca reemplazó tanto a la Lira de Oro como al Arpa de Oro. Esta fue diseñada por Carlos Ansaldo y Claudio di Girólamo.
Pasaron los años y la conocida como Gaviota de Plata se entregaba solo a los ganadores de la competencia. Sin embargo, desde los setenta, la presión del público por entregar un galardón a los artistas invitados era cada vez mayor. Así, en 1971 se entregó una Gaviota de Plata a alguien ajeno a la competencia: el humorista argentino-chileno Edmundo “Bigote” Arrocet fue el primero en recibirla.
Ya había nacido El Monstruo, que exigía premios para sus cantantes favoritos. En 1981, se entregó la Gaviota de Plata a los cantantes españoles Camilo Sesto y Julio Iglesias, pero pronto, el tema de las gaviotas se salió de control.
Las antorchas
En 1980, cuando Gloria Gaynor se presentó en la Quinta Vergara, se sorprendió. La legendaria artista de soul y onda disco quedó impresionada al ver que había fuego en medio de la audiencia. La autora de I will survive se dirigió preocupada al público: “En primer lugar, quita fuego. Porque es muy peligroso para mis amigos. Quita fuego, no me gusta”.
Resulta que esa era una tradición del público festivalero. A modo de manifestar su aprobación y cariño a los artistas invitados, las personas encendían antorchas de papel durante el espectáculo.
Eso inspiró la creación de la Antorcha de Plata en 1983, como forma de disminuir la descontrolada entrega de Gaviotas. Sin embargo, la idea no funcionó, y ahora el público exigía la entrega tanto de Antorchas como Gaviotas.
Un ejemplo de ello fue lo ocurrido en 1988, con la llegada de José Luis “Puma” Rodríguez. Tras decir la polémica frase: “A veces hay que escuchar la voz del pueblo”, la alcaldesa de ese entonces, Eugenia Garrido, le otorgó el reconocimiento.
Gaviota de Oro
La Gaviota de Oro fue pensada para el cantante y compositor mexicano Juan Gabriel, que se había presentado exitosamente en cuatro festivales consecutivos. De esa forma, en 1999 se comenzó a entregar dicho premio. Si bien el Divo de Juárez se fue antes de poder recibir el premio, este fue concedido a Ricardo Arjona ese mismo año.
El Monstruo nuevamente hacía de las suyas. Ahora el público pedía que se entregaran los tres premios a sus artistas favoritos, lo que afectaba la realización tradicional del Festival de Viña del Mar. Así que la organización decidió crear la Antorcha de Oro, pero en vez de solucionar el problema, lo empeoró. Estos eran los premios que se entregaban, en el siguiente orden: Antorcha de plata, Antorcha de oro y Gaviota de Plata. La Gaviota de Oro, que no estaba disponible para los músicos y humoristas invitados, era reemplazada por una segunda de plata.
La primera Gaviota de Oro que se entregó excepcionalmente fue en 2011, a Roberto Carlos, quien retornaba a la Quinta Vergara después de veinte años.
Premio nuevo y otro eliminado
En 2012 se entregó la primera Gaviota de Platino, al mexicano Luis Miguel, en reconocimiento a sus treinta años de trayectoria celebrados el 22 de febrero de ese año. Posteriormente, recibieron este galardón Isabel Pantoja en 2017, Humberto Gatica en 2019 –quien recibió el premio en nombre de su tío, el músico Lucho Gatica– y a Los Jaivas en 2023, por sus sesenta años de trayectoria.
Una drástica decisión se tomó en 2015. La Municipalidad de Viña del Mar informó que no se entregarían más antorchas. “La antorcha es un premio que cumplió un ciclo, pues en los últimos años la misma gente criticaba que había un exceso de premios, y por lo mismo, el público no quedaba contento en la Quinta Vergara hasta entregar la Gaviota. Las Antorchas se habían desvalorizado y solo interrumpían la continuidad de los shows”, señaló la alcaldesa Virginia Reginato.
De esa forma, en las últimas ediciones del Festival de Viña del Mar solo se entregan los dos tipos de gaviota, primero la de plata y luego la de oro. Ya será cosa de El Monstruo si es que comienza a pedir otro tipo de galardones para sus artistas favoritos.
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