Acortó su rutina y la contuvo su círculo más íntimo: la noche más dura de Javiera Contador
La comediante no pudo desarrollar su show la noche de este lunes 26 en la Quinta Vergara, tras las pifias incontrolables desatadas por el adiós de Andrea Bocelli. Los animadores intentaron salir en su ayuda. Para evitar el descalabro total, optó por apurar su espectáculo.
Cuando la noche del pasado lunes 26 de febrero la Quinta Vergara parecía venirse abajo a pifias pidiendo a Andrea Bocelli tras haber finalizado su show, Javiera Contador estaba junto a parte de los organizadores -incluyendo el productor ejecutivo del certamen, Daniel Merino- siguiendo todo por un monitor y sondeando el ruido ambiente. No era el mejor escenario para su rutina planificada inmediatamente después del tenor italiano. Por lo mismo, expresó nervios y tensión.
Como una forma de protegerla y arroparla, según describen testigos, los mismos animadores del espectáculo María Luisa Godoy y Francisco Saavedra decidieron salir a enfrentar a la Quinta Vergara e intentar contener la rechifla. Fue una idea de ellos: su primera gran prueba como dupla en el escenario más popular de Chile. En ese momento, la emisión de la TV estaba en comerciales.
“Nos encantaría que Andrea Bocelli estuviera acá, al igual que ustedes. Pero les juro por mis cinco hijos que no tenemos una Gaviota de Platino”, suplicó María Luisa Godoy ante el llamado Monstruo, que efectivamente exigía con furia ese galardón para el intérprete, sólo reservado para algunos artistas en la historia del Festival. La petición no dio resultados. Se retiraron al backstage sin la misión cumplida.
Luego, debieron salir a presentar a Contador. En los ensayos que tuvieron durante meses en un estudio de televisión previendo estas circunstancias adversas -cerca de 18 desde el año pasado-, se habían puesto en el áspero escenario de que las condiciones no fueran las mejores. Nada funcionó. A partir de los incendios que azotaron a la Quinta Región en febrero, la idea también era recalcar el carácter solidario y sensible de Viña 2024, tratando de que el malestar generalizado que simboliza una pifiadera no escalara hasta límites incontrolables.
Javiera Contador salió bajo ese contexto. También apeló a los damnificados por la catástrofe y a que su show estaba dedicado a todos ellos. Como su rutina no logró despegar desde el primer minuto, fue adelantando partes de su libreto y obviando algunos pasajes, tratando de apostar por los que consideraba más efectivos.
De hecho, la aparición de su familia ficticia de Casado con hijos fue cerca de la media hora de presentación, cuando estaba pactada para un eventual bis, mucho más adelante. Fue el minuto que la salvó y rescató del naufragio total y absoluto. Se fue, eso sí, sin Gaviotas.
¿Cambiar las competencias?
Cuando se bajó del escenario, fue acompañado por su esposo, el director y guionista Diego Rougier. Era parte de su circulo más íntimo que la secundó en su complejo retorno a Viña.
Ya en camarines, optó por no dar la habitual entrevista post show que han ofrecido casi todos los artistas en la emisión a los periodistas Simón Oliveros y Natalia López. Sólo acató asomarse en la conferencia de prensa, un tiempo muy conciso, para dejar testimonio de su fallida noche.
Ahí, se le vio visiblemente afectada. Eso sí, agradeció la presencia del resto del elenco de Casado con hijos. “Además desde mi lugar, fue súper rato, extraño la situación, y sí, lo teníamos planeado y lo agradezco, porque si no hubieran estado ellos, también creo que el final hubiera sido otro, quizás con un sabor más amargo, y uno se siente acompañado si uno quiere que lo quieran. Entonces me sentí querida. Perdón estoy súper sensible, discúlpenme”, comentó entre lágrimas.
Por parte de la organización, nunca estuvo contemplado ni darle una gaviota de platino a Bocelli -lo que eventualmente podría haber contenido las pifias- ni adelantar las competencias para evitar que el bochorno mayor lo enfrentara Contador. “El Festival tiene un orden y siempre hay que respetarlo”, dicen desde la organización.
El comediante Luis Slimming, quien se presenta este martes 27 en Viña 2024, apuntó en una entrevista con TVN que se podría haber hecho un movimiento distinto para evitar la guillotina sobre la actriz.
“Yo creo que aquí pasa más por la organización que por la misma comediante, no sé qué tan móviles son los módulos de la organización, pero poner una competencia folclórica quizás hubiese ayudado. No sé si se pueden hacer esos cambios. Es importante blindar un poco al humorista, porque si seguimos tirando a los leones al humorista, después de un mar de pifias, vamos a tener rutinas de 15 minutitos, porque nadie puede aguantar eso”, dijo el humorista en la red pública.
Con respecto a la gaviota de platino, desde la organización explican que está reservada sólo para momentos muy puntuales de Viña, que en lo posible signifiquen la estación final de una carrera brillante de décadas, como sucedió con Los Jaivas el año pasado. O con Isabel Pantoja en 2017, quien la recibió a nombre de Juan Gabriel.
El caso de Luis Miguel en 2012 -el primero en recibirla- fue distinto. El propio artista exigió que su retorno a la cita tuviera una condecoración especial.
El propio Merino explica por qué esta vez era imposible ofrecerle tal galardón a Bocelli: “En este caso, en particular, yo creo que Andrea Bocelli puede volver al Festival de Viña en el futuro. Ese momento (entrega de la Gaviota de Platino) hay que guardarlo. (Esta gaviota) nace por la necesidad de hacer ciertas premiaciones respecto a carreras. Depende de quién esté en la administración a quien se entrega. Si vuelve en el futuro hay que guardarla”.
Efectivamente, la Gaviota de Platino no está disponible y supone una reunión especial meses antes de parte dela comisión organizadora para evaluar el hito. Esta vez no existió. Bocelli se fue sólo con los premios que corresponde. Y Contador se quedó con la peor parte.
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