Con un “qué tal” en un español champurreado del guitarrista Stu Mackenzie arrancó el show de King Gizzard & the Lizard Wizard. La banda australiana debutó en Lollapalooza Chile tras su energético sideshow el pasado jueves 14 en el Teatro Coliseo, su primera presentación en nuestro país.

Mackenzie, en un guiño al país, se presentó con una polera de Los Jaivas, algo muy comentado en las redes sociales. Seguro alguna vez escuchó y alucinó con los andinos y pachamámicos solos del Gato Alquinta (de hecho, su estilo de hacer solos está bastante cercano al chileno). Acto seguido, arrancaron con I’m in Your Mind, I’m not in Your Mind, Cellophane y Crumbling Casttle ante un público que gozaba.

Su música es un torrente de psicodelia rockera, y recurre a varios de los tópicos del estilo, partiendo por el nombre largo y estrambótico (como las bandas californianas de fines de los 60), los riffs melódicos, la voz con compresor, las notas largas y las largas secciones instrumentales. A ello se suma un aporte más contemporáneo, ritmos ágiles, pulso rápido, cosa que también han hecho otras dos bandas coterráneas: Pond y Tame Impala. En estos tiempos, Australia es tierra sagrada para la psicodelia.

El grupo tuvo una sobria puesta en escena, con todos los integrantes muy cerca entre sí -algo poco habitual- y el apoyo atrás de una pantalla que proyectaba visuales que alternaban colores chillones, formas geométricas, líneas, a tono con la estética de la psicodelia.

KING GIZZARD AND THE LIZARD WIZARD, LOLLAPALOOZA 2024

En la fresca noche de Cerrillos, el quinteto sonó como un combo aceitado. Con los amplificadores a tope, un baterista que entiende que el sonido está por sobre el aporrear por aporrear, y una coordinación a lo Led Zeppelin. Es decir, si uno se corre del tiempo, todos se corren. Así, al sonar todos al milímetro, se escucha atronador.

Con 10 canciones, la banda hizo un repaso general por su extensa trayectoria de 25 discos. Pasaron temas como The Fourth Colour, Supercell, Hell, o Dragon. Es habitual que vayan cambiando mucho sus setlist de show a show. En este show hicieron algo así como un mini tour por los estilos de rock. Desde la psicodelia más pura pasaron por el thrash, el progresivo y hasta el metal. No nos debe extrañar, pues han experimentado con diferentes géneros musicales, incluso han coqueteado con el jazz y la música clásica. Eso sí, los pies están siempre (bien) puestos en el rock.

KING GIZZARD AND THE LIZARD WIZARD, LOLLAPALOOZA 2024

Su propuesta fue bien recibida por la fanaticada, que hacía headbanging al ritmo del tambor metálico de Michael Cavanagh y los riffs de los tres guitarristas que noquean a cualquiera. Esa combinación nunca falla. Es una actualización del manual que Black Sabbath pusiera en el tapete. Incluso no faltaron los grupos haciendo mosh en el público. Lo de King Gizzard no es una psicodelia somnolienta sino energética. Por ello no pocos los postulan a la manida etiqueta de “salvadores del rock” (que en su momento ostentó por ejemplo, The Strokes). Otros, pocos, escucharon su propuesta unos minutos y se fueron.

Es entendible, pues lo de King Gizzard no funciona con los códigos clásicos del pop (el verso / coro). Más bien sus canciones tienen estructuras mucho más libres. Amén del espíritu arrojado y aventurero del grupo.

KING GIZZARD AND THE LIZARD WIZARD, LOLLAPALOOZA 2024

En una entrevista con el sitio mexicano Vibras, uno de los miembros, Ambrose Kenny Smith comentó esa volubilidad del conjunto: “Siempre nos adaptamos. Yo estaba preocupado porque, como creo que las baterías son lo principal, lo principal era cómo sonarían ellas. Todos en la banda siempre han grabado sus propias cosas y, sobre todo, lo que hacemos y lo que no. Realmente nunca solté la idea sobre cómo aprender a hacer lo que fuera, o quizá nunca tuvimos tanto tiempo para hacerlo nosotros mismos y eso fue lo que pasó...El gran punto de inflexión fue que Michael solo podía grabar la batería y eso fue lo que cambió las reglas del juego. Tuve suerte de todo, esto sucedió en un buen momento”.

La prolífica agrupación australiana, decíamos, lleva 14 años de carrera, con un total de 25 álbumes. Tanto es así que en más de algún año han lanzado 3 o 4 álbumes en una misma temporada. De esos, 13 han estado en el TOP 20 de Australia. Además, tienen 7 álbumes en vivo, 2 recopilaciones y 2 EP.

El combo está formado por Stu Mackenzie (voz, guitarra, bajo, teclados, flauta, sitar), Ambrose Kenny-Smith (voz, armónica, teclados), Cook Craig (guitarra, bajo, teclados, voz), Joey Walker (guitarra, bajo, teclados, voz), Lucas Harwood (bajo, teclados) y Michael Cavanagh (batería, percusión).

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