Las claves de El Caso Asunta, la serie basada en el crimen que conmocionó a España
Cuando Asunta (12) desapareció, sus padres adoptivos pusieron de inmediato una denuncia. Horas más tarde, se transformaron en los principales sospechosos de la muerte de su hija. La producción española escaló rápidamente en Netflix, gracias a la fidelidad en el tratamiento del caso y un reconocido reparto a la altura. Los detalles para comprender el éxito de la entrega, a continuación.
Rosario Porto y Alfonso Basterra contaban felices cómo fue el proceso de adopción de su hija Asunta, la primera niña china acogida por una familia en Santiago de Compostela, ciudad de España. El reportaje sobre adopciones internacionales, realizado por La Voz de Galicia en 2005, inmortalizó las emociones de la pareja en un registro clave para el futuro. Nueve años después, la pareja enfrentaba el juicio por el homicidio de su hija adoptiva, luego de un mediático y escabroso caso que remeció el país europeo.
Después de Bebé Reno, El caso Asunta ocupa el segundo lugar en el Top 10 de series de Netflix a nivel mundial, según datos de Flixpatrol. La entrega, coproducida por la plataforma y Bambú Producciones, sigue una de las historias que más conmocionó a España durante los últimos diez años. Se trata de la muerte de Asunta Basterra, niña de 12 años que desapareció en 2013; la investigación de su fallecimiento y la implicancia de sus padres en el homicidio.
Previamente, ya se había abordado el caso en la pantalla. El caso Asunta: Operación Nenúfar (2017) —disponible en Netflix – fue un documental también realizado por Bambú Producciones y dirigido por el mismo creador de la entrega de 2024, Ramón Campos, responsable de otras exitosas series españolas como Alta mar, Velvet, Fariña, Las chicas del cable y Tiempos de guerra.
Sin embargo, El caso Asunta (2024) es una recreación fiel y casi exacta de los acontecimientos que, en seis episodios, presenta a los involucrados y los principales hitos del caso que se extendió hasta 2020. Esta es dirigida por Carlos Sedes, director estable de la productora, quien ya ha trabajado antes con Campos en los títulos señalados.
La sinopsis de la entrega dice: “El 21 de septiembre de 2013 Rosario Porto y Alfonso Basterra denuncian la desaparición de su hija Asunta, cuyo cuerpo es encontrado horas después junto a una carretera a las afueras de Santiago de Compostela. La investigación policial pronto desvela indicios que apuntan a Rosario y Alfonso como posibles autores del crimen. La noticia conmociona a toda la ciudad e incluso al país. ¿Qué puede llevar a unos padres a acabar con la vida de su hija? ¿Qué se esconde detrás de esa fachada de familia perfecta?”.
Elenco elegido con pinzas
Uno de los elementos más alabados de la serie es la similitud de los actores con los personajes reales. Candela Peña, reconocida actriz española, encarna a Rosario Porto, la madre de Asunta y principal sospechosa del asesinato. Su coprotagonista es Tristán Ulloa, quien interpreta a Alfonso Basterra, padre de la niña y el otro acusado del crimen.
Tanto Peña como Ulloa cuentan con una extensa filmografía. En el caso del actor, este forma parte del repertorio frecuente de Bambú Producciones y en exitosas series de Netflix como La casa de papel: Berlín y La chica de nieve.
“Tenía un vago recuerdo de lo que era el caso de Asunta, pero no sabía los pormenores, no sabía los detalles, no sabía muy bien a lo que me enfrentaba. Me abrumó hasta el punto de plantearme seriamente de descartarlo. Había cosas que me tocaban personalmente muchísimo y había cosas que me daban mucho respeto y miedo”, comentó Tristán Ulloa en diálogo con Netflix sobre su personaje.
El elenco lo completan Javier Gutiérrez como el fiscal, María León y Carlos Blanco como los policías y Alicia Borrachero (Tiempos de guerra) y Francesc Orella (Merlí) como los abogados. Las interpretaciones y caracterizaciones de todos ellos han suscitado los halagos de los espectadores y de la crítica.
El caso
Tal como señala la sinopsis, Asunta desapareció la noche del sábado 21 de septiembre de 2013. Sus padres, quienes estaban divorciados, pusieron la denuncia de la desaparición al instante. Lejos de ser sospechosos, la niña fue hallada al día siguiente: dos lugareños encontraron su cuerpo en el lateral de una pista forestal de Teo, en A Coruña.
Cuerdas naranjas a los lados, sin muestras de ataduras en muñecas o pies, y ausencia de signos de violencia sexual, fueron los primeros datos que recogió la policía. Tras las diligencias iniciales, los investigadores dan cuenta que la niña fue encontrada camino a la casa de Montouto, segunda residencia de la familia.
Se prendieron las primeras alarmas. La pareja, acompañada de uno de los policías, acude a la casa que Rosario había visitado el día anterior–supuestamente, sin la niña—. Todo va normal hasta que la madre pide ir al baño. Con sospechas, el detective la sigue y se percata de la presencia de cuerdas naranjas en el tacho de la basura de la habitación.
No hay vuelta atrás para el disuelto matrimonio. Tras encontrar un video sospechoso de Rosario Porto, la policía la arresta en el velorio de la niña y la investigación en su contra se robustece. Sin embargo, los análisis toxicológicos de la menor revelaron la presencia de altos niveles de lorazepam en su sangre, lo que provocó la detención de Alfonso Basterra. ¿Las razones? Él era el encargado de administrar los medicamentos para la depresión a su exesposa, y de comprarlos mensualmente. Además, profesores de Asunta declararon que la niña vivía episodios constantes de somnolencia por un ‘polvo blanco’ que le daban sus padres, supuestamente para la alergia.
Poco a poco, se revelaron más antecedentes. Rosario Porto tenía un amante —la causa del divorcio entre el matrimonio y crecientes tensiones entre ambos—, Alfonso Basterra tenía en su computador porno asiático y fotos sugerentes de su hija (ordenador que se perdió y luego apareció), y se encontraron disfraces sospechosos de Asunta.
Otro aspecto que se señala en la serie y que es propio del caso real, es el hallazgo de semen en pequeñas partes de la polera de la niña. Los restos pertenecían a Carlos Murillo, un extranjero residente en España que fue involucrado en la investigación, a pesar de no tener vínculos con la familia Basterra Porto. Finalmente, se comprobó su coartada y se concluyó que las muestras de la ropa de la Asunta fueron contaminadas en el laboratorio.
Tras un juicio aplazado, en octubre de 2015, el fallo de un jurado popular encontró culpables a los padres adoptivos de Asunta y ambos fueron condenados a 18 años de prisión por asesinato con la agravante del parentesco. Rosario fue acusada de asfixiarla en casa de Basterra y, Alfonso, de sedar a la menor. Más tarde, habría sido ella quien dejó el cuerpo en la orilla del camino a Montouto.
No obstante, meses después, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia corrigió el veredicto y señaló a Rosario Porto como la única perpetradora del crimen, y Alfonso como partícipe del “plan concebido” para matar a la niña.
El 18 de noviembre de 2020, tras varios intentos de quitarse la vida, Rosario se suicidó ahorcándose en la prisión de Ávila en la que cumplía su pena. Alfonso todavía está preso, sin pedir medidas que disminuyan su reclusión.
El móvil del crimen se desconoce. Diversos son los cabos sueltos en el caso, tales como un previo intento de homicidio a la niña en casa de Rosario— retratado en la serie—, y la causa de muerte de los padres de Porto, quienes fallecieron de forma repentina antes del caso de Asunta, dejando a la abogada una herencia con una importante suma de dinero.
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