Del bochorno con Nicole al fenómeno Dinamita Show: los años de Mega en el Festival de Viña
Luego de un complejo panorama, Mega logró quedarse con la licitación de los próximos cuatro años de la cita. La próxima semana se firmará el contrato. Esta será la segunda vez que la señal tome el certamen, tras el lapso 1994-1999. La presencia de numerosos artistas mexicanos, rutinas de humor que fueron del éxito al fracaso, y acontecidos debuts, son parte del legado del canal que organizará próximamente el espectáculo.
A menos de cuatro años de su nacimiento como canal, Megavisión tomó la posta en uno de los desafíos más grandes de la televisión chilena: organizar y transmitir el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Corría 1994 y llegaba el fin del gobierno del retorno de la democracia. Patricio Aylwin estaba listo para cambiar de mando con Eduardo Frei Ruiz-Tagle, luego de las elecciones de diciembre.
Ya ese mismo mes de 1993 se había tomado otra importante decisión. La Municipalidad de Viña del Mar anunció que Megavisión, junto a la señal mexicana Televisa, habían logrado la concesión del certamen por tres años.
La decisión fue sorpresiva. La primera señal privada del país destronaba a la estatal, Televisión Nacional de Chile, canal dueño y señor del evento desde 1971, con un total de 23 transmisiones. Megavisión ganó nuevamente la licitación para el periodo 1997-1999, tomando el control por seis años en total.
Después de más de treinta años, Mega – ex Megavisión– vuelve a adjudicarse la licitación al ser el único canal oferente para la cita. Tras una tensa espera, que incluyó quejas e incluso una demanda de Canal 13, el Consejo Municipal de la Ciudad Jardín adjudicó a la señal del Grupo Bethia, y su alianza con la productora Bizarro, el lapso 2025-2028 del Festival de Viña del Mar.
La primera vez que el canal controló el certamen se notó la presencia de Televisa. La cadena mexicana era copropietaria de la señal privada desde 1991 y su huella quedó clara en el evento de la Quinta Vergara. La presencia de artistas como Luis Miguel, Lucero, Emmanuel, Juan Gabriel, Thalía, Paulina Rubio, Café Tacuba y Maná marcaron a fuego la impronta mexicana.
En esa oportunidad, Mega no solo se quedó con la instancia, sino también con su animador estrella. Antonio Vodanovic había sido anfitrión del evento desde 1976, durante 17 versiones (a cargo de TVN), consagrándose como una piedra angular de la fiesta en la Ciudad Jardín. Mega se aseguró. El presentador dejó la señal estatal y fue contratado por la privada para continuar animando el Festival de Viña.
Continuando la tradición iniciada en 1993, durante los seis años de reinado de Mega, Antonio Vodanovic fue acompañado por varias animadoras que se alternaban por noche, entre ellas modelos, aristas y periodistas chilenas y extranjeras. Algunas de las más recordadas del periodo son Sofía Vergara, Andrea Frigerio, Thalía, Marta Sánchez y Cecilia Bolocco.
A pesar del memorable sello mexicano de la organización de Mega, importantes artistas internacionales se presentaron en Viña, como Donna Summer, Shakira, Backstreet Boys, Laura Pausini, Plácido Domingo y No Mercy. En cuanto a artistas chilenos, Myriam Hernández, Luis Jara, Andrés de León, Congreso, Lucybell, Nicole y La Ley deleitaron al Monstruo en el transcurso de esos seis años.
Tal era la cantidad de artistas fichados para cada edición del festival que Megavisión tomó una decisión: todos se presentarían solo una noche. Hasta 1993, varios músicos y humoristas repetían sus presentaciones más de un día.
A continuación, Culto hace un recuento de los momentos más icónicos y los hitos más relevantes del primer periodo de Mega como organizador del Festival de Viña.
El complejo debut de Alejandro Sanz
Era el primer año que Mega lideraba el evento y Alejandro Sanz debutaría en el escenario viñamarino la quinta y penúltima noche. El madrileño integraba el jurado de la competencia internacional, en donde también participaban Paulina Rubio y Bebu Silvetti.
Cuando el joven de 24 años entró al escenario, luego de una ingeniosa presentación de Antonio Vodanovic, el espectáculo no pudo arrancar por complicaciones técnicas. “Buenas noches, a todos, parece que tenemos un pequeño problema con el teclado, lo solucionaremos en un momentito”, dijo Sanz.
“Alejandro, vamos a esperar un instante, solamente para conectar ese teclado”, dijo Vodanovic. Ante las pifias del público, el animador invitó al compositor a improvisar. Obediente, el músico tomó su guitarra y se dispuso a cantar, pero la guitarra tampoco se escuchaba. A pesar de ello, siguió interpretando casi a capela Esclavo de tus besos, de Camarón de la isla.
Después del fallido inicio, la presentación de Alejandro Sanz logró repuntar y conquistar a sus seguidores. Quien no estaba muy contento era el español, quien tras su debut, abandonó el escenario llorando de rabia.
Las víctimas del Monstruo
El humor es clave cuando se trata del Festival de Viña. A diferencia de los últimos diez años, donde la presencia de comediantes nacionales es mayoritaria, en los años 90 eran varios los humoristas extranjeros que aterrizaban en la Quinta Vergara para probarse ante el Monstruo.
La española Sarah Sanders fue uno de ellos. En 1998, durante el penúltimo año que Mega y Televisa organizaban el festival, la humorista se presentó en medio de un contexto complejo. Tras la presentación de Marco Antonio Solís, los ánimos del público estaban disparados. En medio de abucheos, la comediante ingresó al escenario y comenzó su rutina, pero esta solo duró 7 minutos, a pesar de las risas y los aplausos esporádicos del público. La española abandonó el escenario sin referirse al ambiente y sin ningún reconocimiento.
“Claro que te va comiendo cuando oyes el jolgorio. Es normal, cuando uno cuenta treinta y un chistes, no los puede contar todos, solo me quedó uno en el tintero”, dijo después en backstage.
En esa misma edición, pero el día anterior, el Monstruo ya había tenido otra víctima. Se trataba de Oscar Gangas, comediante chileno, quien prometió una rutina con humor blanco, sin groserías o ‘chistes cochinos’ como los de Melón y Melame, que se habían presentado la noche anterior. Pronto, las pifias fueron más fuertes que la rutina de Gangas, quien a los quince minutos de show se retiró del escenario sin ninguno de los premios.
En 1994, el humorista Palta Meléndez se presentó en la Quinta Vergara por segunda vez y, a diferencia de sus colegas, su rutina fue un éxito. Sin embargo, un chiste en particular sacó ronchas en los sectores más conservadores del país. “Cuando conté el chiste del Papa Juan Pablo II, el padre Hasbún pidió por mi alma en Canal 13 y pidió excomulgarme”, contó el humorista en Cultura Verdadera en 2016. “Tuve que ir a darle explicaciones al ministro del interior y me mandó una carta para que fuera hablar con Monseñor Medina”, relató sobre las consecuencias del polémico chiste.
El abrupto fin del show de Nicole
La artista nacional Nicole se presentó por primera vez en el Festival de Viña en 1996. A pesar de que su concierto fue bien recibido por el público – durante la misma noche en la que se presentaría Café Tacvba —, la transmisión en televisión no corría la misma suerte. El rating, sistema de medición de audiencia que llegó a Chile a inicios de los 90, estaba en números rojos durante la presentación de la chilena de en ese entonces 19 años.
El show de Nicole fue cortado después de solo media hora de presentación, sin espacio para un bis u oportunidad para que el público le otorgara los anhelados premios.
“En esos años le regalaban un galardón a todo el mundo, y al no dármelo, que no sé por qué fue, si un error u otra cosa, quedó esa polémica, pero no fue el Monstruo el que no quiso dármelo”, dijo la artista en su retorno a Viña en 2015, según recoge Página 7. “Vodanovic manda a comerciales y no me despide entregándome el galardón”, dijo Denisse Laval (su verdadero nombre) años más tarde en Mega.
Un show dinamita (por partida doble)
Hasta su presentación en el Festival, el dúo humorístico Dinamita Show vivía una carrera emergente. En las calles de Viña del Mar, Paul Vásquez (“El Flaco”) y Mauricio Medina (“El Indio”) comenzaron contando chistes y luego, en 1996, fueron catapultados a la fama gracias a su éxito en la Quinta Vergara.
La pareja se llevó las antorchas y la Gaviota de Plata, en ese momento los premios más importantes del certamen. Dado su rotundo éxito, fueron invitados a subirse nuevamente al escenario la última noche del evento, instancia en la que marcaron cerca de 43 puntos de raiting, según consigna Canal 13.
“Mi mamá me los compró” o “Cuando llegaron los indios con los españoles” son algunos de los chistes clásicos del dúo que nacieron de las presentaciones de 1996, y que ingresaron para siempre en la memoria colectiva del país. Fueron un fenómeno no sólo humorístico, sino que casi cultural.
El debut de Juan Gabriel y Arjona salvando la noche
Ese mismo año, la estrella mexicana Juan Gabriel llegaba por primera vez al Festival de Viña. Las entradas para esa noche se habían agotado hace meses y la expectación era enorme. Carlos Vives abrió la noche y le siguió una desafortunada rutina de Dino Gordillo, cuyos chistes sobre ‘El Divo de Juárez’ enfurecieron al Monstruo, que rápidamente calmó sus ánimos y continúo escuchando al chileno. Casi de va de pifia brutal.
“Desde el arranque a las 00.25 horas con No tengo dinero, los jurados en primera fila quedaron pasmados”, reporta Culto una década más tarde, recordando el primer show de Juan Gabriel en la Quinta Vergara. Su espectáculo duró 3 horas y 40 minutos, con un rating de 34 puntos, el más alto de la primera noche.
Su éxito fue tal que la organización lo invitó nuevamente en 1999. Sin embargo, no se presentó. Juan Gabriel canceló a último momento su actuación en la noche final de certamen, aludiendo razones de salud.
Ricardo Arjona llegó con el salvavidas. El guatemalteco se había presentado con éxito la segunda noche de la instancia, y no tuvo problemas para reemplazar al mexicano en el show clausura de la 40° versión del Festival de Viña. Incluso, se llevó el doblete de gaviotas.
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