La Star Wars que más amo y la que más odio
A raíz de la celebración de un nuevo Star Wars Day (o May the 4th), en Culto le preguntamos a un grupo de conocedores de la saga cuál es su película favorita y cuál es la que les genera más rechazo. El Imperio Contraataca (1980) domina en el primer apartado, mientras que en el segundo las opiniones se reparten. Un adelanto: la recién reestrenada La Amenaza Fantasma (1999) no sale ilesa.
Una buena parte de los conocedores de Star Wars parecen coincidir en que El Imperio contraataca (1980) es la cumbre de la saga, la obra que mejor conjuga los elementos característicos de la historia creada por George Lucas hace 47 años. En cuanto al punto más bajo las preferencias se dividen entre distintos episodios de las precuelas –la recién reestrenada La amenaza fantasma (1999) no sale ilesa– y los filmes concebidos bajo el alero de Disney.
Es lo que se desprende de la opinión de un grupo de guionistas que respondieron a Culto cuál es su película favorita de la franquicia y cuál es la que más rechazo les genera. Un ejercicio propuesto a raíz de la celebración de un nuevo Star Wars Day (o May the 4th). Este es un viaje por lo más brillante y lo más opaco de las aventuras en la galaxia muy, muy lejana.
*Josefina Fernández, guionista
La Star Wars que más amo: El Imperio contraataca, por lejos y sin dudarlo. El mundo de nieve es fascinante, te impacta de entrada con la escena de Luke metiéndose adentro de su tauntaun (tuve que buscar como se llaman esa especie de caballos de dos patas), tiene grandes momentos en la ciudad de Lando Calrissian y el “plot twist” más famoso de la historia del cine; “Yo soy tu padre”. Pero especialmente por el romance entre Han Solo (personaje favorito de toda la saga) y Leia, que termina dramáticamente con Han congelado en carbonita.
La Star Wars que menos me gustó: La amenaza fantasma. Simplemente no estaba preparada para los efectos digitales. La fui a ver al cine llena de ilusión y casi me muero con Jar Jar Binks. Sentí que no tenía nada de la magia de las tres primeras, que se lucían con esos efectos especiales análogos, con robots y extraterrestres que eran títeres o actores disfrazados y que le daban un espíritu especial. Quizás si la veo ahora me gustaría más, porque el elenco, con Ewan McGregor, Liam Neeson y Natalie Portman, es increíble.
Mención especial a The Mandalorian. Aunque no es película, es uno de mis mundos favoritos de Star Wars. El Mandaloriano, interpretado por nuestro adorado Pedro Pascal, es el único que le hace competencia a Han Solo en mi corazón.
*Julio Rojas, guionista y escritor
La mejor: El Imperio contraataca. Cine puro, exploración del bien y el mal, escenas icónicas, y la integración perfecta que captura el espíritu de la trilogía original. Aunque la gran revelación que ya sabemos se ha convertido en un meme hasta el cansancio, su impacto dramático y emocional sigue siendo poderoso y no se desgasta. La película no solo desarrolla a cada personaje de manera brillante, sino que tiene un ritmo que es una clase magistral de narrativa. Una obra maestra, un clásico instantáneo e indestructible que no envejece.
Peor: supongo que El ataque de los clones (2002). Olvidable. Una película que fue un trámite, sin vocación cinematográfica, sino que una gran pantalla verde de efectos especiales intentado complacer a... nadie. Nada que decir. Un Anakin insufrible.
*Simón Soto, narrador y guionista
La mejor: El Imperio contraataca. Intuyo que es la respuesta mayoritaria. Es el punto del relato más complejo y potente en términos dramáticos, en el cual los personajes se enfrentan a sus decisiones más turbulentas. También está la imaginería visual, la multiplicidad de espacios físicos y simbólicos. Todavía vibra con la misma fuerza original en nuestros recuerdos cinéfilos. No ha envejecido nada.
La peor: Obi-Wan Kenobi. No es una película (en ese caso, mi elegida habría sido Los últimos Jedi, que posee el peor final posible para Star Wars), pero la elijo porque agrupa lo peor, lo más abyecto y deleznable que le ha hecho Disney al mundo de George Lucas.
*Francisco Ortega, escritor y guionista
De mis primeros recuerdos del cine. Una planicie helada y una “manada” de “bestias mecánicas” avanzando por la nieve, destruyendo todo a su paso con rayos láser disparados por cañones montados en la cabeza a manera de cuernos y cachos. Era lo más parecido a un dinosaurio mezclado con un robot, la razón para quedar boquiabierto a los siete años ante la pantalla del cine, sabiendo que nada más iba a ser como antes. La verdad el resto de la película me dio un poco lo mismo, los AT-AT me habían ganado el corazón. Y casi 50 años después siguen siendo mi máquina de ciencia ficción favorita de todas y la razón por la cual amo a El Imperio contraataca por sobre cualquier otra película de la saga: es decir ganan los malos, hay un combate entre asteroides, tiene la revelación absoluta de la historia del cine comercial y además a ese batallón de ungulados acorazados. La vi antes que la Guerra de las Galaxias original —de hecho fue la única de la saga que vi en el cine hasta 1997, cuando se reestrenó la santa trilogía— y la disfruté aún sabiendo (gracias al comercial de Savory de helados Centella) que Darth Vader era el papá de Luke. Cuando volví a casa lo primero que hice fue escribir en un cuaderno un resumen de la película para que no se me olvidará. Como no recordaba los nombres ni todos los detalles, rellené con invención mía e incluso le inventé un final (donde Vader había engañado a Luke con lo del padre): fue el primer cuento de mi autoría, un fanfic antes de que existieran los fanfic. Las vueltas de la vida, acabé firmando el guion de un episodio de Visions, realizado para Lucasfilm por Punkrobot. Por eso y porque es la mejor película de toda la epopeya galáctica, yo amo El Imperio contraataca.
¿Y si odio alguna cinta o serie? Podría mencionar El ascenso de Skywalker (2019) o Solo (2018), o la olvidable animada Resistance, pero en realidad si hay algo que no soporto en todo este universo es la “pera voladora” de El ataque de los clones. El resto es Star Wars y uno ama Star Wars porque todo tiene que ver con Star Wars, incluso las malas historias de Star Wars.
*Daniel Castro, guionista
Mi favorita: El regreso del Jedi (1983) tiene un lugar especial en mi corazón, porque fue la primera que fui a ver al cine. Debo haber tenido como seis o siete años. La experiencia en la pantalla grande fue alucinante. Ver la conclusión y cierre de esta trilogía fue una experiencia inolvidable. Recuerdo la inmensa pena que me dio al ver morir a Anakin, tras haberse redimido y haber salvado a su hijo.
La que menos me gusta: Para mí La amenaza fantasma fue decepcionante. Tal vez las expectativas eran muy altas. Además, el abuso de efectos digitales, sobre todo en personajes, le quitó esa artesanía que tenían las entregas anteriores. Creo que también mi experiencia fue distinta porque ya no era un niño.
*Daniella Castagno, guionista
Desde la perspectiva del guión, la que más amo es El Imperio contraataca. Una nueva esperanza (1977) es una excelente película de aventuras, pero El Imperio contraataca es la que le da sentido a toda la saga, estableciendo las bases para toda la historia de los Skywalker, el enfrentamiento con Obi-Wan, el Emperador como figura “en las sombras” que dirige todo, etc. Además, es excelente porque es de las pocas segundas partes que incluso supera a la original y, para colmo, es una película donde los “buenos” no ganan. Su sentido del ritmo es fantástico, con múltiples arcos interesantes llenos de aventura, giros inesperados y un desenlace épico (“Yo soy tu padre”) que no ha sido superado nunca.
La que más odio es Los últimos Jedi (2017). El director Rian Johnson decidió romper con la idea que J. J. Abrams había preparado para la trilogía de Rey y cometió algunos de los peores errores que se pueden hacer cuando escribes una película en medio de una saga: terminar con todas las diferentes historias previamente iniciadas, acabar con los villanos creando una confusión masiva sobre hacia dónde se dirige la saga, introducir temas “anacrónicos” del universo inventado de Star Wars (¿tiene sentido hablar de ecología en un universo lleno de planetas hiperpoblados de criaturas galácticas de todo tipos y tamaños?). Todo esto, con un terrible sentido de ritmo, una sensación continua del ridículo con los personajes más queridos (como Luke o Leia), y un desenlace digno de las peores novelas de Stephen King. De hecho, dejó tal desastre que para la última película (El ascenso de Skywalker) Abrams trajo de vuelta al Emperador para intentar reconducir la historia y darle un desenlace creíble (sin conseguirlo tampoco).
*Pablo Illanes, escritor y guionista
Por tiempo y estilo, mi favorita es indiscutiblemente El imperio contraataca. Todo lo que me gusta de la saga está en esa película, que son los elementos trágicos de la historia.
La que menos me gusta es La amenaza fantasma, con su humor de pacotilla. Me salí del cine una hora después de que empezó, nunca la he vuelto a ver y no creo que lo haga.
*Jonathan Cuchacovich, guionista
La que más amo: El Imperio contraataca. Puede ser prácticamente un lugar común decirlo, pero esta película lo tiene todo: la épica del joven Skywalker en su camino por convertirse en un Jedi, aquella frase que resignificó por completo la historia y nos voló la cabeza a toda una generación (“Yo soy tu padre”); y aquella otra frase que convirtió al personaje más cool de la saga en el más cool de toda la galaxia (“Te amo”, “Lo sé”) justo antes de ser congelado en carbonita. Con una visualidad sin parangón para la época, aventuras por toneladas, algo de romance, un peso emocional de alto calibre y aquel trágico final que nos dejó desesperados por más, El Imperio contraataca sin duda tiene un lugar privilegiado en el corazón de los acólitos de Star Wars.
La que menos me gusta: El despertar de la fuerza (2015). Si para comenzar a utilizar la fuerza Luke tuvo que pasar tormentosas jornadas de entrenamiento y aun así perdió una mano –y casi su vida– en su primer enfrentamiento con Darth Vader, Rey utiliza la fuerza y prácticamente derrota al líder de la Primera Orden sin antes jamás haber empuñado un sable láser. Esto es El despertar de la fuerza. El relanzamiento de la saga prometía insuflar de vitalidad el universo Star Wars con personajes nuevos, un impresionante despliegue audiovisual y un irrestricto compromiso hacia el fanservice. Sin embargo, esas buenas intenciones terminaron en un pastiche de situaciones ya vistas, con protagonistas sin la complejidad de los de antaño y con los personajes antiguos desvirtuados. Como filme, muy probablemente no es el punto más bajo de la franquicia –no está Jar Jar Binks–, sin embargo, sentó las bases de una errática trilogía que terminaría por enterrar cada vez más a una saga tan querida.
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