“Me siento orgulloso de Jar Jar Binks”: la reivindicación del actor detrás del personaje más odiado de Star Wars
Ahmed Best, un fanático de la saga de George Lucas, creyó que había alcanzado la oportunidad de su vida cuando consiguió su rol en La Amenaza Fantasma (1999), pero la recepción fue lapidaria. La crisis personal que le gatilló fue tan profunda que incluso consideró el suicidio. Sin embargo, el paso del tiempo ha provocado que mire esa época con mayor serenidad. “Era un personaje maravilloso que siempre encontraba la manera de triunfar”, planteó recientemente.
La Star Wars original fue la primera película que Ahmed Best vio en el cine. Lo que se proyectó en la pantalla grande le gustó tanto que su mamá tuvo que ir a comprar telas y se dedicó a confeccionarle toda clases de cosas con el diseño del filme de George Lucas: ropa, sábanas y fundas de almohadas. Esa saga y Star Trek estimularon su imaginación mientras crecía junto a su familia en el Bronx.
Durante los años 90, cuando era un veinteañero, tuvo la oportunidad de viajar por Estados Unidos y Europa con Stomp, un grupo artístico que utilizaba el cuerpo y objetos comunes en espectáculos que mezclaban danza, música y representación teatral. Robin Gurland, director de casting de la que sería la primera cinta de Star Wars en 16 años, asistió a uno de sus sus shows y le pareció que la actuación de Best era “electrizante”. De inmediato le ofreció que viajara a California, al Rancho Skywalker, a realizar una audición para un misterioso rol, Jar Jar Binks.
El actor obtuvo el papel y se encargó de una tarea sin precedentes en la historia del cine: darle movimientos y expresiones a un personaje generado por computador. Una técnica que luego sería bautizada como “motion capture” (captura de movimiento) y usada posteriormente en figuras como Gollum, King Kong y los Na’vi de Avatar (2009).
Inmerso en el proyecto, sugirió que él también podía prestarle su voz a Jar Jar. De ese modo, aunque su rostro nunca aparecería en pantalla, el resultado final sería en gran medida mérito de él. Estaba viviendo un sueño.
Pero todo se empezó a derrumbar antes de que Star Wars: La amenaza fantasma (1999) debutara en las salas del mundo. A través de internet se montó una campaña de rechazo hacia Best, con sitios web dedicados a hablar mal de él y su trabajo en la película, y la creación de montajes fotográficos y pornografía en torno a su personaje. El asunto siguió escalando y el número personal del intérprete se filtró, generando que personas le dejaran amenazas de muerte en el buzón de voz. “Fue terrible. Fue el punto más bajo en el que he estado en mi vida”, señaló a The Guardian en 2023.
La reducción de la participación de Jar Jar Binks en las tramas de Star Wars: El ataque de los clones (2002) y Star Wars: La venganza de los Sith (2005) provocó que se acentuara su crisis personal. También fue un golpe muy duro que las oportunidades laborales fueran casi nulas después de su aparición en la galaxia muy, muy lejana.
Pero lo que le resultó más devastador fue que se acusara a Jar Jar como “racialmente ofensivo”, debido al acento y el aspecto del personaje, para algunos no muy diferente a la tradición del estereotipo de hombres negros en Hollywood. La situación se volvió tan crítica que en un momento pensó en el suicidio, algo que expuso en redes sociales en 2018, cuando subió una foto en que aparecía junto a su hijo en el Puente de Brooklyn.
“Este fue el lugar donde casi terminé con mi vida. Todavía es difícil hablar de ello. Sobreviví y ahora este pequeño es mi don para la supervivencia”, escribió en su cuenta de Twitter en ese momento.
Sin embargo, el tiempo ha sanado las heridas de esa época y hoy es capaz de hablar con serenidad sobre esos momentos oscuros.
“Era la primera vez en mi vida que no podía ver el futuro. No veía ninguna esperanza. Aquí estaba a los 26 años, viviendo mi sueño, y mi sueño se había acabado”, indicó a The New York Times hace unos días, donde aprovechó de aclarar que nunca intentó hacer un acento particular. “Leí exactamente lo que escribió George”, expresó.
En esa entrevista puso en valor su trabajo en Star Wars y la revolución que supuso a nivel tecnológico. “No puedes tener a Gollum sin Jar Jar. No puedes tener a los Na’vi de Avatar sin Jar Jar. No puedes tener a Thanos o a Hulk sin Jar Jar. Fui la señal para el resto en esta forma de arte, y estoy orgulloso de Jar Jar por eso, y estoy orgulloso de ser parte de eso. ¡Yo estoy ahí!”, planteó.
Ahmed Best volvió a prestarle su voz al personaje en la serie animada Star Wars: The Clone Wars y hará lo propio en la serie de Disney+ LEGO Star Wars: Rebuild the Galaxy, con un papel llamado Darth Jar Jar. Pero para muchos su reivindicación se produjo gracias a la tercera temporada de The Mandalorian, donde encarnó a Kelleran Beq, un maestro Jedi con un rol preponderante en esa historia. “Fue como volver a casa”, dijo recientemente.
Hoy no oculta su deseo de conocer el desenlace de su personaje en las precuelas, desconocido después de los hechos de Star Wars: La venganza de los Sith. Según declaró a People, “era simplemente un personaje maravilloso que siempre encontraba la manera de triunfar. Y me encantaría saber el destino de Jar Jar a partir de ahí, incluso si es con una escena que le da un cierre”.
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