El trauma de dos madres: cómo es el duelo actoral de Jessica Chastain y Anne Hathaway en Instinto Materno

El Festival de Toronto 2018 acogió el estreno mundial de Mothers’ instinct, que ganó elogios por su manejo de la intriga y el melodrama. Adaptación de la novela de la autora belga Barbara Abel, la película presentó a Alice y Céline, dos dueñas de casa de los suburbios de Bruselas en los años 60, cuyas vidas cambian para siempre cuando el hijo de una de ellas sufre un trágico accidente.

Seis años después, las actrices (y productoras) Jessica Chastain y Anne Hathaway llegan con la versión estadounidense de esa historia. Instinto materno, que se estrena este jueves 1 de agosto en cines chilenos, es la ópera prima del director de fotografía francés Benoît Delhomme y extrae elementos tanto del libro como del filme de 2018.

Céline (Hathaway) y Alice (Chastain) tienen cualidades en común: viven en casa contiguas, son madres de hijos de edad similar, tienen maridos exitosos y comparten una entrañable amistad. También tienen diferencias: Céline es más relajada y no anhela una vida fuera del hogar, mientras que Alice es más estricta y aún sueña con retomar su labor como periodista.

Un día en que el hijo de Céline no va al colegio porque está enfermo se produce un incidente que cambiará a ambas familias para siempre. Céline culpa a Alice porque cree que pudo haber hecho algo más para evitar la tragedia, quebrando el vínculo entre ambas. Mientras sus maridos afrontan la situación de manera diferente, ocurre otro episodio que causa que aumenten las sospechas y la paranoia entre las mujeres.

Aunque comienza como un típico drama ambientado en los suburbios de Estados Unidos, la cinta incorpora notas de thriller hitchcockiano a medida que los hechos de la trama se desencadenan. El director prioriza los planos cerrados para entrar en el convulso mundo de sus protagonistas, dos actrices comprometidas con el material.

Anne Hathaway abandona la comedia romántica de La idea de ti (2024) y se pone en la piel de una mujer en duelo que tiene más capas de las que parece a simple vista. Chastain, vista en el último tiempo en El ángel de la muerte (2022) y Memory (2023), interpreta a una mujer sumida en la paranoia.

“Si bien el tercer acto ofrece el inevitable melodrama campy, que es el principal atractivo, es el filme que lo precede lo que resulta más notable: un sincero regreso a un cine profundamente poco cool que aparentemente no se preocupa por las burlas que probablemente recibirá”, indicó The Film Stage, medio que destacó en particular el trabajo de Hathaway, elogiando su habilidad para “enhebrar la aguja entre dos géneros dispares”.

Otros medios no estuvieron de acuerdo con esa perspectiva. “No tiene la grandeza del gran melodrama ni la habilidad del gran cine negro”, señaló Variety.

“La película comienza muy seria y chocante y concluye con una nota de pura farsa, aunque debo decir que la actuación de Chastain tiene una contención tensa que es marginalmente más convincente que las exhibiciones operísticas pero inexpertas de dolor y reclamo de Hathaway”, apuntó The Guardian.