Pablo Larraín y Angelina Jolie aterrizan en Venecia: “Cuando trabajas con Pablo, no puedes hacer las cosas a medias”
El director chileno presentó Maria, la cinta en que la actriz interpreta a Maria Callas durante sus últimos días en París. “Estaba terriblemente nerviosa”, reconoció ante la prensa, mientras que el realizador aseguró que buscó un ángulo que le permitiera celebrar a la soprano greco-estadounidense. “No quería hacer una película oscura sobre una situación trágica”, indicó. Las primeras críticas elogiaron el trabajo de la protagonista.
Un día después de que Tim Burton y Michael Keaton inauguraran la 81° edición del Festival de Venecia (presentando Beetlejuice Beetlejuice), le llegó el turno a Pablo Larraín y Angelina Jolie.
El cineasta chileno y la estrella estadounidense se unen en Maria, su esperada cinta biográfica sobre Maria Callas. El filme presenta los últimos días de la emblemática soprano mientras su mente la lleva a revisitar episodios de su pasado, incluyendo sus experiencias durante la Segunda Guerra Mundial y su romance con el empresario Aristotle Onassis (Haluk Bilginer). Larraín la introdujo a la prensa como “una celebración de su vida, de su trabajo y de su música”.
“Siempre me intrigó el hecho de que casi no hay películas sobre óperas y cantantes de ópera. El mundo de la ópera, que es tan interesante como forma de arte, ha sido en gran medida ignorado por el cine. Hay excepciones, por supuesto, hay películas, pero muy pocas”, señaló el realizador durante la conferencia al explicar su interés en hacer un proyecto sobre “probablemente la voz más grande de la historia, que tuvo una vida muy hermosa y difícil”.
El director chileno, un reconocido fanático de la ópera (hizo Katia Kabanova en el Teatro Municipal en 2014), alabó a su actriz principal. “Por supuesto esta película no existiría sin Angelina. No se puede hacer o ni siquiera intentar hacer una película como esta sin haberla interpretado adecuadamente”, planteó.
Durante alrededor de medio año Jolie se sometió a entrenamiento vocal, afinando la respiración y la postura que demandaba el papel. “Todo el mundo aquí lo sabe, estaba terriblemente nerviosa”, dijo mirando a los productores y a los actores italianos Pierfrancesco Favino y Alba Rohrwacher, también parte del elenco.
“Cuando trabajas con Pablo, no puedes hacer las cosas a medias. Él exige, de la manera más maravillosa, que realmente hagas el trabajo y aprendas y te entrenes”, indicó, recordando el primer día en que cantó en el set (el largometraje fusiona su voz con la de la artista en diferentes etapas de su carrera).
“Recuerdo que estaba tan nerviosa, mis hijos estaban allí, tuvieron que cerrar la puerta con llave para garantizar que nadie más entrara. Estaba temblorosa. Pablo me hizo empezar en una pequeña habitación y terminar en La Scala (de Milán), por lo que me dio tiempo para crecer. Yo tenía miedo”.
Frente a una posible nominación a los Oscar, respondió que su principal preocupación está en que su trabajo encuentre aprobación entre los seguidores de la soprano. “Para mí el punto de partida para saber si lo hice lo suficientemente bien son los fanáticos de Maria Callas y aquellos que aman la ópera, y mi miedo sería decepcionarlos”.
“Hay muchas cosas que no diré en esta sala que probablemente ustedes saben y asumen”, respondió cuando se le consultó sobre si se identificaba con el personaje que interpreta.
La película escrita por Steven Knight muestra a Callas en un momento en que lleva algunos años sin cantar en público –por el deterioro de su voz– y ensaya para una presentación que nunca realizará. Acompañada de su ama de llaves (Rohrwacher) y su mayordomo (Favino), vive enclaustrada y sedada en su casa de París mientras anhela el regreso del reconocimiento que extravió.
“¿Cómo hacemos una película en la que el personaje principal se convierte lentamente en la suma de las tragedias que cantó? Y el ángulo era una celebración. No quería hacer una película oscura sobre una situación trágica. Es más como una película en la que una mujer que ha pasado su vida cantando para otros, cuidando a otros, preocupándose por sus relaciones, ahora está lista para cuidar de sí misma y encontrar su propio destino”, detalló Larraín.
Según se anunció ayer, Netflix adquirió los derechos de exhibición en Estados Unidos y la estrenará en una fecha a definir, lo que implica que la plataforma de streaming se encargará de montar una campaña para la temporada de premios.
Elogios y reparos
“La opulenta Maria, de Pablo Larraín, se centra astutamente en los últimos días de la soprano, mostrando a una Angelina Jolie rígida y digna como una leona en invierno”, reseñó The Guardian en una de las primeras críticas publicadas tras el debut en Venecia. “Me derribó, me conquistó y para cuando aparecieron los créditos finales, Dios nos ayude, estaba esperando un bis”, agregó.
Deadline se deshizo en elogios al hablar del responsable de El club (2015), al que describió como “maestro”. “Cada elemento de Maria expresa esa maestría”.
Ese medio alabó el atrevimiento del realizador nacional. “Otros cineastas podrían esquivar la música en sí, por lo abrumadora que es, pero Larraín abre las compuertas a su oleaje oceánico. Hay arias enteras deslumbrantes; algunas se recrean en los grandes escenarios de Europa y otras son aparentemente invenciones de la imaginación expansiva de Maria”.
Por su parte, Variety opinó que es inferior a Jackie (2016) y Spencer (2021), sus anteriores cintas sobre mujeres icónicas del siglo XX. “Está impulsada por un fatalismo dramático que no le hace mucho favor. Es el primero de estos tres filmes que trata sobre una gran artista, pero Maria, de alguna manera, parece una figura menor que las heroínas de Jackie o Spencer. O al menos parece que hay menos en juego”, sostuvo.
Ese mismo portal destacó el poderío de la actuación de su protagonista: “Jolie, por primera vez en años, nos recuerda que puede ser una actriz muy seria, de una sutileza y un poder imponentes”.
Coincidió en ese punto IndieWire, que aseguró que la actriz “le da a esta película inmaculadamente adornada una sensación de interioridad muy necesaria”. “La interpretación teatral de Jolie, pero delicadamente reveladora, resulta envolvente y reveladora a partes iguales, como si Maria Callas fuera un conducto para que ella recupere su propia identidad como artista y ser humano”, agregó.
“La intimidad es el factor clave que falta en la tercera parte de la trilogía no oficial del talentoso director chileno”, advirtió The Hollywood Reporter, medio que observó que de todos modos “es una versión mucho más atrevida y poco convencional del capítulo final de la vida de la legendaria soprano que Callas forever (2002), la película biográfica de Franco Zeffirelli protagonizada por Fanny Ardant”.
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