Fue exactamente hace 67 años, el 4 de octubre de 1957, que la Unión Soviética lanzó el primer satélite artificial de la historia al espacio exterior. Se trata del Sputnik 1, una esfera de aluminio de 58 cm de diámetro con cuatro largas antenas sobresaliendo para transmitir señales de radio.
En ese entonces, Estados Unidos y la Unión Soviética se encontraban en plena Guerra Fría, donde, con el objetivo de demostrar sus capacidades científicas y tecnológicas, ambos países comenzaron a construir enormes arsenales nucleares y cohetes.
Fue entonces cuando se le encargó al científico e ingeniero de cohetes y naves espaciales Serguéi Koroliov fabricar el mítico satélite que llevaría el nombre Sputnik 1, que se traduce del ruso a “Compañero de viaje”.
Mientras que Serguéi Koroliov, pasaría a la historia como el “padre del programa espacial soviético”, el lanzamiento del Sputnik 1 dio inicio a la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
El satélite tenía un objetivo definido: estudiar la densidad de las capas altas de la atmósfera y el campo electromagnético de nuestro planeta. Ese día, Sputnik 1 tardó tan solo 98 minutos en orbitar la Tierra.
Después de eso, el satélite pudo ser monitoreado en todo el mundo hasta tres semanas después de su lanzamiento, fecha en la que sus transmisores, alimentados por baterías químicas, dejaron de funcionar. Sin embargo, continuó en órbita como un objeto inactivo y logró completar alrededor de 1.400 vueltas a la tierra hasta su caída el 3 de enero de 1961.
El inicio de una larga carrera espacial
En los años que le siguieron al lanzamiento del satélite, Estados Unidos y la Unión Soviética batallaron mano a mano por superarse a sí mismos en lo que se denominó como la “carrera espacial”.
Poco después del lanzamiento de Sputnik 1, Estados Unidos, que se negaba a quedar atrás, rápidamente organizó un equipo de científicos para poder llegar al nivel de la Unión Soviética. Sin embargo, tan solo un mes después del lanzamiento del primer satélite, los soviéticos lanzaron al espacio el Sputnik 2, que transportaba a la conocida perra Laika -que falleció entre cinco y siete horas después del lanzamiento por estrés y sobrecalentamiento-.
A Sputnik 2 le siguió el Explorer-1, el primer satélite Americano en llegar al espacio, y más tarde el Programa Apolo en 1961, que tuvo como objetivo llevar un hombre a la luna. Sin embargo, no fue hasta el 20 de julio del año 1969 que Estados Unidos finalmente logró la esperada hazaña que llevó a Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin a convertirse en los primeros hombres en pisar la luna.
Esta hazaña fue la que de alguna manera marcó el final de lo que fue la carrera espacial, una carrera que expandió los horizontes de la humanidad más allá de la tierra.