Por qué El Tiempo que Tenemos se convirtió en la cinta más emotiva del momento: “Sabe cómo hacernos entristecer”
Protagonizada por Florence Pugh y Andrew Garfield, la nueva película de la destacada productora A24 cuenta a través de fragmentos y unas actuaciones estelares la historia de amor de dos jóvenes que no tienen mucho tiempo. Esto es lo que ha dicho la crítica al respecto.
Hay veces en que la química entre dos actores es la clave fundamental para darle vida a una historia y lograr realmente emocionar a la audiencia. Ese es el caso de El tiempo que tenemos, una película que, a pesar de su premisa simple, ha dado mucho que hablar (y por qué llorar) tras su llegada a los cines. De hecho, llegó el pasado jueves 28 a salas chilenas.
Dirigida por John Crowley, esta cinta relata la tumultuosa relación entre Almut (Florence Pugh) y Tobias (Andrew Garfield ), dos jóvenes enamorados que deciden formar una familia, pero que muy pronto se ven enfrentados a una difícil noticia que cambia sus vidas por completo. A lo largo de la película, el tiempo avanza y retrocede, revelando el pasado de cada uno de los protagonistas y la cómica historia de como se conocieron en primer lugar. Esta manera no lineal de contar la historia es precisamente algo que muchas de las críticas han destacado y en parte es una de las claves de su suceso y de su emotivo arrastre dentro de la audiencia.
“Reconstruimos su historia solo gradualmente, a medida que el director John Crowley y el guionista Nick Payne desarrollan la trama en forma episódica y con saltos en el tiempo, moviéndose libremente entre puntos tardíos en la relación y sus primeros días”, expresó The Wall Street Journal.
“Muchos de los momentos que presenta Crowley representan hitos en la vida de la mayoría de las personas: la escena del parto es espectacular, y la propuesta de Tobias, presentada tímidamente al final de un pasillo lleno de velas y zanahorias, está a la altura de los clásicos de Hugh Grant”, agregó Variety.
Se trata de una película que remite a los grandes dramas románticos del cine contemporáneo, desde The Notebook hasta Un Amor Para Recordar, o Antes del amanecer. Sin embargo, a pesar de seguir la misma línea de una historia de amor condenada, también se desmarca del género romántico moderno desde una profunda honestidad.
“No es una película que rehúye de las emociones o que las maneje con distancia; al contrario, enfrenta el dolor de perder a un ser querido con valentía y delicadeza y comenta sobre la importancia de la calidad de vida, de intentar cumplir con nuestros sueños así fracasemos y sobre el derecho a tener una muerte digna, logrando tocar al espectador en los lugares más recónditos de su corazón”, expresó Rolling Stone, agregando que “Florence Pugh y Andrew Garfield son el alma de la película”.
“La química entre ambos actores es auténtica y le da vida a la historia, logrando que cada interacción, por breve que sea, esté cargada de significado”. Algo similar argumenta The Guardian en su crítica: “Su química es tan eléctrica que sería difícil imaginar cómo podría funcionar tan bien sin ellos”.
El casting de la película es sin duda una de sus grandes fortalezas, y es que se trata de una cinta que, para muchos, no funcionaría tan bien si no hubiese contado con actores tan destacados como son Pugh y Garfield.
“El director de teatro y cine irlandés John Crowley, que encontró su mayor éxito con Brooklyn de 2015, ha encontrado una manera de darle vida a una película sobre la muerte, sin aspirar exactamente a la reinvención de la rueda, sino confiando en el poder de las emociones grandes y honestas, y de dos estrellas de primer nivel que pueden venderlas fácilmente”, expresó The Guardian.
“Su naturaleza retrospectiva me pareció inmensamente encantadora, un gran drama romántico enérgico que sabe exactamente cómo hacernos desmayar y entristecer. Espero que haya tiempo para más como este”, finalizó el medio inglés.
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