Cuatro claves que definen a Maria, la íntima y dramática nueva cinta de Angelina Jolie y Pablo Larraín
Angelina Jolie interpreta a Maria Callas en Maria (2024), dirigida por el chileno Pablo Larraín, en una película biográfica que explora los últimos días de la soprano. La cinta se construye a través de recuerdos y las reflexiones de la cantante, quien enfrenta las consecuencias de una enfermedad. Culto ya vio el filme -que llega en enero- y estas son algunas conclusiones.
Angelina Jolie se pone en la piel y en la voz de Maria Callas, la gran soprano del siglo XX. Dirigida por Pablo Larraín, Maria (2024) completa un triángulo virtuoso de películas biográficas sobre grandes mujeres: Jackie (2016), con Natalie Portman como Jacqueline Kennedy, y Spencer (2021), donde Kristen Stewart interpretó a Diana de Gales.
Esta coproducción entre The Apartment, Komplizen Film, Fremantle Media North America y la nacional Fabula (La memoria infinita, El agente topo) es una de las favoritas para los Premios Oscar, tras ser nominada como Mejor película en el Festival de Venecia 2024 —donde tuvo su preestreno—y le concede a Jolie el magistral retorno a las pantallas, con una actuación que le vale una reciente nominación a los Globos de Oro como Mejor Actriz Principal.
Su estreno en cines chilenos es el próximo 2 de enero, y Culto entrega las claves para comprender su impacto.
*Saltos temporales
La cinta comienza con la muerte. Tal como lo adelanta la sinopsis, Maria narra los últimos días de vida de la cantante, quien falleció el 16 de septiembre de 1977 por una insuficiencia cardiaca, a los 53 años.
La película de dos horas se compone de cuatro actos, explícitamente presentados en pantalla por una claqueta: La Diva, Verdad importante, Ovación final y El ascenso. Estos, a su vez, se componen del presente, a color, y recuerdos en blanco y negro, al estilo del director de fotografía Ed Lachman, quien participó con Larraín en El Conde (2023). En su mayoría, las memorias corresponden a la edad adulta de Callas y son interpretadas por Jolie.
Mientras tanto, las escenas de la juventud son encarnadas por la actriz griega Aggelina Papadopoulou (19) y dan luces sobre la negativa relación entre Callas y su madre, Evangelia Dimitriadou.
La adolescencia de la artista —y tal como presenta brevemente la película—estuvo marcada por las exigencias de su progenitora, quien la presionaba en las clases de canto y la comparaba constantemente con su otra hija por su físico. Asimismo, el filme explora un hecho discutido por los biógrafos: la madre de Maria Callas intentó prostituirla con soldados nazis, a fines de la Segunda Guerra Mundial, en Nueva York.
“Callas siempre sostuvo que con ella no lo logró, pero parece claro que sí lo hizo con Jackie, la hermana de Maria”, dijo la biógrafa Lyndsy Spence a El País.
*Maria frente a Callas
El gran conflicto que afecta a Maria Callas en la película es la pérdida de su capacidad vocal. La última presentación de La Divina fue en Sapporo, Japón, en noviembre de 1974. De acuerdo a lo revelado por su médico, Mario Giacovazzo—interpretado por Vincent Macaigne—, la artista sufrió en sus últimos días una enfermedad llamada dematomyositis, que afectaba a los tejidos conjuntivos y le producía inflamación en la piel y los músculos. El malestar se extendió a la laringe de Maria Callas, lo que le generaba un dolor desgarrador al cantar.
“No hay vida fuera del escenario”, dice su personaje, en una línea que resume la disputa entre su vida pública y privada, así como el enfrentamiento a un pasado de esplendor. La alabada artista pronto se ve a sí misma ensayando en un teatro sin público, con la frustración de una voz que no le hace honor—según ella—a la versión de sus discos. Los recuerdos de sus antiguas presentaciones emergen en el filme gracias a recreaciones de imágenes de archivo.
“Esa que ha cantado es Maria. Yo quiero escuchar a Callas”, le dice el pianista que la acompaña en los complejos ensayos. Stephen Ashfield es el actor que hace del músico que, bajo la insistencia de la soprano, presiona para alcanzar la anhelada perfección.
El presente de la película, entonces, es Maria Callas ensimismada en poder cantar por primera vez para sí misma, mientras lucha con su pasado, el delirio y la enfermedad. “Ahora voy a cantar para mí”, dice en el filme.
*La interpretación de Angelina Jolie
En su mayoría, las críticas internacionales apuntan a un desempeño notable de Angelina Jolie, en lo que se establece como un retorno a las grandes actuaciones, tras papeles menos demandantes como en Maléfica (2014) y desempeñarse como productora ejecutiva o directora en otros títulos.
Telegraph, por ejemplo, destaca que esta es su “mejor interpretación en al menos 15 años”, al redoblar y elevar a extremos regios el glamour propio de la actriz. El medio recuerda de esa forma su rol en El intercambio (2008), por el cual la actriz fue nominada al Oscar, Bafta y Globo de Oro.
New York Post, además, apunta que Jolie “deslumbra como Maria Callas en sus últimos días”.
La actriz aseguró en varias entrevistas que se preparó siete meses para el papel, y que tuvo que aprender a respirar de nuevo para poder alcanzar los niveles de canto de Callas. Porque sí, Angelina Jolie despliega su capacidad vocal en la cinta, a pesar de que afirma que nunca antes había cantado ni siquiera en un karaoke. “La actriz se sometió a un intenso entrenamiento de más de seis meses que abarcó lecciones de canto, postura, acento y un profundo estudio de la vida de la diva”, detalló Vanity Fair.
Lo que se escucha en la película no es solo la voz de Jolie, sino una combinación de su voz y la de la propia Callas. A través del montaje de Sofía Subercaseaux se configura una fusión entre ambas voces.
Tras el Festival de Venecia de este año, en redes sociales se desplegaron una serie de comentarios sobre la delgadez de Angelina Jolie. Más allá de especular sobre el peso de la actriz, en Maria es un aspecto clave para comprender los últimos días de Maria Callas, pues la cantante no come, solo bebe y toma medicamentos. La delgadez de la actriz, y por consiguiente del personaje, demuestra un conflicto constante en la vida de la soprano atormentada primero por su madre, y luego por los estándares de belleza de la época.
La actuación de Jolie ya le otorgó una nominación a los Globos de Oro y se espera que sea nominada en la carrera para obtener su segundo Oscar. No sería sorpresa. Así le pasó en su momento a las otras protagonistas de cintas de Larraín: Natalie Portman con Jackie y a Kristen Stewart con Spencer.
*Papeles de soporte
Entre otros papeles menores, cuatro son los personajes secundarios a los que poner atención. “El amor está en casa”, dice Bruna, la fiel ama de llaves de Callas, quien es interpretada por la italiana Alba Rohrwacher, conocida por cintas como Lazzaro feliz (2018) y la serie de HBO My Brilliant Friend (2018)—una adaptación de Dos amigas, de Elena Ferrante—donde también es directora.
En la intimidad del departamento de Callas en París, también se encuentra su mayordomo, Ferruccio, interpretado por el conocido italiano Pierfranceso Favino, a quien se le ha visto antes en cintas como Guerra Mundial Z (2013) y Ángeles y demonios (2009), entre otras.
Ambos actores son los principales compañeros de escena de Angelina Jolie y dan cuenta de cómo era el círculo privado de la cantante. Así se ve en pantalla y lo verbaliza la Callas de la cinta. Los dos personajes se basan en la vida real.
Quien también es clave en la cinta es Haluk Bilginer, el actor turco que da vida a Aristóteles Onassis, el gran amor y tormento de Maria Callas. La película aborda cómo ambos se conocen y el declive de una relación basada en el poder. Si bien la soprano estaba casada con el magnate griego Battista Meneghini y Onassis con Tilda Livanos, eso no fue impedimento para que los dos se presentaran como pareja en público.
Con la relación llega el abandono a los escenarios y un hijo que no nació. El lazo se volvió poco a poco un infierno para Maria Callas. “No me amaba a mí, sino a lo que yo representaba”, confesó ella en el documental Callas, de John Ardoin. Y claro, poco tiempo después Onassis se casó con Jackie, un golpe certero para la cantante que, según la cinta y mucho tiempo antes, se reunió con John F. Kennedy para plantearle su desasosiego.
Por último, Kodi Smit-McPhee interpreta a un periodista llamado Mandrax—como el medicamento que Callas consume en exceso, quien se convierte en el alter ego de Maria Callas-. Durante esas conversaciones, se registrarán las reflexiones más profundas de la artista sobre su vida y dan paso a la retrospectiva en que se basa el filme.
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