Columna de Daniela Lagos: Cien Años de Soledad, premio al esfuerzo
La serie de Netflix, hecha en español y con elenco colombiano, tiene puntos altos, partiendo por un gran nivel de producción y algunas (pero absolutamente no todas) buenas actuaciones. Hay momentos cautivantes, escenarios impresionantes y momentos para admirar. Pero no todo brilla.
En la ya antigua y masiva práctica de llevar a la pantalla obras literarias, ha habido títulos clásicos y muy queridos que han sido considerados inadaptables. Novelas enormes, con mundos muy complejos, espacios demasiado increíbles o una prosa que necesita ser leída más que vista, que la industria audiovisual no ha podido o no ha querido tocar.
Y si bien es una lista que sigue teniendo algunos títulos inabordables, Netflix acaba de sacar de ahí uno de los grandes con el estreno de la primera parte de Cien años de soledad, la gigante novela de Gabriel García Márquez, que con su realismo mágico, su particular universo, sus intrincadas generaciones y, sobre todo, la escritura del autor, era para muchos imposible de traspasar.
Todo parte como en la página, aunque ahora con una voz que dice las palabras que millones antes leyeron. “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”. Así, se da inicio a la historia de la familia iniciada por José Arcadio y Úrsula, una pareja de primos que decide casarse a pesar de que los presagios indican que, por ser parientes, su descendencia estará maldita. Ellos también son quienes deciden junto con otras familias, partir de su tierra en busca del mar. No llegan hasta ahí, pero en medio de la pantanosa ciénaga deciden fundar su pueblo y llamarlo Macondo.
Ocho son los capítulos estrenados que cuentan la primera parte de la historia (en 2025 está previsto que llegue una segunda temporada) y la gran pregunta es si es que logra lo imposible. La respuesta es un poco satisfactorio sí pero no.
Sin duda la serie, hecha en español y con elenco colombiano, tiene puntos altos, partiendo por un gran nivel de producción y algunas (pero absolutamente no todas) buenas actuaciones. Hay momentos cautivantes, escenarios impresionantes y momentos para admirar.
Pero junto con esto, Cien años de soledad es una serie que, sobre todo en sus primeros capítulos, parece un resumen para la prueba. Escenas que pasan rápido como haciendo checks por los puntos de la historia sin generar ninguna emoción. Y para el cuarto capítulo, cuando el frenesí baja algo y permite conectar un poco más con los personajes, quizás ya muchos habrán decidido que era mejor volver a la novela que verla en la pantalla. Porque si bien queda demostrado que podía adaptarse, es igual de cierto que esta producción no convence de que era una buena idea hacerlo del todo.