Leo Dan en sus últimos años: curaciones con las manos y una última gira inconclusa

Leo Dan casi muere en el escenario. Su último concierto fue el pasado 4 de octubre en el Toyota Arena, de Ontario (California), Estados Unidos. Era parte del tour de despedida, El adiós de una leyenda, que había anunciado en enero de 2024 y que arrancó en abril de ese mismo año en Nueva York. Es decir, se concentró principalmente en Norteamérica.

“Fue un viaje maravilloso pero es el momento de cerrar este capítulo”, expresó en el momento del anuncio del retiro el cantante oriundo de Santiago del Estero, una de las ciudades claves del norte argentino. Eso si, no alcanzó a despedirse de su tierra; la gira había pasado por localidades de Estados Unidos (donde tenía una estrella en el Paseo de la fama) como Illinois, Nueva York, Florida, Texas y algunas localidades de Canadá. Según informan medios internacionales, también tenía en agenda fechas en Las Vegas y Glendale.

El mismo artista, ídolo de la nueva ola argentina de los sesenta, había expresado su intención de concluir su gira cantando en su país natal. Así lo dijo en una entrevista con Radio Rivadavia apenas una semana antes de su muerte. “Yo ya no quería cantar más, me iba a dedicar solo a componer, pero creo que ahora voy a hacer un show en la Argentina. No puedo adelantar mucho porque estamos aún en conversaciones para hacerlo y no está todo firmado. Pero la despedida de octubre pasado no será la última, si Dios así lo quiere”.

Hasta su deceso, del que no se revelaron mayores detalles, el hombre de Cómo te extraño mi amor se encontraba activo. Incluso había revelado que se mantenía componiendo y pensaba en cantarle a su tierra. “Estoy tratando de hacer una canción que les golpee el corazón a todos los santiagueños, a todos los argentinos porque de eso se trata la vida, de recordar que seguimos vivos”, dijo en su última entrevista a Página 12.

“Seguimos trabajando y planeando cosas. Dios me dio sabiduría y ganas de hacer cosas. Y eso no lo pierdo. Grabo mis ideas en un grabador y después trabajo sobre ellas. A veces me resulta difícil encontrar los grabadores, con esto de los huracanes acá en Miami, cuando viene uno, agarro una bolsita, junto los grabadores y salimos de la casa casi con lo puesto”, agregó.

En esa misma ocasión, reveló que también ayudaba a instituciones que combatían la adicción a las drogas. “Yo no solo ayudo a mi Santiago querido, también en Rosario ayudo a una entidad que saca los chicos de la droga. Ayudamos a más de 50 chicos con adicciones que no solamente se los alimenta, sino también se les enseña un oficio para que puedan insertarse nuevamente en la sociedad y tener una vida plena”.

Leo Dan llevaba casi 30 años viviendo en Estados Unidos. A esto se le deben sumar los diez años que vivió en México que le dejaron un marcado acento mexicano. “Me compenetré tanto con ese hablar, me resultaba tan simpático, que seguí hablando como mexicano. Su idiosincrasia es parecida a la del santiagueño, el salteño, el tucumano”, contó en alguna entrevista. Intentó un regreso a la Argentina en los noventa, e incluso en 1995 incursionó en la política con una fallida candidatura a la gobernación de Santiago del Estero por el justicialismo.

En los últimos años su nombre tuvo un revival gracias al interés que despertó el uso de su clásico Te he prometido en la película Roma (2018), de Alfonso Cuarón. También por la incorporación de su clásico Libre, solterito y sin nadie en la serie biográfica Maradona: Sueño Bendito (2021). Ello se suma a la celebrada versión de Como te extraño, que el grupo mexicano Café Tacvba desempolvó en plenos años 90.

Su último disco en vida fue Celebrando a una leyenda parte 2(2020), un trabajo en vivo que reunió al artista con una pléyade de invitados como Daniela Romo, Carlos Rivera, Diego Verdaguer, entre muchos otros. “Mando agradecimientos para esta gente linda. Fue un buen trabajo y va a tener buen resultado con estas canciones lindas”, señaló el argentino en aquel momento.

Además, tuvo un fuerte lazo con la religión. Durante años se habló de un supuesto don para curar solo con imponer las manos. “Es un don que Dios me ha dado, y la gente dice que se cura”, afirmaba. “Pero no me dedico a eso ni puedo andar diciendo ‘yo curo’. El que cura y sana es el Señor”, señaló en una entrevista. Incluso, detalló cómo fue ese acercamiento. “Me quise retirar, pero Dios me habló. Y desde que conocí a Jesucristo, mi vida es más linda. Me dijo que era uno de los elegidos. Así que dejé de cantar para mí y empecé a cantar para él”.

En febrero de 2024, volvió a tener una acercamiento con la religión. En presencia del papa Francisco, interpretó junto al músico argentino Manuel Wirzt la canción Los caminos de la fe, un himno dedicado a la canonización de la argentina María Antonia de la Paz y Figueroa.

Entre canciones y giras, Leo Dan pasaba por una etapa tranquila. “Soy muy familiero -dijo a Clarín-. Vivo bien, a metros del mar. Disfruto de mis tres nietos, Caterina, Alexandro y Aria. Hasta tengo un perrito, Blackie. Paso con ellos dos o tres días y ya levanto la ropa y me voy a cantar. Vivo componiendo, escucho chamamé, veo videos de shows del Chaqueño Palavecino, pongo a D’Arienzo. Eso sí, ya no tomo mate. Tengo todo un sistema para no extrañar nada de lo argentino. Creo que tengo de más. Que Dios me dio demasiado”.