Selva Almada: “Ahora me cuesta más encontrar el tiempo para la escritura que cuando empecé”
La escritora argentina estará próximamente en nuestro país como parte de las actividades de Santiago en 100 Palabras. En charla con Culto, comenta la nominación que la tuvo en la lista corta del Booker Prize, la adaptación al cine de su novela El viento que arrasa (con un actor chileno) y la recomendación que hizo Dua Lipa de uno de sus libros.
En una entrevista con Vouge Spain, de diciembre del 2024, le preguntaron a Dua Lipa qué llevaba en su bolso. Risueña, la mujer de Training season lo abrió y comenzó a sacar lo que tenía: las llaves de su auto, su diario, fotos sueltas, encendedor, salsa picante (“mejora cualquier comida”), una laptop (con stickers), y dos libros. “Llevo dos en el bolso y otros tantos en la maleta por si tardo en pasar por casa”.
El hecho de acarrear libros no es raro para alguien que siempre se ha definido como una voraz lectora, incluso con un club de lectura propio. En este caso llevaba consigo dos novelas de autores argentinos: A lo lejos, de Hernán Díaz, y No es un río, de Selva Almada, ambos en sus traducciones al inglés. Dua Lipa se detuvo en el caso del libro de Almada: “Lo tengo pendiente desde hace tiempo y quiero empezarlo pronto...seguramente este sea el próximo que lea”.
Hoy, al otro lado de la pantalla vía Zoom, Selva Almada (51) no puede evitar sonreír cuando le comentamos el episodio. “Sí, lo supe. Me enteré por las redes sociales. Fue divertido. En ese momento ella aún no había leído el libro, dijo que lo tenía en la cartera y me acordé de algo muy similar que pasó con El viento que arrasa. Cuando se publicó en Argentina, en una de estas revistas de modas le preguntaron a Julieta Venegas que tenés en la cartera, mostrá que tenés en la cartera, y Julieta tenía mi novela. Así que bueno, me hizo gracia la coincidencia, sobre todo porque años después conocí a Julieta y de hecho somos bastante amigas. Así que capaz que un día me hago amiga de Dua Lipa (ríe)”.
Por estos días, Almada se encuentra en su país. Cuenta a Culto que está escribiendo una nueva novela y se alista para venir a Chile en marzo próximo para dar una charla en el marco de Santiago en 100 Palabras, y que tuvo a su compatriota María Moreno dando una charla de apertura. “La idea es contar la ciudad. Yo soy provinciana, no soy de Buenos Aires me mudé hace 25 años. Voy a arrancar hablando de la fascinación que sentimos por Buenos Aires quienes nos hemos criado en las provincias. Además, cuando viajo me gusta mucho sacar fotos de las ciudades a donde voy, siempre son fotos que no son fotos, son detalles de cosas: un cable, el detalle de un cartel, una puerta. La idea es proyectar esas imágenes e ir contando cosas de esas otras ciudades que no son Buenos Aires y que de alguna manera me han despertado curiosidad y encantamiento. Va a ir por ahí la conversación”.
El 2005 publicaste tu primer libro de cuentos, y el 2012 publicaste tu primera novela, ¿sigues viendo la literatura y la escritura del mismo modo que cuando empezaste?
Así como vamos cambiando como personas a lo largo de los años, también la relación con la escritura se modifica. Ahora me cuesta más escribir que cuando empecé, me cuesta encontrar el tiempo para la escritura, y un tiempo que no siempre es material sino más bien un tiempo de la cabeza, es la disposición para estar el tiempo que haya que estar en el universo que plantea una novela. En el caso de ahora que estoy escribiendo una novela, la verdad es que llegar hasta este momento de escritura me llevó varios años, porque cuanto mejor te va, cuanto más reconocimiento tenés, eso trae aparejadas un montón de compromisos, viajes, charlas, conferencias, que al mismo tiempo te quitan tiempo para escribir. Es raro porque si te va muy bien es posible que tengas menos tiempo para ser escritora, o estés todo el tiempo trabajando de escritora pero tengas menos tiempo para escribir. Eso me pasa bastante.
Parte de ese trabajo de escritora ha redundado en otros proyectos. Por ejemplo, en 2024 se estrenó la adaptación cinematográfica de su primera novela, El viento que arrasa. Dirigida por la cineasta argentina Paula Hernández, cuenta entre sus protagonistas a Almudena González (como Leni) y al actor nacional Alfredo Castro, en el rol del reverendo Pearson. Ambientada en la zona rural de la provincia de Entre Ríos -de donde es oriunda Selva Almada- el filme también tendrá una exhibición en Chile como parte de las actividades de Santiago en 100 Palabras, con fecha por confirmarse.
¿Qué te pareció la actuación de Alfredo Castro?
Yo ya lo había visto a él en otras películas, es un actor que me ha gustado siempre. Cuando Paula (Hernández) me dijo que Alfredo Castro iba a ser el pastor yo pensaba ‘es como muy chileno él, va a ser raro’. Pero creo que una cosa que sucede en la película -que es parte del trabajo que hizo Paula con su equipo- es que inventaron un tono para los personajes, una manera de hablar en la que si vos sabés quién es Alfredo Castro, le podés escuchar algún tono medio chileno, pero en general podría ser tranquilamente alguien de la región.
En otro plano, el 2024 estuviste en la lista corta del International Booker Prize, por la traducción de No es un río, la misma novela que mencionó Dua Lipa. ¿cómo viviste ese proceso?
Sabía que la editorial había mandado el libro al Booker, pero ya había mandado otros libros míos que han salido estos últimos años en Gran Bretaña y no habían quedado. Así que me puso muy contenta, por mí, por el libro y también por la editorial, que es una editorial pequeña, independiente, que está haciendo un gran trabajo para traducir a escritoras y escritores latinoamericanos y llevarlos a la lengua inglesa. Cuando quedé en la lista larga para mí era suficiente, después el libro quedó en la lista corta. Obviamente, me hubiese gustado ganar el premio junto a la traductora, Annie McDermott, que es una gran traductora. Fue divertido estar ahí ir en la ceremonia porque era tipo los Oscar, con alfombra, con fotógrafos, fue una experiencia extraña, yo nunca había ido a Londres. Más allá que no gané el premio, el Booker es una gran vidriera para acceder a otros países a los que por ahí es más difícil llegar en lengua española, a partir de la nominación aparecieron nuevos contratos de traducción, así que eso estuvo buenísimo.
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