“No me amaba a mí, sino lo que representaba”: Aristóteles Onassis, el magnate que conquistó a Maria Callas y Jackie Kennedy

El nombre de Aristóteles Onassis aparece inevitablemente en las biografías de Jackie Kennedy y Maria Callas, ambas mujeres inmortalizadas en películas del chileno Pablo Larraín. En la cinta sobre la cantante de ópera, protagonizada por Angelina Jolie, el magnate es interpretado por el actor turco Haluk Bilginer (EastEnders), mientras que en Onassis: el hombre más rico del mundo (1988) es Raúl Julia quien da vida al empresario griego-argentino y Jane Seymour hace de la soprano.

Onassis fue uno de millonarios más relevantes del siglo XX. Su familia, de origen turco, fue refugiada en Grecia y desde allí se mudó a Argentina, donde el joven Onassis se desempeñó como telefonista hasta convertirse en un emprendedor. Gracias a la importación de tabaco turco, Ari, como era llamado por sus cercanos, comenzó a aumentar sus ingresos y se aventuró en el negocio naviero, para incrementar la llegada de cigarros al país trasandino.

Ya hacia 1932, Aristóteles Onassis poseía una flota de buques y barcos petroleros y balleneros. Poco a poco se consolidaba con un empresario de renombre. Sin embargo, años más tarde fue investigado por el FBI por fraude contra el gobierno estadounidense, causa por la cual se declaró culpable y pagó una multa de 7 millones de dólares. Eso no impidió que siguiera con sus negocios. Fundó la aerolínea hoy llamada Olympic Airlines y fue dueño de la isla Skorpios en Grecia, donde tenía su famoso yate Christina, llamado así en honor a su hija menor.

Su primer matrimonio fue con Athina Livanos, hija del magnate naviero Stavros Livanos. Se dice que la unión fue pensada por Onassis con la finalidad de aumentar su poder económico e influencia en el rubro.

Con Athina tuvo dos hijos, Alexander (1948-1973) y Christina (1950-1988), ambos nacidos en Nueva York, ciudad donde se encuentra lo Olympic Tower, construida por el magnate.

Mientras aún estaba casado tuvo un largo romance con la soprano Maria Callas, de origen griego. Los dos se conocieron en el Festival de cine de Venecia, específicamente, en una fiesta en el hotel Danieli del Lido veneciano que organizó la periodista estadounidense Elsa Maxwell. Tras ese encuentro, el empresario comenzó a enviarle flores a la cantante a diario, a pesar de que ella estaba casada en ese periodo con Battista Meneghini.

Su relación era tan pública como tormentosa. “Amor mío, necesito afecto y ternura, soy toda tuya, haz conmigo lo que quieras”, le escribió La Divina a Onassis en una ocasión. La artista dejó los escenarios al poco tiempo de iniciar el amorío, según se especula, pues buscaba estabilidad familiar.

De acuerdo con el libro Greek Fire: The Story of Maria Callas and Aristotle Onassis—Fuego griego, en español—, de Nicholas Gage, Callas dio a luz a un hijo con el empresario el 30 de marzo de 1960. Sin embargo, el bebé vivió pocas horas.

“No me amaba a mí, sino a lo que yo representaba”, confesó ella respecto a su relación con Onassis.

Se rumorea que, paralelamente a la relación que mantenía con Callas, el magnate vivía un romance con Lee Radziwill, hermana de Jacqueline Kennedy.

La primera dama había perdido a su hijo, Patrick, quien había nacido prematuro, en 1963. En ese contexto, su hermana la invitó a unas vacaciones a bordo del ‘Christina’, el yate de un famoso empresario griego. Fue ahí donde la primera dama se hizo amiga de Aristóteles Onassis.

Meses después, John F. Kennedy fue asesinado.

Se dice que cuando el magnate vio las imágenes del funeral del presidente, Onassis dijo señalando a Jackie: “He ahí mi próxima esposa”.

En 1968, la ex primera dama sorprendió al mundo anunciando su compromiso con Aristóteles Onassis, con quien mantenía una discreta relación. Quien también se enteró por la prensa fue Maria Callas, que solo unos días antes pensaba que ella sería la próxima esposa del naviero.

La boda se celebró en la isla privada de Skorpios, en una pequeña capilla ortodoxa griega, tras un acuerdo prenupcial que establecía, entre otros puntos, que Jackie no estaba obligada a tener un hijo, que dormirían en habitaciones separadas y que ella podía viajar sin pedir permiso a su esposo.

Sin embargo, la relación no duró mucho y se volvió más compleja por una trágica muerte. El hijo mayor y principal heredero de Onassis falleció a los 23 años, después de permanecer en coma tras un accidente de avión. Su padre no pudo sobreponerse a la pérdida y vivió sus dos últimos años en una profunda depresión. Murió de neumonía a los 69 años de edad, en 1975.

“Aristóteles Onassis me rescató en un momento de mi vida envuelto en sombras. Me llevó a un mundo donde se podía encontrar la felicidad y el amor. Hemos vivido juntos muchas experiencias hermosas que no olvidaré, y por ello le estaré eternamente agradecida”, dijo Jackie Kenndy Onassis tras la muerte de su esposo, según consigna Vanity Fair.