Morat, el éxito del pop latino que viene a Viña: “Llevamos muchos años preparándonos para llegar”
La banda colombiana vuelve al país. Morat se presentará el martes 25 de febrero y abrirá la tercera noche del Festival. En conversación con Culto, cuentan cómo alistan su show y cómo proyectan a futuro una carrera que no pretenden que se quede en un mero fenómeno juvenil.
La banda colombiana Morat es uno de los últimos fenómenos del pop en español y, en parte como resultado de aquello, debutarán en el próximo Festival de Viña del Mar, abriendo una de las noches, la tercera, la del martes 25 de febrero.
Integrados por Juan Pablo Isaza, Juan Pablo Villamil, y los hermanos Simón Vargas y Martín Vargas, se formaron en 2011, pero fue en 2015 con la canción Mi Nuevo Vicio que ganaron más reconocimiento. Los integrantes se conocen desde los cinco años y siempre tuvieron afinidad con la música. El conjunto ya tiene cuatro álbumes de estudio y va por el quinto. En noviembre de 2024 lanzaron La Policía, el último single del nuevo disco que se encuentra en plena preparación.
Conocen el Festival de Viña desde que eran pequeños y cuando se enteraron de que tocarán en la Quinta Vergara, la emoción los desbordó, según declaran.
“Yo creo que el Festival de Viña es uno de esos eventos que a uno le suenan desde que uno es pequeño. Más aún si uno quiere ser músico, y si uno sueña con tocar en vivo, obviamente el Festival de Viña aparece una y otra vez. Sentimos que llevamos muchos años preparándonos para llegar a un gran show, y estamos seguros de que vamos a ir a sudar la camiseta con toda”, comenta Juan Pablo Isaza.
Conocen el Monstruo y no le temen, pero sí lo respetan: ”Vamos a poner a cantar al Monstruo. Sabemos que es un símbolo como de una obligación para el artista, de dar lo mejor de sí, de llegar con lo más profesional que uno tiene y eso nos genera una presión positiva, ese es el sentimiento que sentimos por el público de Viña”, comenta Juan Pablo Villamil.
Respecto a su música, comentan que en las tres canciones que han adelantado hasta el momento, se puede apreciar el camino por el que va la estética de su sonido. Además, comentan que estos singles dan pistas de hacia donde se dirigirá su música. “El cambio estético en nuestra música ya está pasando, ya está en marcha, y eso es algo que la gente sí o sí va a poder ver en Viña. Y ya el tema musical, si bien en esta gira podrán oír de esas canciones que han salido, hace falta igual que salga el grupo completo de canciones, el disco, para que entiendan exactamente de qué se trata”, dice Martín Vargas.
Por lo demás, los nuevos pasos de Morat aparecen en un contexto especial: el furor global por la música en español, encarnado en particular en sucesos como los de Bad Bunny. Al respecto, aseguran que “una de las cosas que para nosotros es muy clara, es el hecho de que ya no quedan tantas bandas de música en español. Por lo menos no de nuestra generación. Es muchísimo más usual ver solistas o duetos y para nosotros, por lo menos en nuestra experiencia, la realidad es que sí sentimos que tener una banda te da un montón de posibilidades que de otra manera son muy difíciles de tener. Entre ellas, uno, hacer música entre amigos, maravilloso. Y dos, si creemos que las bandas dan los mejores conciertos en vivo”, comenta Juan Pablo Isaza.
—Y ustedes se conocen desde los cinco años, crecieron juntos. ¿Se ven envejeciendo como banda también?
MV: Yo creo que los cuatro soñamos con poder hacer esto por la mayor cantidad de tiempo que sea posible. Creo que a medida que ha pasado el tiempo hemos logrado entender también las dinámicas internas del proyecto. Hemos aprendido a ir un poco también al ritmo más lento en los momentos que eso ha ido llegando. Y sabemos que si bien estamos en un momento en el que nuestra prioridad máxima es Morat y es este proyecto, probablemente llegaremos a momentos de vida diferentes en los que cada uno también tenga diferentes cosas, familias. Entonces, creo que estamos tranquilos de que sabemos que eso va a llegar y en el momento en el que llegue encontraremos la manera de balancearlo, pero sin duda nos vemos haciendo conciertos. Ojalá dentro de muchísimo tiempo.
—¿Y se imaginan qué tipo de música? ¿Cómo podría mutar su estética?
JPV: Yo creo que ha cambiado tanto desde que comenzamos que aventurarnos a decir a qué vamos a sonar en 10 años va a ser muy difícil. Tal vez lo único que podríamos decir es que ojalá mantenernos fieles al formato de banda como dice Martin, a los instrumentos, a algo que siga apuntando a lo que le estamos apuntando ya, que es como la longitud de vida.
—Ahora lanzaron un single con Elena Rose, ¿nos pueden contar más sobre Un Beso Menos?
SV: Sí, nos mandó una canción que había pensado para hacerla con nosotros y la terminamos juntos. Nos gustó mucho, es una artista de la que aprendimos un montón, que sabemos que es una excelente compositora, así que una de las cosas que a nosotros más nos gusta cuando le vemos sentidos es hacer canciones con otros artistas, y creo que este fue uno de esos casos.
Relación con Chile
Los artistas sienten una conexión particular con el público chileno. “El público chileno es muy especial y tiene algo muy distinto a todo lo que se ve en cualquier otro lugar. Nuestro primer concierto lo hicimos en el GAM en el año 2017. Fue un conversatorio que hicimos con más o menos 200 personas y de ahí a acá han pasado un montón de cosas. Como llegar al estadio -Bicentenario de La Florida-, que fue muy lindo porque en los últimos tal vez dos años, el club de fans de Morat comenzó a hacer campañas muy conscientes y muy fuertes alrededor de ‘queremos a Morat en Viña’”, comenta Martín Vargas.
El club de fans de la banda es muy organizado y ellos siempre lo destacan. Uno de los momentos más emocionantes -organizados por sus seguidores- que han vivido durante un concierto fue en Chile. “Recuerdo hace unos tres o cuatro años, y resultó que fue un grupo como de seis chicas en Santiago que organizaron como 10.000 personas paradas en la entrada repartiendo papelitos, instrucciones de cómo hacerlo, y terminó siendo un fan action, una locura”.
“De un momento a otro, estábamos tocando y de pronto empieza a pasar una cosa loquísima en el público, siento que esas son emociones que uno no espera tener, ese tipo de sorpresas cuando uno está yendo a dar el concierto. Entonces pues sin duda, yo creo que nos marcó a todos, y creo que además sabes también que lo que hizo fuera bonito, porque le puso la vara muy alta a otros grupos de fans en otros países”, rememora Isaza.
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