Toto Acuña: “Con el estallido vino una guillotina ideológica en el humor, pero en los asados nos reíamos de lo mismo de siempre”
El actor es parte del elenco de Detrás del muro, el programa de humor que ha vuelto con éxito en CHV y que ha reivindicado la vieja escuela. En charla con Culto, habla de este tipo de humor asociado a Kike Morandé, de la nueva generación de comediantes y también de la cultura de la pifia que ha afectado a colegas en festivales: "Es súper peligroso, no sé que se está esperando en Chile, que algún comediante atente contra su propia vida después de padecer eso", dice.
La noche del 16 de enero, Francisco “Toto” Acuña (43) se sentó frente al televisor junto a su pareja, la actriz y comediante Belén Mora. No querían perderse el regreso de Detrás del muro, el programa de humor conducido por Kike Morandé en que ambos trabajan, y que tras surgir en los últimos años de Morandé con Compañía volvió a la pantalla tras cuatro años, esta vez en la señal de CHV.
El programa ya se había grabado y ellos conocían lo que iba a pasar. Como la aparición de “Lucho Hermosillo”, el personaje que interpreta Toto basado en el abogado Luis Hermosilla, el protagonista del caso audios hoy en prisión.
Toto presentó por primera vez a “Lucho Hermosillo” durante la fulgurante aparición de Detrás del muro en la pasada Teletón, en noviembre de 2024. La idea era replicar el clásico sketch de Plásticos Marambio, que parodia las donaciones que se alargan cuando habla uno y otro personaje sin parar. “Ahí yo propuse hacer al Hermosillo. Es un personaje que yo lo veía muy potente, porque toda la gente habla de él, lo conocen y ningún comediante había hecho nada con eso. Entonces era pegarle y entrar al arco”, cuenta al teléfono con Culto.
Y aunque debió bregar por imponer la idea, finalmente logró concretarla en la cruzada solidaria. “La parte creativa se asustó un poco. Me decían ‘es que no queremos meternos en cosas políticas y sacar ronchas’, pero yo les dije ‘oye si no es que nos pongamos pesados, podemos hacerlo de una forma divertida, si no queremos atacar a nadie’. Y gracias a Dios, lo entendieron y escribieron una aparición cortita, que fue lo que se vio en la Teletón”.
Toto todavía se sorprende de la reacción de la gente cuando lo vio entrar a escena, caracterizado por primera vez como el personaje. “El teatro se vino abajo, fue muy entretenido”.
Por eso se imponía una nueva aparición de “Lucho Hermosillo” en el regreso de Detrás del Muro, esta vez como un programa franjeado. “Yo lo paso muy bien haciéndolo. Estaba viendo el primer capítulo y cuando me vi caracterizado le dije a la Belén: ‘Encuentro que me parezco, tiene un aire muy similar’”.
-Me da la impresión que Hermosilla, de por sí, ya es muy atractivo como personaje. Estas frases que tiene, lo de los audios…
-Yo lo encuentro muy atractivo al personaje. Creo que todavía tiene mucho cuerpo, mucha carne, mucho jugo para dar, creo yo, porque es un personaje que todavía está y ha aparecido muy poco hasta ahora. Está solo la punta del iceberg todavía.
La exitosa reparación de Detrás del muro en la Teletón gatilló la posibilidad de un retorno más estable. “Hubo un acercamiento de CHV, casi inmediato, por lo que tengo entendido. Tenían ganas de tenernos en el canal. Y después tuvimos un ofrecimiento de Mega, pero al final se decantó por irnos a CHV, que es donde estamos”.
Hoy el programa mantiene la misma dinámica de trabajo que en la época en que era parte de Morandé con Compañía. “Tanto ahora, como cuando lo hacíamos antes, al principio de la temporada se ensaya más, por lo menos unos dos días, y de ahí se graba. Así que estamos en ese proceso, pero pronto vamos a hacerlo en vivo y en directo. Se ha grabado en vivo, pero no en directo, entonces queremos lograr eso, porque todo el equipo siente que es mucho mejor, porque así hay más tiempo para que los guionistas puedan trabajar”.
-¿Cómo ha sido retomar la dinámica de un programa que no hacían hace años y en un canal distinto?
-Ha sido muy entretenido. Yo creo que, obviamente, falta todavía que el equipo se suelte un poco más, tenemos que volver a afiatarnos. Esto es como andar en bicicleta, no lo olvidas, pero las piruetas y todo eso hay que volver a practicarlas. El equipo está con muchas ganas. Este es un muy buen programa, queremos la gente lo pase bien. Creemos que es una especie de misión para volver a hacer reír a Chile. Mucha gente me ha dicho, personalmente, que hacía falta que estuviéramos en pantalla.
-Kike Morandé lo dijo en el primer capítulo, que en el fondo a Chile le hacía falta reírse...
-Nosotros siempre supimos que el programa tenía algo bien especial, que unía un poco a la familia en la casa, o sea, se hacían unos picadillos, se tomaban algo los papás con los hijos, los abuelos. El otro día me contaban que se juntaban entre unos vecinos para ver el programa, eso lo encuentro genial. Y por otra parte, es un programa que también genera unión en los comentarios, más que estar hablando exclusivamente de los portonazos y del clima tan violento que tenemos de repente.
Toto Acuña llegó casi de casualidad a trabajar en Morandé con Compañía en el 2009. “Yo trabajaba mucho en teatro, trabajaba con Felipe Izquierdo. Él entró a trabajar al MCC haciendo su personaje, la Elvira, y me llamó como una especie de apoyo para su rutina. Y por esas cosas de la vida que uno de repente no entiende, pero suceden, lo que propuse funcionó. Y así empecé con otros productores, en el 2010 hice el Zorrón, un personaje que a la gente le gustó mucho, marcaba bastante y fue como muy reconocido. Entonces, ahí ya de alguna forma entré a trabajar más estable en el programa”.
-Cuando entraste al programa, ¿qué te sorprendió de Kike Morandé?¿Tenías algún prejuicio sobre él?
-No, nunca he tenido grandes prejuicios sobre gente de la televisión, siendo actor, no es bueno tener prejuicios por los colegas que te vas a encontrar. Claro, uno lo conocía de Viva el lunes, su rol de animador. Y cuando entré al programa había una cosa de admiración, uno se ponía nervioso cuando entraba él, es muy linda esa etapa cuando estás recién entrando.
-¿Y cómo ese trabajar con él? ¿Cómo es Kike Morandé como jefe?
-Antes era como el jefe. Ahora estamos en CHV y es otra la figura, él es el animador. Pero siempre ha tenido un buen trato con nosotros, una relación de harto cariño, porque nos conocemos hace muchos años. De repente cuando puede y se le solicita, porque hay algo muy difícil y que se necesita su presencia, va al ensayo un poco antes. Y ahí se le explica el programa, las dinámicas y él también tiene harta experiencia en ese sentido, entonces no le es difícil incorporarse.
-Con el regreso de El Muro, se habla de un regreso del humor estilo Morandé, a diferencia de lo que fue El Antídoto, que probó otra fórmula ¿Sientes que el éxito que ha tenido el programa es una reivindicación de ese “estilo Morandé”?
-A mí me pasa, sinceramente, que siento que es como una liberación de humor chileno. Cuando estábamos en Mega tuvimos que sufrir el tema del estallido, después el tema de la pandemia y ahí vino como una especie de guillotina ideológica, digamos, como que tenías que reírte de esto y no te podías reír de esto otro. Como que tenías que pensar de una forma, sino estaba mal. Pero me llamaba mucho la atención que en la interna, en un asado con los amigos, nos seguíamos riendo de lo mismo, ¡pero casi como un placer culpable! No te podías reir en público de eso, porque si no te podían funar. Entonces, ahora me encanta que la gente haya dicho: quiero que vuelvan, yo me río de esto y quiero verlo. Y si no te gusta, no lo veas, es así de simple. Hay tanta plataforma que si no te gusta algo, no lo veas. Creo en la libertad de expresión y la libertad de gustos. Creo que es muy nocivo socialmente que ciertos grupos vayan tratando de dominar o encausar lo que es correcto.
-¿Le pasó algo de eso a El Antídoto, por ejemplo? Que era un humor para ciertos grupos…
-Es que yo creo que son distintos públicos. Yo creo que también sería un error pensar de que existe un humor nomás en Chile, porque yo también tengo amigos que se ríen de otras cosas. Entonces, yo creo que son distintos públicos, nada más. Quizá, Detrás del muro abarca como a un humor más universal, un humor que es más chileno, diría yo. Nos reímos del doble sentido, de la talla, de ese tipo de cosas. Y hay un humor que va por otro lado, que quizás le pasaba a ellos, lo que nos pasó a nosotros, con el Políticamente incorrecto, que todavía me dicen ‘¿y cuándo vuelven?’. Y quizá Copano también debe tener un grupo de gente que le dice: ‘pucha era muy bueno El Antídoto, ¿por qué no volvieron?’ Creo que no hay que catalogar como que estos son los buenos, estos son los malos. El humor es para el que lo escuche y si le causa gracia, está bien.
-Ya que lo mencionas, tras esa etapa en Morandé, hicieron junto a Belén el Políticamente incorrecto en La Red, que estaba muy marcado por la contingencia. ¿Crees que eventualmente podría volver a hacer eso, algún programa con ese foco?¿Has pensado incluir parte de lo que hacían ahí en Detrás del Muro?
-Claro, el programa era distinto, lo que se quería en ese tiempo era distinto socialmente. Siento que si se hiciera algo así, por lo menos de nuestra parte, tendría que ser de otra forma. El humor político es complicado hacerlo y para que salga, hay que hacerlo bien. En este país se toman todo como ataque a ciertos sectores, más que algo para que se rían, creo que falta eso todavía en Chile para hacer humor político. Si no, quizás de repente no hacerlo, porque saca ronchas. Hay muchos grupos extremistas también: si le tiras una talla al Boric, eres facho, si le tiras una talla a Kast, eres comunista. Entonces, es muy difícil hacer algo así. Ahora, yo creo que el programa igual se hace cargo un poco de eso, de una forma más simpática sin atacar a nadie. Eso fue un poco lo que hicimos con Hermosillo, como te decía. Y claro, la gente se ha reído, nadie ha criticado, bueno siempre va a haber gente que dice: ¿por qué se ríen de Hermosilla y no se ríen de otra persona?
-Pero cuando estaban en el Políticamente incorrecto a ti o a la Belén, ¿les hicieron alguna amenaza o algo? ¿Les pasó algo por hacer ese programa?
-Lamentablemente pasaron algunas cosas, pero le teníamos mucha fe al segundo año de programa porque justo venía Boric y queríamos hacer humor con eso, pero no se pudo. Fue lamentable porque creo que la gente hubiese entendido mejor para dónde iba el programa, si no era contra Piñera o su gobierno, si no que era como humor político con el que estuviera. Pero La Red ahí empezó con los problemas de los pagos, generó hartos problemas, deudas y hay gente que la pasó muy mal.
Además del regreso de Detrás del Muro, Toto Acuña ha estado presentado su unipersonal Totos Juntos, en que interpreta a sus personajes más clásicos com El huaso Toto, el Zorrón, el Vampiro Feña, entre otros. Ya hizo unas presentaciones en enero, pero anticipa que vendrán más.
“Estoy feliz, lo he pasado la raja -asegura-. Mi idea es llevarlo a regiones, ya tenemos fechas en Concepción, Chillán y todo bien. En febrero voy a parar porque viene mi hijo, entonces quiero disfrutar el momento, por eso hice solo dos fechas en Santiago, obviamente me gustaría seguir presentándolo acá, de hecho ya tengo una fecha allá en San Miguel para marzo. Lo quiero posicionar, ojalá como uno de los mejores shows de Chile”.
-En el show Totos Juntos también está Belén como parte del equipo. ¿Son de darse feedback mutuamente para sus rutinas, aprovechando la experiencia que tienen?
-Claro, siempre estamos en contacto en el sentido profesional, siempre nos vamos a pedir consejos, ayudas, opiniones. En esta pasada, también me encanta la labor que hace Belén como productora, porque tiene una capacidad de mover gente impresionante. Lo hizo sobre todo para el tema de los incendios, unió a mucha gente para ese evento. En campañas solidarias que le han pedido siempre, también mueve mucha gente, fundaciones, se consigue contactos, es súper movida. Entonces, está trabajando conmigo en el tema producción. Me gustaría lograr una independencia también de producción, no dársela a un tercero, sino que también sea de nosotros.
-¿Cómo viviste lo que le pasó a Belén con las pifias a su rutina en el Festival de Viña 2023? En el último tiempo se ha repetido; lo que le pasó a Yolanda Carmín en Olmué, a Juan Pablo Flores en el Festival de Las Condes…
-Yo creo que lo más negativo que yo vi, fue la violencia en las redes sociales. Creo que Chile está muy violento en ese sentido. Es algo muy cobarde tirar mala onda desde la comodidad de una cuenta donde no está la foto y puedes tener el nombre que quieras. Es muy negativo lo que está pasando. Me sorprendió que la mayor cantidad de mala onda venía de las mismas mujeres. Por otro lado, encuentro tan retrógrado todavía el tema de la pifia, encuentro que es tan abusivo. Ese bullying masivo que se le hace a una persona que solamente intenta hacer reír. O sea, ya estamos en 2025, si no te gusta, puedes meterte a Instagram, puedes ir a comprarte una bebida, al baño, fumarte un cigarro, cualquier cosa, menos agredir a alguien, porque la persona no te está agrediendo. Y yo siento que hay algo de fondo contra la mujer, ahora le pasó a Juan Pablo Flores en Las Condes, pero hace rato no veía que le pasara a un hombre. En Viña he visto gente que a lo mejor no saca tanta risa, pero pasaban. En cambio, creo que a la mujer que tiene un poco más de personalidad, con más opinión, se le ataca. Y yo creo que en este país eso acusa de que todavía hay machismo, en donde a la mujer se le ve con otra lupa y se le castiga un poco más. Entonces, lo veo de esa forma, yo jamás lo veo como un fracaso, al contrario.
-El público quizás se acostumbró a una dinámica de consumo rápido; como que si no me gustó, pifia…
-Sí y lo encuentro súper violento y cobarde, porque también estás ahí con miles de personas, y ponerse de acuerdo para pifiarlo, es innecesario. Si no te gusta puedes poner tú en tu Instagram que no te gustó, es distinto, nadie te está diciendo que te quedes sin opinión, por tu opinión no tiene por qué ser violento o agresivo, o como haciendo bullying. Yo lo encuentro peligroso porque de repente puede haber algún comediante que sea más sensible o que le genere una depresión algo así, y que al final se quita la vida por el fracaso. Entonces no sé qué se está esperando acá en Chile, que algún comediante atente contra su vida después de padecer eso. Sería bueno replantearse eso.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.