Las otras veces en que Ozzy Osbourne dijo adiós junto a la formación original de Black Sabbath
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La historia de los pioneros del heavy metal ha estado marcada por el cambio y la renovación como constantes. Desde el adiós de Ozzy en 1978, varias han sido las idas y venidas de la formación original, que completan Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward. Una historia que ha tenido muchas despedidas, reuniones en Ozzfest, proyectos paralelos o encuentros de solo un par de ellos. Hoy con la salud golpeada y las dificultades propias de una acontecida carrera, parece, ahora sí, el adiós definitivo.
El rock and roll nunca muere, dice el lugar común. Y si hay una historia con idas y venidas, es la de Black Sabbath. Pero a 55 años de su debut discográfico, los pioneros del heavy metal han decidido volver al origen para cerrar su historia. Su anunciado último show con su formación original, Ozzy Osbourne (voz), Tony Iommi (guitarra), Geezer Butler (bajo eléctrico) y Bill Ward (batería), será el 5 de julio en su natal Birmingham. Es además el adiós de los escenarios de Osbourne, muy complicado por sus problemas de salud.
Esta formación clásica, la que firmó algunos de los discos más celebrados de su discografía, e impuso temas que se volvieron ineludibles como War Pigs o Children of the grave, entre muchos otros, tiene asimismo una historia de encuentros y desencuentros. De hecho, el primer adiós de Ozzy (para ser reemplazado por Ronnie James Dio) ocurrió en 1979.
Aquel fue un período turbulento. Black Sabbath atravesaba un momento en que su popularidad había bajado tras una rutilante primera mitad de los setenta. Y aunque lanzaron discos como Technical Ecstasy (1976) y Never say die! (1978), con los que buscaron refrescar su propuesta haciendo gala del virtuosismo y mayor complejidad en el trabajo de arreglos por parte de Iommi, la interna de la banda ya evidenciaba fisuras; de hecho, Ozzy había salido y vuelto al grupo en cosa de meses.
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Black Sabbath ya no era la novedad. La oleada del punk acaparaba la atención y el grupo parecía pasado de moda. Lo intentaron compensar acelerando algo el tempo de sus canciones y sumando nuevos grupos en sus giras, pero fue un desastre, las relaciones no siempre iban bien; una pelea entre el bajista Geezer Butler y Malcolm Young, de AC/DC, acabó por cancelar la gira europea del verano boreal de 1977.
Ozzy en cada entrevista debía responder por el auge del punk. Asimismo, aprovechaba de darle un mensaje entre líneas a Iommi por su empeño en hacer más compleja la música de Sabbath. “No digo que nosotros fuéramos punk antes que el punk, pero en cierta manera fuimos lo que el punk es hoy: un grupo de la gente. No quiero hacer punk, pero me gusta porque no necesitas ser un neurocirujano para escucharlo”, le dijo a NME.
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Así, Black Sabbath salió de gira en 1978 con el Never say die tour, esta vez acompañados por un grupo que prometía llamado Van Halen. Estos, con su inspirado guitarrista Eddie Van Halen y el carismático cantante David Lee Roth, fueron los que acaparaban la mayor atención. “Con su disco debut siendo platino, esta gira conjunta le hizo flaco favor a Black Sabbath, que quedó visiblemente como el dinosaurio moribundo del rock, frente a los enérgicos y vigorosos Van Halen”, detalla César Muela en su libro Black Sabbath; vida, canciones, conciertos clave y discografía (MaNon Troppo, 2021) .
Aquella situación golpeó el ánimo de los músicos de Sabbath. “Siguieron adelante con una gira en la que sabían que la mayor parte del público venía a ver a los teloneros, y no podían hacer nada para remediarlo. Eso también les fue minando y lo peor es que no podían cancelar, primero por orgullo, pero, sobre todo, porque no era viable económicamente”, agrega el mismo texto. “A finales de 1978, tan solo dos semanas antes de Navidad, dieron sus dos últimos conciertos de la gira en Alburquerque (Nuevo México, Estados Unidos). Fueron los últimos de Ozzy en Black Sabbath”. Al año siguiente, Iommi lo despediría sin más.
Un nuevo retorno y un nuevo adiós
Pasaron largos años antes de un regreso de Sabbath con su formación original. Solo Tony Iommi se mantuvo como miembro estable, en un desfile de músicos por el que pasaron hasta Ian Gillan de Deep Purple. Tuvieron un fugaz encuentro en el Live Aid en Filadelfia de 1985, pero no perduró. Luego, volvieron a reunirse en 1997, con ocasión del Ozzfest. En principio no se les sumaría el baterista Bill Ward, pero luego reculó y se sumó a sus compañeros en dos shows en el National Exhibition Centre de su natal Birmingham, lo que les permitió grabar el disco y DVD en vivo Reunion.
Tras fracasar un intento posterior de crear un nuevo disco juntos, el grupo estuvo pausado por la carrera televisiva de Ozzy quien se convirtió en una estrella de reallity show gracias al programa The Osbournes. Mientras, Iommi y Butler, se reunieron con Dio y el batería Vinny Appice, bajo el nombre de Heaven&Hell. Ahí vino la demanda de Ozzy contra Iommi por el uso del nombre de Sabbath, pero la muerte de Dio cortó finalmente el vuelo del nuevo grupo.
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Antes de todo el embrollo, la formación original de Sabbath, Osbourne, Iommi, Butler y Ward había participado en la gira Ozzfest de 2005, tras la cual el batería anunció su marcha. Pero no era un adiós definitivo. En 2011, el grupo anunció gira y planes de un nuevo disco. Todo parecía ir bien, hasta que Bill Ward publicó una declaración. “Emitió un duro comunicado en febrero de 2012 en el que afirmaba que no sería parte ni de la gira ni del nuevo álbum si no le ofrecían un «contrato que pudiera firmar»”, explica Muela en el mentado texto.
Ozzy le respondió a Ward con una publicación en que no escatimó severidad: “En el fondo sabías que no eras capaz de hacer el álbum y una gira de 16 meses... Entonces, ¿cómo es todo esto culpa mía? Deja de hacerte la víctima y sé honesto contigo mismo y con nuestros fans”.
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Así, el baterista de la banda de Ozzy, Tommy Clufetos, tomó el lugar de Ward y tocó en la gira. En el posterior nuevo disco, 13 (2013), fue Brad Wilk, de larga carrera con Rage against the machine, Audioslave y Prophets of Rage, quien se sentó en el sillín de la batería. Parecía que las diferencias eran, nuevamente, insalvables. El grupo anunció más tarde un final definitivo a su carrera, con una última gira titulada The End, que concluyó en Birmingham en febrero de 2017. Pero esa vez, Clufetos volvió a tocar la batería.
Y aunque Ozzy Osbourne y Tony Iommi interpretaron Paranoid en los Juegos de la Commonwealth de 2022, la idea del adiós definitivo de la formación original parecía flotar ante la premura del tiempo; las enfermedades de los dos primeros y la nueva disposición que Ward manifestó en 2019 para reunirse con sus compañeros, fueron factores claves a la hora de empujar el que parece ahora sí, ser el adiós definitivo para una banda cuya influencia es clave en el rock (de Soundgarden a Gojira, todos le deben algo a Sabbath). En su carrera han tocado el cielo y el infierno con solo dos constantes; la persistencia de Iommi, y el cambio como impulsor.
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