El brutalismo: el origen y la filosofía del estilo arquitectónico que inspira la película favorita de los Oscar

El brutalismo: el origen y la filosofía del estilo arquitectónico que inspira la película favorita de los Oscar
El brutalismo: el origen y la filosofía del estilo arquitectónico que inspira la película favorita de los Oscar

El brutalista (2024), protagonizada por Adrien Brody y dirigida por Brady Corbet, es un drama histórico con diez nominaciones al Oscar, que sigue la vida de un arquitecto húngaro que emigra a EE.UU. tras el Holocausto. La película se inspira en el brutalismo, un movimiento arquitectónico surgido en la posguerra, con figuras clave como Le Corbusier.


Si bien El brutalista (2024) no está basada en una historia verídica, sí se inspira en un movimiento arquitectónico y filosófico real originado a mediados del siglo XX en Reino Unido. La cinta, protagonizada por Adrien Brody, es una de las favoritas en la próxima edición de los Premios Oscar (2 de marzo) con un total de diez nominaciones, entre ellas a Mejor película.

Este drama histórico épico fue dirigido y producido por Brady Corbet, y coescrito con Mona Fastvold. El largometraje sigue la vida de László Tóth (Brody), un arquitecto judío nacido en Hungría que sobrevive al Holocausto y emigra a los Estados Unidos, donde lucha por alcanzar el sueño americano hasta que un cliente rico cambia su vida.

La película llegó a cines chilenos este jueves 20 de febrero.

El brutalista The Brutalist

El origen del brutalismo

Según la revista ADMagazine, “la arquitectura brutalista es política, es poder, es equilibrio y es justicia, pero en bloques de hormigón ubicados en ciudades y hasta en ecosistemas, manteniendo siempre el respeto por lo que rodea a cada civilización, buscando un progreso justo y por supuesto, innovador”.

Las obras que forman parte de esta corriente se caracterizan por sus formas simples y geométricas, además del uso de materiales “en bruto”, sin pinturas o terminaciones sofisticadas.

El auge del brutalismo se sitúa a finales de la década de los cuarenta. La Segunda Guerra Mundial había finalizado en 1945 y se vivía la reconstrucción en Europa. “Acabada la guerra, la mayor parte de los arquitectos británicos se integraron en los equipos multidisciplinares al servicio del Estado que acometerían la construcción de una arquitectura para la mayoría: conjuntos de viviendas, escuelas y servicios comunitarios, así como también edificios representativos; todo ello, sin embargo, en el clima de austeridad económica de la posguerra”, escribe Alan Powers en La arquitectura moderna en Gran Bretaña.

El brutalismo se insertaba en la corriente racionalista o el movimiento moderno, que buscaba que la arquitectura se fundamentara en la razón, la geometría simple, funcionalidad y la renuncia a la decoración excesiva. Sus principales exponentes fueron Mies van der Rohe, Le Corbusier y Walter Gropius, el fundador de la Bauhaus en Alemania.

Bauhaus

Es a Le Corbusier a quien, popularmente, se le atribuye esta denominación arquitectónica, por su discurso en la inauguración de la Unité d’Habitation en Marsella, el 14 de octubre de 1952. En ese momento, usó el término béton brut (concreto crudo).

También se le adosa el uso del concepto al arquitecto sueco Hans Asplund, en 1950, quien lo utilizó para describir la Villa Göth, una casa de ladrillo diseñada por Bengt Edman y Lennart Holm, en la ciudad sueca de Uppsala.

Asimismo, la palabra figuró en revistas de arquitectura tres años más tarde, cuando Peter y Alison Smithson la usaron para describir el plan para su casa Soho, una construcción para “una sociedad que no tenía nada”.

Posteriormente, los mismos arquitectos participaron en la construcción de la Escuela Hunstanton, edificio terminado en 1954, y la Casa Sugden, terminada en 1955, ambas edificaciones consideradas los primeros ejemplos de Nuevo Brutalismo en el Reino Unido.

Casa Sudgen
Casa Sudgen

El estilo se popularizó aún más con un ensayo del crítico de arquitectura Peter Reyner Banham, titulado The Hew Brutalism. Este asoció el movimiento con las expresiones francesas del hormigón a la vista o arte en bruto y señaló Hunstanton y la casa Soho como las definiciones del nuevo brutalismo.

En Estados Unidos, arquitectos como Paul Rudolph y Ralph Rapson son denominados como los precursores del brutalismo en su país. El primero, por ejemplo, fue quien lideró la construcción del Edificio de Arte y Arquitectura de Yale, de 1958, una muestra de cómo este estilo arquitectónico se expandió en los campus universitarios norteamericanos.

Rápidamente, este estilo arquitectónico se expandió a Italia e incluso en la Unión Soviética. La necesidad del gobierno soviético por reducir los gastos en viviendas hizo que esta corriente se expandiera en países como Polonia y Bulgaria.

Brutalismo en la Unión Soviética

La filosofía brutalista

La arquitectura brutalista se orienta filosóficamente a la creación de edificios que funcionan y que van más allá de lo estético para enfatizar en la ética”, escribe la revista ADMagazine.

El protagonista de El Brutalista, László Tóth, representa a los arquitectos de la Escuela de Bauhaus en Alemania. El principal ideal transmitido por la escuela era que la forma seguía a la función, tal como plantea el brutalismo. Sin embargo, esta casa cerró en 1933, luego de las presiones del régimen nazi, lo que obligó a que varios arquitectos emigraran.

Gran parte de ellos llegaron a Estados Unidos, como el húngaro László Moholy-Nagy, quien fundó en Chicago en 1937 la Nueva Bauhaus y llevó sus ideas al continente americano.

László Moholy-Nagy
[Bildindex der Kunst und Architektur]

Sigue leyendo en Culto

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.