La trastienda del gran bochorno de Viña: un George Harris desconsolado, una madre enojada y venezolanos enfrentando a la prensa

GEORGE HARRIS
La trastienda del gran bochorno de Viña: un George Harris desconsolado, una madre enojada y venezolanos enfrentando a la prensa

Tensión, gritos cruzados de reprobación y apoyo se desataron durante la fallida rutina del venezolano que se presentó en la primera noche. Harris salió rápido de la Quinta y por decisión de la producción del evento, no acudió ni al backstage ni a la rueda de prensa. Tras el escenario, los animadores intentaron decirle que no "peleara" con el público de la Quinta. Mientras, buena parte de los venezolanos decidieron retirarse del recinto y no pocos encararon a los profesionales de la prensa. La madre del comediante fue su principal contención.


“Hoy los venezolanos en Chile somos George Harris, se leía en uno de los carteles que se podía ver entre el público de la Quinta Vergara, en la primera noche del Festival de Viña. La masiva presencia del público venezolano se hacía notar con carteles, la bandera tricolor estrellada, poleras y no pocos lucían cintillos en apoyo al comediante caraqueño.

La Quinta, como en pocas veces, lucía repleta a casi una hora del inicio del Festival. Cuando el notero argentino Joaquín Méndez salió a enseñar al público los pasos de una coreografía, pudo calibrar las preferencias del respetable. “¡George Harris!¡George Harris!“, bramó el ”Monstruo” caribeño, revelando el número más esperado. “¿Nos comemos la arepa esta noche?“, preguntó la figura de Mega. El ”sí” sonó rotundo.

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FOTO: PABLO OVALLE ISASMENDI/

Una tendencia que se confirmó cuando en el inicio de transmisión su nombre apareció en la pantalla y luego fue mencionado por los animadores. El apoyo del público llanero auguraba un momento memorable, pese a las dudas previas que flotaban sobre el show. Hasta el inicio de la transmisión, parecía que el venezolano se podía llevar la Gaviota de Plata sin mayores contratiempos.

Cuando llegó el momento, poco antes de la medianoche, el público le brindó una ovación. Pero a los pocos minutos, Harris se vio confundido. Comenzó a explicar sus propias bromas, su rutina se alargaba sin remates lo que generó las primeras pifias, en principio aisladas desde el palco.

“Él cometió un error que le costó caro—comenta el director de la transmisión televisiva, Alex Hernández—, entre un error y algo que le puede pasar a cualquiera, que es distraerse. Él tenía una rutina muy sólida”.

Daniel Merino, director ejecutivo del espectáculo, se suma: “Él no alcanzó a hacer la rutina completa. No fue lo que le vimos en el Movistar Arena. Y comenzó a enfrentar al público, eso fue un error que le hicimos notar”. De hecho, parte de la producción le dijo -en los intervalos que tuvo su performance- que no caldeara los ánimos enojándose con el respetable.

George Harris wsp
Medios internacionales acusan “boicoteo” de la rutina de George Harris en Viña 2025

Ante esas primeras muestras de reprobación, el público venezolano se hizo notar con sonoros gritos de apoyo desde la galería y el palco; es decir, unos pifiaban, otros apoyaban. Una dinámica insólita entre el mismo Monstruo, nunca había pasado algo así en la Quinta Vergara. Parecía nada más un tropiezo, pero el comediante se nubló; entró en una dinámica de encarar a la gente, lo que nunca es aconsejable en Viña. Ese fue el punto de no retorno. Ahí la reprobación del respetable se hizo cada vez mayor.

“Si ustedes quieren que yo me vaya, este es su país y yo lo respeto. No pasa nada. Pero yo soy un artista internacional que vengo a dar lo mejor de mí, no a pelear ni a pasarla mal (…) Quizás tú te dejaste influenciar por los medios de comunicación amarillistas que quisieron amargarnos. Entonces así es muy complicado que tú dejes que los artistas de afuera vengan a presentarse en este escenario”, señaló.

Los animadores entraron por primera vez casi a los quince minutos. Rafael Araneda intentó hablar con el público e instó a Harris a continuar. Pese a todo, logró que los ánimos se calmaran un poco, e incluso hubo disposición de la gente en palco para escuchar lo que venía.

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George Harris y los animadores de Viña, Karen Doggenweiler y Rafael Araneda FOTO: SEBASTIÁN RÍOS MORALES/AGENCIAUNO

“La primera vez fue muy conversado con el equipo detrás de cámara, no solamente en la zona de dirección, sino que también en la zona de producción y de animadores atrás. La segunda vez, yo me hago cargo absolutamente de esa decisión. Entramos por la misma razón, porque sentimos que estaban sucediendo cosas que eran completamente fuera de lo que es el espectáculo”, agrega Hernández.

Además, cuenta que el contrato pactado era de 50 minutos, por lo que querían hacerlo valer.

Y por unos minutos, con sus referencias a los terremotos, pareció que la rutina de George Harris se encarrilaba. Incluso se escucharon las primeras risas en el palco. Pero fue apenas un trinar. La presentación no levantó vuelo y de nuevo, las pifias se hicieron sentir.

Harris reaccionó ofuscado cuando alguien del público le gritó un sonoro “¡fome!“.

“Ojalá tú tengas la carrera que tengo yo. Ojalá que la tengas. Que tengo 20 años haciendo esto. Y aquí en tu país, con todo lo que te da rabia de que yo esté aquí”, respondió, muy molesto. “¡Llené el Movistar, cállate!”.

A eso de la media hora, volvió a dejar el escenario, los animadores volvieron a entrar (y luego se quedaron a un costado del escenario). Pero ya no había vuelta. Harris echó mano a un segmento de canciones clásicas del repertorio latinoamericano, con referencias a José Luis “el Puma” Rodríguez, pero ahí el desapego fue notorio. La gente, mostrando el pulgar hacia abajo, como si fuera un emperador romano, le hacía notar su reprobación. “Yo no quiero insistir contra la marea. Qué lástima que ganen los malos siempre”, dijo, apesadumbrado.

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Rafael Araneda y Karen Doggenweiler, se quedan a un costado del escenario, durante la parte final de la rutina de George Harris

Tras el fin de la presentación, vino un momento tenso. El público venezolano, en particular de la galería, comenzó a salir en masa de la Quinta Vergara. Muchos se vieron molestos y acusaban xenofobia de los chilenos. No pocos encararon a los noteros televisivos que se acercaron a captar las reacciones de la gente. Cuando se cruzaron los que salieron desde palco, con los que bajaron desde la galería, comenzaron a gritar:“¡Nos vamos con George Harris!“. Incluso hubo menciones a Augusto Pinochet.

Mientras tomaban el camino de salida, algunos de los venezolanos las emprendieron con la prensa, acusándolos de azuzar una mala disposición para con Harris. Fue un minuto tenso, porque la carpa de prensa se ubica justo a un costado en el trayecto de salida, por lo que el cruce con los profesionales de los medios fue inevitable. Allí sonó fuerte otro grito: “¡No a la xenofobia!, ¡no a la xenofobia!“.

Una salida cabizbaja y sin pasar al backstage

Tras la fallida presentación, George Harris, muy cabizbajo, bajó a la zona de camarines acompañado por su equipo, incluyendo a su madre. Quienes estuvieron la zona de camarines, detallan a Culto que el grupo se comenzó a calmar una vez que bajaron del escenario, aunque la madre del comediante lucía muy molesta.

A los minutos, se tomó una decisión. La producción del Festival, liderada por Daniel Merino y Rodrigo Norambuena, decidió que el artista no hiciera el backstage de la transmisión (donde están Tita Ureta, Natasha Kennard, Joaquín Méndez y Darynka Marcic), para no exponerlo, ni que tuviera que dar explicaciones de inmediato. Por lo mismo no acudió a la conferencia de prensa, lo que fue informado minutos después.

La madre fue el principal apoyo del artista y, de hecho, lo consoló en todo momento.

Cuando ambos retornaron al hotel Pullman, donde se hospedan, fueron recibidos por un gran grupo de compatriotas. De acuerdo a lo registrado por el matinal Tu Día, de Canal 13, Irene Shaw abrió una ventana y dijo: “Reúnan en dólares para que se vayan. Reúnan en dólares”, dirigiéndose a los venezolanos residentes en Chile.

Al bajar del escenario de la Quinta Vergara tras su fallido debut, fue la primera persona que abrazó. A algunos cercanos, Harris le había comentado su intención de ir con su madre al sur de Chile después del Festival. Tras la experiencia de anoche, puede que ese plan ya no sea posible.

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