Alanis Morissette regresó a Chile con el show mas rockero del segundo día de Lollapalooza

Alanis Morissette Lolla
Alanis Morissette regresó a Chile con el show mas rockero del segundo día de Lollapalooza cargado de clásicos

La cantautora canadiense se presentó al cierre del segundo día de Lollapalooza 2025. Mostró un sólido espectáculo cargado a los temas de su célebre álbum Jagged Little Pill, que cumple 30 años, además de otros clásicos. También dejó espacio para mostrar su habitual inquietud social con mensajes sobre desigualdad y feminismo. Un show contundente y de espíritu rockero, que aunque cargado a la nostalgia, mostró a la artista en plena forma.


Pasó un poco más de un cuarto de siglo, antes de ver nuevamente a la canadiense Alanis Morissette en Chile. Tras sus visitas de 1996 y 1999 (en una de las cuales hasta cantó en el programa Venga Conmigo), la artista nunca había cantado en el país en un escenario masivo, menos al aire libre. En la segunda jornada de Lollapalooza 2025, llegó el momento de presenciar por primera vez, un espectáculo en toda regla a la altura de un nombre destacado de los noventa.

Y en la previa, campeaba la expectativa. “Fue definitivamente el show más rockero del día”, dijo Rolling Stone en español sobre su presentación del viernes por la noche en el Hipódromo San Isidro, durante la primera noche de Lollapalooza Argentina. No solo por un asunto de decibeles, en realidad, es por la actitud.

En el arranque del show, puntual a las 21.00, el clásico video introductorio repasó algunos momentos claves de su historia. De sus días como actriz juvenil, a la época en que era la nueva revelación de la industria, portada de revistas, hasta sus palabras en que mira en retrospectiva una carrera en que la cantante ha tratado de imponer sus propios términos.

alanis morissette

Alanis entró en escena con el canto crudo de la armónica para tocar Hand in my pocket, una canción que escribió en 15 minutos junto al productor Glen Ballard, a partir de un juego de dicotomías. De inmediato el público que repletó el Banco de Chile Stage (es notorio que hoy llegó mas gente que el viernes) respondió ante uno de sus clásicos. Sin pausas, la guitarra saturada dio paso a Right though you, mientras en la pantalla se proyectaron estadísticas, entre estas, cada 10 minutos una joven adolescente muere víctima de la violencia. Es el clásico interés social y feminista de la cantante, sin prédica ni aspavientos. Nada más el mensaje y la música funcionando como uno solo. Con otras consignas como “equality now” en pantalla, lo irá administrando durante toda la noche.

Tal como lo hizo Joe Vasconcellos celebrando el álbum Toque el viernes, buena parte del set de Morissette está enfocado en el material de Jagged Little Pill, su disco de 1995 que logró el número 1 del Billboard Hot 200 (durante 12 semanas) y la posicionó como un nombre clave, gracias al éxito de sencillos como Ironic y You oughta know. Se trata de un trabajo que este año cumple treinta años, motivo más que suficiente para celebrarlo. Más porque aquel trabajo además marcó una línea para su carrera artística, siempre ser leal a las convicciones, antes que a las convenciones.

A sus cincuenta años, la oriunda de Ottawa evidencia un desgaste natural en su voz por los años de carretera, pero canta sin problemas adaptando su estilo intenso y de constantes notas altas. Los años la han dado más efectividad para administrar su voz y grita muy poco. La eficiente banda de acompañamiento hace lo suyo con un sonido muy cargado a las guitarras saturadas, los efectos y timbres oscuros. Un sonido totalmente de los 90′.

alanis morissette

El repertorio de la noche también incluye otros temas como Hands clean, un éxito de comienzos de los 2000 (con partes del videoclip en la pantalla), en que se refiere al fin de una relación que tuvo con un hombre mayor que ella en ese momento.

Incluso ante canciones menos conocidas, el respetable responde con respeto ante el espectáculo. Hay pocas pausas y Alanis habla poco a la gente. Prefiere nada más concentrarse en lo suyo. Vestida solo con blusa negra con manchas roja, más polera y pantalón a juego, está muy lejos del divismo.

Más menos como a los 45 minutos vino un momento más íntimo. La cantante fue acompañada por guitarras acústicas y piano, con una luna proyectada en la pantalla (además de un intérprete de lenguaje de señas). Ahí pasaron temas como Rest y Mary Jane, escuchados con respeto por el público.

Al regreso al formato inicial, vino el momento del hit Ironic, acompañado en pantalla por fotos de giras. En la parte final, con parte del público moviéndose para presenciar el show siguiente (de Justin Timberlake) pasaron otros temas como All I really want, que sonó con garra por las guitarras pasadas por efecto como el wah wah.

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También pasa una contundente interpretación de You oughta now, con las guitarras rugiendo ante los gritos del respetable. Es aquel memorable hit de Jagged Little Pill, que en su versión de estudio tuvo a Flea y a Dave Navarro de los Red Hot Chili Peppers, en bajo eléctrico y guitarra, respectivamente. Parecía que el show terminaba allí, pero al final, casi como agradecimiento, interpreta Uninvited y se despidió con Thank U. “This song is for you”, dijo.

El show de Alanis Morissette es de los puntos altos que dejó la segunda jornada de Lollapalooza. Fue un show bien construido, con la música como protagonista y la poderosa voz de Alanis como eje. Además presentó un repertorio bien distribuido y los mensajes sociales repartidos con criterio. Fue, definitivamente el show más rockero del día, hasta ese momento.

Tras este paso por Chile, la canadiense seguirá su visita por Sudamérica presentándose en Perú, Colombia y Brasil. Luego se dará una pausa antes de continuar con unas acotadas presentaciones en mayo antes de volar a Europa para una serie de fechas en el verano boreal, entre las que destaca una presentación en el afamado festival Glastonbury. La carretera todavía la llama.

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