De Pinochet, Aylwin y la Constitución: cuando Mario Vargas Llosa habló de Chile
El fallecido escritor peruano siempre habló de la contingencia de nuestro país. Se definió como opositor a Pinochet y criticó el proyecto constitucional de 2022.

Lenguaraz y opinante como solía ser, Mario Vargas Llosa no eludía temas, y cada vez que le consultaron sobre Chile, dio su opinión.
Así, por ejemplo, en su minuto le dio duro a la figura de Augusto Pinochet. “La más mediocre democracia es preferible a la más perfecta dictadura, estén a la cabeza de ella Pinochet o Fidel Castro”, escribió en diciembre de 2021 en su columna en El País.
“El mismo día del golpe de Pinochet, en 1973, lo ataqué duramente en la televisión francesa y debo haber firmado, además, cerca de 20 manifiestos protestando contra los crímenes cometidos por la dictadura chilena, a la que incluso fui a criticar a Santiago de Chile y a solidarizarme con sus adversarios”.

En 2016, en charla con CNN, se refería a las voces que cuestionaban el modelo económico del país: “se pretende destruir el sistema que ha traído tantos beneficios a Chile...el cuestionamiento del modelo me parecería, para decirlo de una forma dramática, suicida”.
En esa misma conversación brindó loas a la figura de Patricio Aylwin, a pesar de que reconoció de que simpatizaba con Büchi en la presidencial de 1989. “Es una figura extraordinaria, permitió una transición pacífica en momentos dificilísimos (…) creo que fue un gran Estadista y esa transición fue ejemplar en el caso chileno y sirvió de modelo a muchas transiciones en América Latina, creo que el servicio que prestó a su país Patricio Aylwin fue absolutamente extraordinario”.
En 2022, opinó sobre el proceso constitucional de nuestro país, en los días en que la Convención Constitucional redactaba un proyecto de carta magna. En entrevista con este medio señaló: “El caso de Chile es muy desconcertante, porque Chile parecía ir en la buena dirección, sin embargo, en un momento dado se vio que el pueblo chileno protestaba, no se sentía representado por las autoridades y esto ha precipitado ese vuelco en Chile que nos deja desconcertados a tantos latinoamericanos que apoyamos el caso de Chile porque pensamos que estaba en la buena dirección y, aparentemente, no estaba en la buena dirección cuando los chilenos a través de las elecciones y elecciones que no son contestadas por nadie han elegido un camino muy distinto, muy distinto, muy diverso del que había optado Chile”.

“Esto es muy desconcertante sobre todo para quienes hemos apoyado el gobierno chileno, digamos no con Pinochet por supuesto sino después, con los gobiernos civiles que se pusieron de acuerdo para mantener en el campo económico una línea que parecía la línea de progreso. Chile había avanzado muchísimo, daba la impresión de estar acercándose ya a los países europeos más que al resto de los países latinoamericanos y entonces el proceso chileno nos entusiasmaba, nos exaltaba”.
Además, en esa misma línea opinó: “Sin embargo, parece que no era la manifestación más evidente del pueblo chileno, que ha protestado muchísimo, con manifestaciones que han sido muy violentas y que ha elegido a un presidente muy joven, un dirigente de estudiantes, me refiero al señor Boric, que enfrenta también problemas. Una de sus ministras ha sido recibida a balazos por los indígenas y tengo la impresión que no hay un acuerdo entre el nuevo presidente y la Convención que está fabricando la nueva constitución. Hay muchos problemas en Chile de manera que las elecciones no han servido para sosegar a la población chilena y para darle al presidente la posibilidad de materializar sus buenas intenciones. Aunque el caso de Chile es menos dramático que el de Perú”.
Ese mismo año, tras el triunfo del “Rechazo” en el Plebiscito de salida de la propuesta constitucional, opinó: “Nos ha levantado el ánimo a quienes veíamos a Chile como un modelo”, y agregó que la propuesta de la Convención Constitucional era “un mamarracho”.
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