El Gran Coco Legrand: cinco momentos de su carrera bajo la lupa del nuevo documental

Ya está en los cines el filme que sigue al reconocido comediante durante la realización de su último show y recorre su legendaria carrera en televisión, teatro y cine. El Lolo Palanca y el Cuesco Cabrera, el espectáculo Al Diablo con Todo y su regreso al Festival de Viña son motivo de estudio en el largometraje dirigido por Sebastián Moreno.
A partir de esta semana se puede ver en los cines El gran Coco Legrand, documental en que el director Sebastián Moreno sigue al célebre comediante durante sus últimos años, mientras presenta su espectáculo 70 o sé tonto por distintos puntos del país.
En ese ajetreo, mientras brinda sus últimos shows antes del retiro, el filme explora los diferentes capítulos de la carrera del humorista, desde Sábado gigante y sus primeros personajes hasta sus pasos por el Festival de Viña. Un retrato de un artista multifacético y transversal. Aquí revisamos ese acercamiento.

*Inicios en Sábado Gigante y nombre artístico
Alejandro González era un nombre común. Don Francisco recuerda que en la época había otro comediante con el mismo apellido (Manolo González), por lo que le sugirió adoptar un apodo artístico: Coco Legrand. “Sonaba bien (...) Francés, Coco, como Coco Chanel”, señala el animador en el documental.
El mismo Mario Kreutzberger le brindó un espaldarazo a su carrera y le permitió participar en reiteradas ocasiones en Sábado gigante, dándole una vitrina a su carrera. “Es el primer stand-up de Chile, el que hace una rutina en base a una historia”, asegura.
*El Lolo Palanca
Nacido en el Bim Bam Bum, el Lolo Palanca fue la respuesta de Coco Legrand a parte de la juventud de los años 70. “Los encuentro así como que están todos arranados”, dice en una presentación de Lunes gala frente a César Antonio Santis. “Parecen generales en retiro”.
“Por primera vez en Chile y Latinoamérica se hacía humor del adolescente, del teenager”, dice Legrand en una entrevista archivo. Más tarde daría vida al Cuesco Cabrera, un ingeniero comercial y ejecutivo que hablaba sobre un país que había perdido el humor, y al Oterito, un cuidador de autos que representaba a los más desfavorecidos.

“Cada vez que yo sacaba un personaje de esta naturaleza mágicamente desaparecía de la televisión por un tiempo”, afirma Legrand. “Yo simplemente estaba mostrando algo que era común para la gente que pone atención a la vida. Hay personas que no le ponen atención a la vida”.
*Paso por el cine argentino
La dupla de comediantes conformada por Alberto Olmedo y Jorge Porcel invitó a Coco Legrand a participar en A los cirujanos se les va la mano (1980), una película sobre dos camilleros que fingen ser cirujanos para conquistar a dos jóvenes doctoras.
Esa incursión en el cine argentino es recordada por Felipe Avello, quien visita al humorista para realizarle una entrevista. “El Negro (Olmedo) fue muy buena onda conmigo”, indica.
*Al Diablo con Todo
Al Diablo con todo fue uno de los grandes éxitos de la carrera de Coco Legrand. Estrenado en 1996, el show giró durante varios años por Chile. En ese monólogo –un agudo espectáculo en que salía con cachos y analizaba la contingencia– colaboró con el actor Jaime Azócar, su socio artístico desde inicios de los años 80.
“Al Diablo con todo fue la renuncia de Satanás frente al mundo (...) No te mete susto el diablo. El ser humano superó la maldad del diablo”, declara Azócar en el documental, donde define a Legrand como “un maestro en improvisar”.

*Regreso al Festival de Viña
En febrero del 2000, en la 41° edición del Festival de Viña, Coco Legrand fue recibido con una ovación por el público de la Quinta Vergara. “¡Ídolo, ídolo!”, clamó el público. “¡Olé, olé, Coco, Coco!”.
Era la primera vez en 20 años en que volvía a pisar el escenario más importante de Latinoamérica, y el comediante respondió aludiendo a su recorrido artístico y a las últimas décadas del país. “Tal vez para Carlos Gardel 20 años no sean nada. Para mí ha sido toda una vida. Gracias por ese cariño, porque entiendo de corazón que mi trabajo que hice en los momentos más duros de este país, cuando estuvo dividido, en algo sirvió. Llegué con humor y también con amor. Nunca luché por dividir a este pueblo. De esa generación soy yo. Soy de la generación de los años 70″.
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