Felicity Jones y El Brutalista: “Si bien está ambientada en el pasado, se siente increíblemente contemporánea”

El brutalista tiene un intermedio a la hora 40 de película. Es donde la cinta hace una pausa de 15 minutos y posteriormente aparece en escena Erzsébet Tóth, la esposa del protagonista. Ahora la vemos, porque antes, durante la primera parte, únicamente escuchamos su voz: la lectura de las cartas que envía a László mientras él lucha por hacerse un lugar en Estados Unidos y ella intenta unírsele.

En un filme como El brutalista, rico en texturas y en lecturas, no es fácil irrumpir en escena una vez transcurrida la mitad del metraje. Felicity Jones asumió el reto sin vacilar, porque era precisamente el tipo de proyecto que quería hacer.

La protagonista de Rogue One: Una historia de Star Wars (2016) buscaba un largometraje que la condujera hacia un “nuevo territorio”. Era 2022 y llegó a sus manos el guión escrito por Brady Corbet y Mona Fastvold, matrimonio y dupla creativa. Impresionada por la calidad de su trabajo, se comprometió con ellos de inmediato. Luego vinieron múltiples retrasos debido a la pandemia, a topes de agenda y a problemas de financiamiento que pusieron en riesgo la materialización de la película.

“En realidad todo se vino abajo y pensamos que no iba a suceder, y luego volvió a resurgir. Es un testimonio de la determinación y la voluntad de Brady y Mona que se haya logrado hacer y ahora exista”, explica a Culto a mediados de enero.

El grueso del rodaje se desarrolló a inicios de 2023 en Budapest, la ciudad que Corbet y su equipo transformaron en Filadelfia y Pensilvania durante los años 50. La actriz llegó a la capital húngara con el trabajo ya hecho: había pulido su acento con una coach de dialectos (que colaboró con Adrien Brody y con ella) y había profundizado en la relación de Erzsébet y László, una pareja separada y traumada por el Holocausto.

También se había tomado tiempo para revisar algunas cintas de Anthony Hopkins, en específico El final del verano (1992) y Lo que queda del día (1993), donde el intérprete “capturaba algo de la intensidad del espíritu que tiene Erzsébet”. A eso agregó una colaboración fluida con Corbet, a quien conocía desde la época en que él tenía una carrera actoral.

“Creo que desde el principio hubo una claridad absoluta de visión; desde el guión, que llegó completamente formado. No hubo que decir: ‘vamos a cambiar esto, vamos a hacer cambios de último minuto’. No hubo nada de eso. Fue completamente fiel a la visión de Brady y Mona, y así se ejecutó”, detalla.

Y agrega: “Incluso cuando la estábamos haciendo, sabíamos que estábamos haciendo algo que parecía explosivo de alguna manera. Parecía que los temas que estaba explorando... Obviamente está ambientada en el pasado, pero se siente increíblemente contemporánea”.

La recepción de la película superó todas las expectativas: siete nominaciones a los Globos de Oro (ganó tres), nueve postulaciones a los Bafta (se llevó cuatro) y diez candidaturas a los Oscar (obtuvo tres). En todas esas instancias Felicity Jones aspiró a los galardones a Mejor actriz de reparto. Todo comenzó en la 81° edición del Festival de Venecia, donde Corbet obtuvo el León de Plata y A24 compró los derechos para distribuirla en Estados Unidos.

“Creo que todo empezó a tomar forma en Venecia, en cuanto a la recepción del filme. En cuanto a la calidad, a lo brillantemente escrito y ejecutado que estaba el filme, todos lo sabíamos desde el principio”, afirma.

En Italia, plantea, “nos dimos cuenta de que esta película estaba teniendo un impacto muy tangible en las personas y luego fue cuando en realidad creció a partir de ahí. Venecia fue bastante especial para todos nosotros, porque sabíamos que era buena, pero ahora parecía que otras personas les parecía que era buena”.

Jones ya piensa en sus siguientes proyectos: acaba de estrenar el drama Train dreams en el Festival de Sundance y a fin de año llegará Oh. What. Fun., un largometraje navideño dirigido por Michael Showalter (La idea de ti). Además, como productora alista una serie sobre la Fórmula 1. Un puñado de historias diferentes para seguir ampliando sus horizontes.