Judas Priest a fondo: “Chile tiene uno de los mejores públicos del mundo”

La emblemática banda de heavy metal regresa al país para presentarse en el festival Masters of Rock. En Culto conversamos con Scott Travis, el baterista de Judas Priest desde los 90. Aquí, su mirada acerca de su carrera, el rock en la actualidad y cómo es trabajar al interior de una de las instituciones definitivas del rock.
La icónica banda de heavy metal Judas Priest vuelve a Chile a presentar su octavo álbum de estudio, Invicible Shield (2024). La agrupación se presentará el 23 de abril en Movistar Arena y compartirá escenario con Savatage, Opeth y Pentagram. Un retorno estelar para un conjunto que ayudó a definir el rock de alto voltaje, sobre todo en su era de gloria hacia fines de los 80.
La banda se fundó en 1969, pero el baterista Scott Travis se unió como miembro oficial en 1989, cuando fue elegido para sustituir a Dave Holland -quien se fue por problemas de salud y diferencias musicales con la banda-. Cuando se integró a la agrupación, Travis ya los conocía: “Era fan de la banda antes de unirme a ellos. Fue un verdadero honor y un sueño hecho realidad, por así decirlo”.
En ese tiempo, Judas Priest ya tenía una extensa trayectoria y había publicado 11 discos.
De hecho, el baterista tenía su propio proyecto: Racer X, con quien tocaba las canciones de Judas Priest. “Fue un sueño hecho realidad porque era un gran fan de Judas Priest cuando era más joven tocando música en otras bandas, bandas de versiones principalmente. Siempre tocábamos canciones de Judas Priest, junto con otros grupos de heavy metal como Iron Maiden, Led Zeppelin, Saxon y todo ese tipo de cosas”.
Su primera grabación profesional con Judas Priest fue Painkiller, en 1990, la última vez con el legendario cantante Rob Halford, antes que renunciara y abriera una pausa en el conjunto. Fue una suerte de reivindicación, ya que con Racer X el instrumentista cosechó un éxito menor. “En otras palabras, no teníamos sello discográfico, así que los discos no se distribuyeron en su mayoría. Estamos hablando de 1987 y 1988, en ese tiempo no teníamos internet para llegar a los fans. Así que necesitábamos una discográfica que distribuyera y colocara nuestros discos en las tiendas, pero nosotros no teníamos eso”, dice a Culto.
Los años ahora son distintos. “Al unirnos a Judas Priest, obviamente tenían un contrato con una importante discográfica, y cuando grabamos Painkiller (1990), se distribuyó y escuchó en todo el mundo, y hasta el día de hoy, a la gente parece gustarle mucho, así que estoy muy orgulloso de eso”.
El baterista, después de tantos años, se acopló bien a la banda y desde que se unió, han publicado ocho discos, donde todos colaboran en el proceso de composición la que, según dice, “normalmente empieza con el cantante y los guitarristas. Crean las melodías y los estribillos, y obviamente Rob -Halford- escribe sus propias letras. Luego de eso después de eso, nos lo presentan a Ian y a mí, y lo ensayamos durante varias semanas, ajustándolo, haciendo cambios, lo que sea necesario, y después vamos al estudio”.
“Habitualmente, cuando después estamos en el estudio, algunas cosas cambian en el último minuto, simplemente porque ahora lo estás escuchando con los parlantes y cómo suena realmente la canción, e inevitablemente siempre se hacen algunos cambios”.
Gira Firepower
El álbum Invincible Shield, debutó en el número dos en las listas de Estados Unidos, siendo la más alta en la discografía de la banda a la fecha, mientras que en Estados Unidos, debutó en el puesto 18 de la lista Billboard 200.
Claramente ha tenido excelente aceptación en el público y por otra parte, la crítica también lo ha acogido de buena manera. Sobre esto, el artista comenta “Estamos muy orgullosos de ese disco, que ha tenido un buen desempeño”.
“Los fans y los críticos lo han recibido bien, lo cual es bastante inusual, especialmente en estos tiempos en que todos son críticos. Cualquiera con un teléfono celular es crítico. Es bastante inusual que fans y críticos estén de acuerdo en el éxito musical de un disco”, asegura.
Es por ello que a nombre de la banda, confiesa que “estamos muy orgullosos de eso y esperamos repetirlo en el futuro.
Respecto a la inspiración del álbum, no hubo ninguna en particular. “Richie se había asentado como guitarrista y Andy Sneak, como nuestro productor, es de gran ayuda”.
“Andy, obviamente, ha producido muchos discos, muchos de rock and roll y heavy metal, y es un excelente productor e ingeniero. Y sabe tocar la guitarra, obviamente, así que es de gran ayuda para moldear el sonido y crear el producto final. Un productor de cualquier disco tiene una influencia enorme en el sonido del producto final”.
La canción principal, Firepower, es la que definitivamente le emociona tocar. “La tocaremos cuando visitemos Chile. Nos gusta tocar esa canción, que es muy animada y agresiva. Ojalá algún día se convierta en un clásico de Priest, pero eso lleva años. Pero disfrutamos tocando eso”.
Judas Priest ha estado seis veces en Chile. Tiene una buena percepción del país y al público lo encuentra espectacular. “Llevo 35 años diciéndoselo, desde mi primera visita a Sudamérica, pero Chile y algunos otros países tienen uno de los mejores públicos del mundo. Son los que más ruido hacen, los que más lo agradecen”.
También destaca que en Sudamérica hay grandes amantes y consumidores del heavy metal -en Spotify el público chileno es el que más escucha a la banda-. Es por ello que “siempre esperamos con ansias ir. Parece que solo lo hacemos cada dos o tres años, y deberíamos intentar hacerlo más a menudo porque es un público genial, lo esperamos con muchas ansias”.
De hecho las otras ocasiones en que ha venido a Chile las define como “una locura”. “Particularmente como baterista, y la persona que presenta la canción Painkiller, ese track en particular parece volar el techo del lugar en cuanto empieza, es como si se destrozara el techo”.
Según el baterista, el público chileno que disfrutará de sus canciones puede esperar. “Seremos una máquina bien engrasada, como suele ser Judas Priest después de ensayar y tocar. Llevamos de gira un año y medio, solo con Firepower, así que hemos tocado mucho por todo el mundo y es nuestra primera vez en Sudamérica en la gira de este disco“.
“Creo que han pasado tres años desde que estuvimos en Chile, así que espero que sea otro concierto asombroso de Judas Priest, con toda la utilería, la motocicleta, la participación del público, los analgésicos y todo lo demás”.
Entradas a la venta en Punto Ticket.

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