
¿Leen poco los chilenos? Esto revela un último estudio en el Día del Libro
El Estudio de Hábitos y Percepciones Lectoras en Chile (2025), de Ipsos, revela una relación directamente proporcional entre el nivel educacional y socioeconómico con el hábito de la lectura. Además, esta actividad está muy debajo de otras como ver videos, películas o usar redes sociales, dando cuenta de la preponderancia de las pantallas. Vicente Davanzo, mediador de lectura y analista, revisa con Culto los resultados del estudio.

Leer libros o novelas no es una de las actividades predilectas de los chilenos, según el Estudio de Hábitos y Percepciones Lectoras en Chile. Este 23 de abril, en el Día del Libro, Ipsos revela nuevos datos extraídos del informe Tendencias Globales 2024. Estos establecen que solo el 32% de los encuestados leyó la última semana.
“Eso nos deja bajo el promedio global, que es el promedio de los 50 países donde se hizo la pregunta, que es del 38%”, explica a Culto Vicente Davanzo, analista de datos de Ipsos y mediador de lectura. “Chile es el resultado más bajo de Latinoamérica, solo superamos a Perú y estamos igualados con Argentina en 32%”.

Los chilenos, así, prefieren otras actividades como escuchar música, ver películas o videos y usar redes sociales. Si se ordenan en un Top 10, leer se ubica justo bajo hacer deportes, en el lugar once.
“Vemos que las pantallas dominan. Son actividades que están insertas en el cotidiano de todas las personas. Además, son actividades que son muy transversales y que se dan con mucha fuerza en las diferentes generaciones, en los diferentes sectores del país y también por las variables socioeconómicas o educativas”, establece.
En esa línea, advierte que “es importante no dar mensajes alarmistas, ya que el dato revela que 1 de cada 3 chilenos leyó un libro la semana pasada”.

La baja preferencia por la lectura de libros o novelas se explica con diversos factores, como por ejemplo, el nivel socioeconómico y educacional. Según el estudio, quienes se declaran más asiduos a la lectura responden a un perfil bastante predecible: personas con más educación y mayores ingresos. En ese caso, la lectura es directamente proporcional a esas variables.
El especialista indica que el valor del mercado del libro en Chile puede incidir en estos datos, pero no es el único. “La mayor brecha se da en la diferencia por educación, pasa de 21% de bajo nivel educativo, a 38% con alto nivel. El hallazgo acá es que la lectura en Chile es una actividad muy marcada por factores socioeconómicos y educativos, es una actividad atravesada por la desigualdad, marcada en muchos aspectos la sociedad chilena. Ese factor hace que la lectura sea una actividad que parezca minoritaria”, concluye.
Según un estudio de Ipsos, La Fuente y Sura del 2022, la principal razón por la que los chilenos no leerían con mayor frecuencia, es por falta de tiempo (53%), por sobre otros motivos como la falta de interés o pereza. Asimismo, el 17% prefiere realizar otras actividades recreativas.

“Al final, las personas de mayor nivel educativo, con mayores ingresos, que tienen más tiempo para leer, que tienen mayor capacidad económica para adquirir libros, y mayor nivel educativo también, son las personas que más leen. Entonces, aumenta la brecha entre las personas y la lectura se convierte en una especie de representación de la desigualdad”, explica.
En cuanto a edades, son los millennials, es decir, los nacidos entre 1981 y 1996, quienes declaran leer más, mientras que la generación X (nacidos entre 1965 y 1981), son quienes leerían menos.
En relación con el género, la diferencia no es mucha. El 32% de mujeres versus un 31% de varones declara haber leído la última semana. “La brecha no es significativa. En general, los estudios apuntan a que las mujeres están más metidas en el mundo del libro y la lectura”, indica.
¿Leemos poco los chilenos?
En Chile se lee poco, es una afirmación recurrente. “No estoy de acuerdo con esa idea. Hoy se lee más que nunca, si lo comparamos con otros periodos de la historia. Estamos expuestos al texto mucho más que en cualquier otro momento”, comenta Vicente Davanzo.
“Ocurre que los materiales de lectura se han diversificado, no hay que entender la lectura única y exclusivamente como el libro impreso, este ha evolucionado. Que los chilenos no leen es algo que hay que problematizar. Quizás la pregunta es qué, cuándo y por qué leemos”, reflexiona.

El especialista explica que el libro compite con otros formatos de texto, como la música, la televisión, las redes sociales o los videos; tal como muestra el estudio. Sin embargo, el éxito de la industria editorial a nivel global demuestra un creciente interés por la lectura, especialmente después de la pandemia. “Hay que tomar con cuidado esa crítica”, establece Davanzo.
Ahora bien: ¿Cómo se relacionan estos datos con la comprensión lectora? El más reciente informe PIACC de la OCDE reveló que Chile ocupa el último lugar en comprensión lectora. Más de la mitad de los adultos chilenos (53%) están en los niveles más bajos de la escala en comprensión lectora, frente al promedio del 26% de la OCDE.
“Es difícil correlacionar los datos, porque son estudios distintos”, concluye Davanzo. Sin embargo, se remite a los datos anteriores para explicar cómo los niveles de lectura se interconecta con otros factores, como el nivel educacional y el acceso económico a leer.
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