“Me llevé el micrófono con su lápiz labial”: el día en que Steve Jones de los Sex Pistols le robó a David Bowie

Ocurrió en 1973, cuando Bowie presentó los últimos dos shows de Ziggy Stardust en el Hammersmith Odeon de Londres. Un joven Jones, antes de ser el guitarrista de los Pistols y una leyenda del punk, ingresó con sigilo y robó algunos equipos de la banda de Bowie. Años después le pidió disculpas. "Él sabía que lo había hecho; le pareció gracioso".
Ocurrió en las noches del 2 y 3 de julio de 1973. En el Hammersmith Odeon de Londres, David Bowie se transformó por última vez en Ziggy Stardust, el personaje con el que definió el ineludible álbum The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars.
Bowie, ataviado como el alienígena que llegaba con la palabra del glam rock a la Tierra, preparó un show especial, que tuvo a Jeff Beck y a Ringo Starr entre sus invitados. Una noche histórica que se registró para la posteridad en la película Ziggy Stardust and the Spiders from Mars: The Motion Film (1979) de D.A. Pennebaker.

Pero esa noche en el Hammersmith, en que además tocaron temas de Hunky Dory y Aladdin Sane, no solo hubo fans, también jóvenes marginales que solían quedarse en el lugar. Uno de ellos, era Steve Jones, el futuro guitarrista de los Sex Pistols, por entonces de 18 años.
“(Bowie y su banda) tocaron dos noches, y después de la primera dejaron todo el equipo montado, porque tocarían allí la noche siguiente. Conocía el Hammersmith Odeon como la palma de mi mano; solía dormir allí todo el tiempo. Era como el Fantasma del Hammersmith Odeon”, contó a The Guardian.

Fue entonces que, como un zorro en un gallinero, Jones vio una oportunidad. “Eran como las dos de la mañana. Robé una minivan y me subí. No había nadie, salvo un tipo sentado en la cuarta o quinta fila, dormido; roncaba. Había un silencio sepulcral. Caminé de puntillas por el escenario y robé unos platillos, el amplificador del bajista (un amplificador Sunn) y unos micrófonos. ¡Me llevé el micrófono de Bowie con su lápiz labial!“.
Años después, cuando ya era una celebridad punk, Jones le confesó al hurto al mismo Bowie. “Más o menos lo hice, por teléfono. Él sabía que lo había hecho; le pareció gracioso. De hecho, no creo que le haya robado nada, no creo que los micrófonos fueran suyos. Los únicos por los que me sentí mal fueron por Woody [baterista, Mick Woodmansey] y Trevor Bolder [bajista]”.
“De hecho, hice las paces con Woody -sigue Jones-. Vino a mi programa de radio hace unos años, y pensé en contarle en vivo, cuando estábamos al aire, lo que hice. Le dije: ‘Tengo que hacer las paces contigo, Woody, te robé algunos platillos. ¿Qué puedo hacer para arreglarlo?‘. Él respondió: ‘No sé; danos un par de cientos de dólares’. Creo que le di 300 dólares, así que se puso muy contento".
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