Patricia Arquette y su complejo rol en Severance: “Está muy sola y ama y odia a esta corporación”

Harmony Cobel es uno de los personajes que ha ganado más matices durante el desarrollo del segundo ciclo de la serie de Apple TV+. La actriz que la interpreta comparte con Culto su visión sobre su viaje y las lecciones personales que le ha dejado el proyecto. Además, promete: “Muchas cosas se resuelven para ella hacia el final de la temporada”.
Durante gran parte de la primera temporada de Severance, al menos hasta su episodio final, Harmony Cobel (Patricia Arquette) emergió como la máxima representación del poder de Lumon Industries. Una figura fría que debía asegurarse de que Mark (Adam Scott), Helly (Britt Lower), Irving (John Turturro) y Dylan (Britt Lower) continuaran con sus labores en el refinamiento de datos, y que en nombre de esa misteriosa compañía parecía dispuesta incluso a transgredir límites que podrían irritar a sus superiores.
Su historia ha ganado espesor durante el segundo ciclo de la serie de Apple TV+ (que se despide este viernes 21). Al principio, tras descubrirse la rebelión que los trabajadores protagonizaron bajo su tutela, fue removida de su puesto y luego, cuando rechazó una oferta que le pareció insultante, quedó completamente fuera de la empresa. Su reacción ante Mark –fuera del vecindario que ambos comparten– fue una representación muy gráfica de su perturbado estado después de su despido: una mujer impredecible e iracunda que conduce a toda velocidad con destino desconocido.

“La han derribado de su pedestal y la han desplazado”, resume Arquette en diálogo con Culto. “Está muy sola, y ama y odia a esta corporación. Quiere demostrar su valía, pero no sólo demostrar su valía, quiere demostrar que tiene razón con esta corporación. ¿Pero qué está dispuesta a hacer?”, apunta.
Tras varios capítulos ausente, Cobel reapareció en el tramo final de la temporada, cuando las preguntas se han acumulado y la tensión está en su punto más álgido. Respondió al llamado de Devon (Jen Tullock), desesperada tras encontrar a su hermano inconsciente en su casa. El noveno episodio (Al cierre) concluyó en una escena que dejó a los fanáticos en ascuas, con el innie de Mark repitiendo las primeras palabras que pronunció en el desenlace del primer ciclo (“está viva”), ahora ante la presencia de Cobel.
Un capítulo antes, en Dulce desprecio, el personaje de Arquette regresó a su pueblo natal. Allí se reencontró con figuras de su pasado y se despejó su historia personal y el devastador efecto de Lumon en su comunidad. Probablemente la mayor revelación fue que ella sería la mente detrás de la creación del proceso que permite separar la vida laboral de las experiencias personales, no un miembro de la familia Eagan, como se ha divulgado públicamente en el mundo de la ficción.

“(Lumon) es más que una corporación, es como su familia. Vemos más de dónde viene Cobel y cuán profundas son sus raíces. Se trata de una lucha por su propia identidad, por ser vista y apreciada por esta corporación. Creo que muchas cosas se resuelven para ella hacia el final de la temporada”, sostiene.
Por ese motivo descarta rotularla simplemente como una villana. “Ella está dispuesta a interpretar el papel de villana para hacer lo mejor para la corporación. Pero incluso se cree más inteligente que la corporación. Tiene una agenda a largo plazo. Ella es una devota de Kier de la vieja escuela y siente que James (Eagan) y Helena se están alejando de los ideales de Kier. Quiere retomar el rumbo”.
La actriz admite haber disfrutado la manera en que la segunda entrega abordó la dualidad de las vidas de los protagonistas, en particular de Mark y Dylan. Este último empieza a tener citas con la esposa de su outie en las instalaciones de Lumon y se enamora de ella, generando consecuencias dramáticas. “Se están encontrando y volviendo a enamorarse, y al mismo tiempo él está celoso de sí mismo. Creo que es muy complicada la situación para estas personas”, indica.

Arquette también comparte algunos aprendizajes que ha tomado de su experiencia haciendo dos ciclos de Severance.
“Definitivamente me di cuenta de que estoy muy fragmentada”, dice con una sonrisa. “O que mucha gente que conozco está muy fragmentada. O que no me daba cuenta al ver lo fragmentadas que estaban muchas cosas a mi alrededor. Así que siento que estoy abriéndome a una conversación diferente conmigo misma y con la gente que me rodea. Solo intento abrirme, estar presente y ser real. Vivir la realidad”.
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