
Quién era Rubby Pérez, la leyenda del merengue que murió de manera trágica en República Domincana
Conocido como La voz más alta del merengue, falleció a los 69 años en un accidente trágico en el que se derrumbó el techo de una discoteca en República Dominicana. Quería ser beisbolista de joven, pero el destino dijo otra cosa.

Y se apagó La voz más alta del merengue. El cantante dominicano Roberto Antonio Pérez Herrera, mejor conocido como Rubby Pérez (69), es uno de los fallecidos del accidente de esta madrugada en República Dominicana. El colapso del techo de la discoteca Jet Set, en Santo Domingo dejó un saldo de 98 muertos, entre ellos, el jugador de béisbol dominicano, Tony Enrique Blanco, y el mencionado cantante, quien se presentaba en el local.
En principio, los rumores sobre la muerte de Pérez eran inciertos, pero fue su manager, Enrique Paulino, quien confirmó la tragedia a la agencia de noticias France Presse (AFP). “Es correcto -dijo Paulino al referirse al deceso-. Estamos esperando que los hijos se pongan de acuerdo para el funeral”.
Asimismo, las autoridades locales dieron cuenta de lo ocurrido con su malogrado: “Hemos confirmado la recuperación del cadáver del merenguero Rubby Pérez. Su familia, que se encontraba en esta área, recibió la noticia de las autoridades”.

Pérez es un nombre dorado de la música tropical de los 80. Curiosamente, su sueño inicial no era ser cantante, sino dedicarse al deporte. Como buen caribeño, era amante del béisbol. “Yo me pasaba el tiempo jugando pelota”, recordó Rubby Pérez en una entrevista con una cadena de televisión local. Pero todo quedaría trunco cuando a los 15 años fue atropellado por una camioneta. Salió vivo, pero quedó con lesiones permanentes en la pierna derecha que le impidieron dedicarse al deporte del diamante. “Pensé que ya no tenía razón de existir”, confesó tiempo después a Billboard en Español. Estuvo casi un año hospitalizado y requirió dos años de terapia
Pero donde acabó el beisbolista nació el cantante. Pérez se reenfocó y decidió entrar a estudiar música al Conservatorio Nacional de Santo Domingo, con ello, comenzó sus primeros pasos formando parte del Coro de la Sociedad de Orientación Juvenil, Los Juveniles de Baní en 1978, y Los Hijos del Rey. De ahí dio el gran salto al ser parte de la banda de apoyo de Wilfrido Vargas, el gran nombre del merengue, muy recordado en estos lares por su mega hit El Baile del Perrito.
Formando parte de la orquesta de Vargas, Pérez se lució y su voz se transformó en un sello. Se convirtió en La voz más alta del merengue amén de su vozarrón potente, de registro tenor, y que llegaba a las notas altas sin problemas. Con volumen, sin desinflarse, con claridad al decir las frases, sin desafinar. Un cantante de tomo y lomo. Así se ve en hits como Volveré.
Pero a Pérez no le bastó ser un cantante de acompañamiento. En 1987 decidió iniciar su carrera como solista, logrando éxitos que entraron en las listas de Billboard. Para la posteridad quedaron canciones como Dame veneno, Buscando tus besos, Fiesta para dos, 15.500 noches, El africano y El barbarazo.
Así, fue consolidándose como una figura clave del merengue. Su álbum homónimo Rubby Pérez estuvo dos semanas en la lista Tropical, alcanzando el puesto #15, y su tema “Enamorado de ella” fue #29 en el Latin Charts. Su carrera despegó con éxito.

Pérez siempre fue agradecido de haber formado parte del grupo de Wilfrido Vargas. “Fue una universidad, un régimen militar”, dijo años después. Es claro que esa experiencia lo convirtió en un profesional de la música y le dio las herramientas para una carrera en solitario.
“Dios tenía otro propósito para mí y era que en vez de tener un bate en la mano tuviera un micrófono, que pudiera comunicar a la gente mi alegría, mi positivismo, mi deseo de seguir adelante, sin importar lo que sucediera”, expresó Pérez años después, dando cuenta de la jugada que torció su destino finalmente le permitió encontrar su sitio en el mundo.

En 2024, Rubby alcanzó a recibir un homenaje un vida en su país con el Soberano al Mérito por la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) en reconocimiento a su carrera. “Gracias del alma, eso ayuda a que los artistas sigamos adelante”, declaró emocionado a Listín Diario antes del evento.
Al momento de su muerte, Pérez seguía vigente. El pasado 4 de abril había publicado una canción en las plataformas de streaming musical, Amores extraños, en remix de Yas Cepeda, la que a la postre resultó ser su último tema. Antes que el accidente dijera otra cosa y la muerte se lo llevara desde el escenario.
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