Sangre, poderes telequinéticos y bullying: Carrie, 50 años del libro que salvó a Stephen King

Carrie, la primera novela de Stephen King, vuelve a las tiendas nacionales en una edición especial por su 50º aniversario. Por ello, en Culto aprovechamos de revisar las huellas de un libro que pasó a la historia no solo por darle su primer éxito comercial a su autor, sino por haber quedado en el inconsciente y sus adaptaciones al cine.
Iba a ser uno más de los relatos que mandaba a la revista erótica Cavallier para hacerse de unos pocos dólares y trataba sobre unas muchachas adolescentes de secundaria. Pero al poco de empezar, a Stephen King no le convencía. “Recelé de perder dos semanas elaborando una novela corta que ni me gustaba ni podría venderse. Solución: tirarla a la basura”, contó él mismo en su libro Mientras escribo (Debolsillo, 2000).
Pero días después esa historia volvió a la vida, y fue gracias a Tabitha, su esposa. La mujer recogió el manuscrito desde la basura y lo empezó a leer. “Lo había visto al vaciar la papelera, había limpiado de ceniza las páginas arrugadas, las había alisado y se había sentado a leerlas”. Y le comentó su opinión: “Expresó su deseo que acabara el relato”.

“Yo alegué que no tenía ni puta idea sobre las niñas de instituto, y ella dijo que me ayudaría. Tenía la cabeza un poco inclinada, y sonreía de aquella manera tan mona. -Tiene posibilidades – concluyó-. Lo digo en serio”.
Y así no más, después de hacerle caso a su mujer, Stephen King terminó el manuscrito que se transformó en su primera novela publicada, Carrie, en 1974. Hoy, está de vuelta en las librerías chilenas gracias a una nueva edición especial vía Plaza & Janés, por el 50º aniversario de su publicación, e incluye un prólogo de la célebre escritora canadiense Margaret Atwood. Por ello, vale la pena revisar todo lo que significa esta novela, el libro que cambió la vida de su autor.
“Por primera vez en la vida me costaba escribir”
Hacia 1974, Stephen King vivía con su familia en un remolque, era un escritor que publicaba relatos en la revista Cavallier y había cogido un trabajo como profesor en un colegio que apenas le alcanzaba para sobrevivir. “Cuando empecé Carrie me habían cogido de profesor de lengua en la localidad cercana de Hampden. El sueldo estipulado eran 6.400 dólares anuales, cantidad que parecía inconcebible después de la lavandería y sus 1,60 dólares. Si yo hubiera hecho cálculos, incorporando las horas de reuniones y corrección de exámenes, me habría dado cuenta de que era una suma más que concebible, y de que nuestra situación era más grave que nunca”, recuerda en Mientras escribo (su notable libro que funciona como una especie de taller literario donde revela sus secretos de escritor).
Por si fuera poco, por esos días tenía varios problemas, partiendo por su auto. “Yo tenía un Buick con problemas de transmisión, pero no el dinero para arreglarlo; Tabby seguía en Dunkin’ Donuts y carecíamos de teléfono por el simple motivo de que no estábamos en situación de pagarlo”. Asimismo, otros nubarrones comenzaron a oscurecer el horizonte: “Mi carrera de escritor tampoco prosperaba. En las revisas para hombres, los cuentos de terror, ciencia ficción y policiacos estaban siendo sustituidos por los de sexo, cada vez más explícitos. Se añadía al problema otro más grave: por primera vez en la vida me costaba escribir”.

No era un buen momento para ser Stephen King, entonces. Así lo comenta a Culto el argentino Ariel Bosi, acaso uno de los mayores expertos en la obra de King, autor del libro Todo sobre Stephen King (2018) y administrador de la cuenta de Instagram @todostephenking, y del canal de YouTube El mundo de Stephen King.
“A Stephen no le iba muy bien en varios ámbitos de la vida. Por un lado, el resto de las novelas producida hasta que escribió Carrie (5 en total) no habían sido aceptadas/publicadas. Económicamente estaba muy apretado y llegando con lo justo gracias a los cuentos que ocasionalmente le vendía a la revista erótica Cavalier. Carrie comenzó como un cuento, se dio cuenta que se iba a extender en la cantidad de páginas y tiró esas 2 o 3 que escribió inicialmente. Son las que rescató su esposa Tabitha, leyó, y le dejó una nota diciendo que le gustaban, que continuara con la escritura”.

Carrie narra la historia de una adolescente, Carrie White, quien vive junto a su madre -una fanática religiosa- en Chamberlain, Maine. Carrie es una adolescente tímida, retraída y que siempre ha sufrido bulliyng por parte de sus compañeras, y de su misma madre, quien suele atormentarla con sus creencias. Un buen día, en las duchas tras la clase de Educación Física, Carrie comienza a experimentar su primera menstruación, lo que causa la burla de sus compañeras quienes le arrojan compresas y tampones. Tras recibir la ayuda de la profesora, ocurre algo que llama su atención: una ampolleta estalla sobre ellas.
Con el tiempo, Carrie descubre que acaba de adquirir habilidades sobrenaturales, en concreto, poderes telequinéticos, los que trata de mantener en secreto, pero tras una sufrir una nueva y durísima humillación durante el baile de graduación, no dudará en usarlos de manera terrorífica y sanguinaria.

Cuando salió a la venta, Carrie se convirtió en un éxito editorial rotundo. Lo publicó la editorial Doubleday, cuyo editor, Bill Thompson, demostró tener un ojo notable para encontrar autores (años después descubriría a John Grisham). Le mandó un telegrama a King diciéndole que publicaría la novela y le tocaba un adelanto de 2.500 dólares. “Dos mil quinientos dólares era un adelanto modesto a principios de los 70, pero ni yo lo sabía ni tenía un agente literario que pudiera informarme”, recordó King en su citado libro. Con el dinero, King recuerda que compró un auto nuevo.
Pero esos 2.500 dólares eran solo el comienzo, porque poco después -ya con teléfono-, King recibió una llamada urgente de Thompson: había vendido los derechos de Carrie para publicación en formato bolsillo por la friolera cifra de 400 mil dólares, de los cuales, a King le tocaban 100 mil. Acababa de nacer un fenómeno ¿Por qué?
Las claves de Carrie
El escritor y guionista Pablo Illanes es un gran fanático de Stephen King, y Carrie una de sus novelas favoritas. Consultado por Culto, comenta las que a su juicio son las razones del éxito del libro. “Para mí ha trascendido mucho, probablemente a niveles nocivos. Debe ser la novela que más veces he leído en la vida y también la película que me he repetido más (con Terciopelo azul y Marnie). Pero hay muchos fans de SK que la miran en menos, la consideran inferior a El resplandor o Cementerio de animales. Creo que el motivo de la inmortalidad de Carrie es su naturaleza femenina. Siempre he pensado que la obra de SK se puede dividir entre sus novelas masculinas y femeninas. Las femeninas son las que me gustan (Carrie, Cujo, Cementerio de animales, Ojos de fuego) y las masculinas no tanto”.
Ariel Bosi también lanza su tesis. “King siempre fue un gran entendedor de los tiempos presentes. Cuando escribió el primer borrador de Rabia, titulado Getting it on, no lo envió a diestra y siniestra a cualquier editorial: buscó una que había publicado un libro que viajaba en la misma frecuencia. En esa oportunidad no consiguió que se lo aceptaran pero era cuestión de seguir intentando, que ya encontraría una obra en el momento y lugar justos. Luego de una suerte de furor con el género terror en los 70 luego de El Exorcista, su novela encontró el momento justo: una novela de terror en donde lo sobrenatural está en el personaje principal y a quien queremos que le vaya bien. Para completarlo, ambientada en el EE.UU. de esa misma época, y siendo un muy positivo retrato de la adolescencia y sus ansiedades, miedos, dudas, etc. Pasaron 50 años y Carrie sigue siendo actual. Hoy en día, en lugar de tirarle tampones la filmarían con los celulares, pero la consecuencia sería bastante similar”.

Para quienes han seguido la carrera de King, ya en Carrie podemos encontrar algunos de los elementos que luego lo consolidaron, así lo comenta Pablo Illanes: “Es una primera novela excepcional, recargada de todas las obsesiones que hicieron popular a SK: el pueblo infernal, la crueldad como motor, la mirada del lado los freaks y los outsiders y, por supuesto, el fuego. Todas sus novelas de esta época (su tiempo de cocaína) terminan con todo devorado por las llamas, lo cual es un detalle fundamental para interpretar el total de su obra. Sin Carrie no existe nada más”.
Bosi plantea algo similar: “El retrato del momento actual en EEUU y la concepción de los personajes ya dejaba claro que King tenía un pulso muy fuerte en el tema que lo seguimos viendo durante los siguientes 50 años. King tomó la posta que en su momento cargó Richard Matheson, de un terror aggiornado y actual, y lo alimentó a base de un trabajo sin fin durante las siguientes décadas. No es el único escritor de los ‘70, ‘80, ‘90, etc, pero sí el único que nos dio un promedio de dos libros por año en esas décadas. Recién en los últimos años bajó un poco la cantidad de libros de él por año”.

Dentro de la amplísima obra de Stephen King, ¿qué lugar ocupa Carrie? Responde Pablo Illanes: “Yo la siento como un suerte de prólogo de su primera etapa, la era de la droga y el descontrol. Él mismo lo cuenta en sus libros de no-ficción y revela cuánto se demoró en escribirla y todos los problemas que tuvo que enfrentar. Lo que más me gusta de la novela es que se nota el grado de locura. Carrie pudo haber sido un best-seller convencional, mainstream, con harto diálogo y acción, contado desde un solo punto de vista. SK pudo irse a la segura, pero como era joven e intenso optó por experimentar y armar la novela desde varios puntos de vista. La intro tipo documental es alucinante, una maravilla, y reconozco que copié la idea para la partida de mi novela No la mires a los ojos. No pude evitarlo”.
Por su lado, Ariel Bosi opina: “En términos de calidad, no pongo a Carrie en un top 10, ya que muchas de sus obras posteriores mostraron la madurez y maestría que fue ganando King. Pero es innegable que estamos ante una de sus obras pilares porque fue que la abrió su camino y, además, no podemos olvidarnos que estamos ante un escritor que ya venía de muchas negativas que lo estaban afectando emocionalmente. Todo lo que vino después ya no tuvo esa carga detrás, o al menos no en igual cantidad”.

Como otras de las obras maestras de Stephen King, Carrie fue llevada al cine en más de una oportunidad, siendo la primera de ellas en 1976, dirigida por Brian de Palma, solo dos años después de su publicación. A ella, han seguido otras adaptaciones e incluso, en febrero de este año, se confirmó que durante el 2025 se rodará una versión en serie que será dirigida por Mike Flanagan (El juego de Gerald, Doctor sueño). La producción comenzará sus faenas en junio de este año, en Vancouver, Canadá y llegará a las pantallas de Amazon Prime Video posiblemente en 2026.
“Creo que la versión de 1976 es indiscutible -dice Ariel Bosi-. Es una gran película y envejeció muy bien. Dicho esto, no me desagradó ni un poco la versión para TV del 2002, con Angela Betis (actriz que me encanta) como Carrie. Cómo film, tampoco me desagradó la secuela anterior, Carrie 2 (The Rage). Sí me parece que no aportó absolutamente nada la remake de 2013. Tampoco es que me parezca mala, pero no hizo diferencia alguna”.
Pablo Illanes remata sobre la parte fílmica de Carrie: “La de Brian de Palma me parece una obra maestra. El problema es que vi la película antes de leer el libro y creo que son muy diferentes. De Palma se aprovecha del material para llevar la película a su mundo de trucos y artificios y pantallas divididas y le funciona perfecto. La secuela (The rage) no me gusta nada, aunque la he visto varias veces. La otra versión para la tele es la peor de todas, un bodrio. Y el remake con Chloe Grace Moretz no lo encontré tan malo, a pesar de lo hereje que me pareció la idea al comienzo. Feliz vería una serie basada en Carrie. La adaptación sería todo un desafío. Buena suerte con esos flashbacks!”.

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