Stanley Tucci: “La idea de que la tecnología puede ayudar a las personas ha dado un giro”

Los robots se rebelaron contra los humanos el día en que se cansaron de hacer los trabajos que las personas no querían y exigieron autonomía e independencia. Su negativa a volver a realizar sus labores terminó en una guerra que se extendió por dos años. Ese es el tumultuoso escenario que plantea Estado eléctrico, la película de ciencia ficción y aventuras que tiene a Millie Bobby Brown y Chris Pratt en los roles principales y se estrena este viernes 14 en Netflix.

En un veloz montaje que aborda los hechos que marcaron la primera parte de los 90, la cinta de Anthony Russo y Joe Russo realza la contribución de un hombre: Ethan Skate, un genio de la tecnología que creó un dispositivo –el Neuroenlace– que fue determinante para que la raza humana evitara una derrota inminente y ganara el conflicto contra las máquinas, dejando a sus enemigos excluidos de la sociedad.

La influencia de ese magnate no termina allí: el fundador Sentre ha masificado una nueva versión de su invento entre la ciudadanía, ofreciendo a sus usuarios que sus mentes estén en dos lugares a la vez. Aunque ha revolucionado el planeta con sus creaciones, considera que la tecnología siempre debe estar bajo el control de la humanidad. Es ante esa figura que en algún momento deben enfrentarse Michelle (Millie Bobby Brown) y Keats (Chris Pratt), los héroes de la historia.

Stanley Tucci, el actor que encarna a Skate, cree que el filme tiene alcances significativos en el mundo de hoy. “Te hace pensar en las implicancias de cuando la tecnología avance tal vez mucho más allá de lo que hemos anticipado. Pero creo que en cierto sentido es una especie de alegoría. Si pensamos en los robots como inmigrantes y personas que no pertenecen a la sociedad, creo que apunta a cómo tratamos a quienes no son como nosotros”, explica a Culto.

“La idea de que la tecnología puede ayudar a las personas ahora ha dado un giro. Y un giro para peor. Eso es muy perturbador. Podemos ver que eso está sucediendo en la sociedad actual”, agrega.

Previamente, en la Comic Con de Londres, Tucci había comparado a Ethan Skate con Steve Jobs, en el sentido de que ambos procuran hacer del mundo un mejor lugar. Ahora matiza esa referencia. “Definitivamente hay un poco de él ahí… Lo que observé de él. Siempre que creas un personaje, tomas todas estas diferentes piezas y personas y las juntas en una sola, creando un personaje ficticio. Él es simplemente una amalgama de diferentes personas”, indica el intérprete de Cónclave (2023).

En el lado de los villanos también está el coronel Marshall Bradbury, un militar que durante la guerra se ganó el nombre de “El Carnicero de Schenectady”, por su feroz despliegue en el frente de batalla. La responsabilidad de darle vida recae en Giancarlo Esposito, un experto en personajes siniestros, desde la serie Breaking bad hasta la reciente Capitán América: Un nuevo mundo.

“Este filme puede existir como una alegoría muy poderosa y fuerte”, plantea. De acuerdo con su perspectiva, Estado eléctrico –y la novela gráfica en la que se basa– es una pieza de entretenimiento con la capacidad de ofrecer material para la discusión.

“Cuando la película es buena, regresa a ti. Al día siguiente estás sentado allí pensando en esta locura de los robots y los humanos, y luego regresa a ti. Y cuando sigue regresando a ti de esa manera, se convierte en un filme muy importante”, expresa.

A Esposito le inquietó en particular un concepto desplegado en el largometraje: la Zona de Exclusión, un territorio en que las máquinas viven aisladas de cualquier contacto con hombres y mujeres. “Cuando un robot tenga su propio cerebro y haga algo peligroso, ¿podría pasar esto? ¿Es algo que podríamos detener? ¿O tendremos que encerrarlos en algún lugar de Arizona, en un campo de concentración, para que no nos eliminen? Esta es una idea profunda y una muestra muy interesante de las posibilidades que podrían surgir”, opina.

Y sobre los robots, que aparecen en multitud en la cinta, añade: “Esta película es brillante en muchos sentidos, porque es fácil identificarse con ellos (...) Es fácil identificarse con ellos como si fueran seres humanos, pero no lo son. Por lo tanto, lo que realmente juega con tu conciencia es pensar más profundamente en cómo será nuestro mundo en un futuro”.

Los Russo han descrito a Estado eléctrico como la reunión de una familia, porque les permitió volver a coincidir con varios de sus colaboradores en Avengers: Infinity War (2018) y Avengers: Endgame (2019). Sin embargo, la experiencia para sus actores fue algo diferente en el set.

“No trabajé con mucha gente. En realidad trabajé solo. Trabajamos juntos durante un minuto”, le dice Tucci a su compañero de reparto. “Me encontré con Chris (Pratt) y Millie (Bobby Brown) el último día de rodaje, sólo para despedirme”.

Esposito se ríe al contar que su primera interacción con los protagonistas fue en el contexto de la promoción de la película. En su caso, que rodó gran parte de sus escenas en solitario, menciona a “la familia de técnicos”, quienes “eran las únicas personas que estaban detrás de cámaras”. “Ellos reflejaban la familia que Joe y Anthony (Russo) han creado”, señala.

“Para ser un filme tan grande como este, y con una realización tan profunda como la que ejecutan Joe y Anthony, sentí que era una producción pequeña en muchos sentidos”, cierra.