Veintiséis espejos cuelgan de las paredes de una de las salas principales del Museo de Arte Contemporáneo. Al centro, se ubica una gran mesa espejada con la forma de América Latina y 33 sillas de diferentes tipos que la rodean. Ahí, el artista italiano Michelangelo Pistoletto (85) recibió este jueves a los invitados de su versión local de Love difference, la actividad donde genera un diálogo con personalidades de organizaciones culturales y sociales, y que realizó por primera vez en 2002 con una mesa que tenía la forma del mar mediterráneo. Entre los invitados estaban la actriz Patricia Rivadeneira, el embajador italiano Mauro Battocchi y el director del MAC, Francisco Brugnoli.
Aquella fue la primera acción del artista en Chile en el marco de su exposición Cada punto es el centro del universo, cada persona es el centro de la sociedad, que se inaugura este viernes en el MAC del Parque Forestal y que se extenderá hasta el 2 de diciembre.
Con más de 60 años de trayectoria, Pistoletto es uno de los principales exponentes del arte póvera, el movimiento italiano creado a mediados de los 60 que propone trabajar con materiales de fácil acceso. "Él fue una de las primeras personas en abrazar la cuestión de que el arte tiene una responsabilidad de hacer cambios sociales. La materia prima del arte es la vida y el producto del arte es la sociedad, es un diálogo constante", explica Marcello Dantas, curador de la muestra.
A lo largo de su carrera, Pistoletto ha trabajado fuertemente con la idea del arte como factor de transformación social. "Un artista puede ser autorreferente, pero también ser activo hacia la sociedad", dice. En esa búsqueda y a través del recurso de los espejos, logra generar una identidad colectiva. "Así, el público pudo entrar dentro de la obra. La identidad ya no es singular, sino que comunitaria", agrega.
Además de Love difference, la muestra incluye otras dos performances. Este viernes, en una inauguración cerrada, Pistoletto dará la partida a la muestra con Twenty six less one, una instalación de 26 espejos enmarcados, los que serán quebrados por el artista. "Es una forma de dar consistencia física al espejo mismo, porque este no tiene propiedades propias, es virtual, refleja lo que se le enfrenta", dice. Cada uno deja al descubierto palabras y mensajes en torno a la integración. En tanto, el sábado a las 12.00 horas presentará Walking sculpture, un recorrido desde la Plaza de la Ciudadanía hasta el MAC, donde transporta una gran esfera de papel.
En las alturas del hall central del museo se encuentra The third paradise, una reconfiguración del signo infinito, en donde los círculos de los extremos representan lo artificial y lo natural, mientras que el círculo al centro es la conjunción de ambos. "Es un momento conflictual entre el desarrollo tecnológico y la naturaleza. Hay que encontrar un nuevo camino que pueda conectar la naturaleza y el artificio", dice Pistoletto sobre la idea que sostiene este manifiesto que creó en 2003.
Otra de las obras que componen la muestra es su célebre Venus de los trapos, la escultura de la diosa romana frente a un cerro de prendas de ropas apiladas. La obra ha tenido distintas versiones de la Venus, se ha hecho en cemento, yeso, mármol y una cubierta de oro. "Esta será la primera vez que la Venus será representada con una mujer real", cuenta Dantas.
Il pozzo, The cubic meter of infinity, y The wall son otras de las obras que Pistoletto instalará en el MAC. Esta última en una línea diferente a todas las demás, ya que tiene que ver con el significado del arte. "Todos cuando se enfrentan a obras de arte hechas con objetos de la vida cotidiana se preguntan, ¿entonces, qué es el arte?", cuenta.
En The wall, una lámina de acrílico es apoyada contra una pared, la parte del muro que está dentro del acrílico es arte, la que está fuera no lo es. "Ese trabajo es uno de los puntos de partida del arte conceptual", concluye.