Este jueves, la organización tras el prestigioso Festival de Cannes anunció gran parte de lo que será su programación de este año, incluidas aquellas producciones que se presentarán en su sección Oficial a Concurso como los apartados Sesiones Especiales y Una Cierta Mirada.
El certamen que anualmente se celebra en la ciudad francesa de Cannes, se extenderá del 8 al 19 de mayo, y será inaugurada por la película Todos lo saben, con Javier Bardem, Penélope Cruz y Ricardo Darín.
De los 18 títulos que optarán de momento a la Palma de Oro -dentro de un listado que podría ampliarse en los próximos días -, ocho de sus cineastas se estrenan en la sección principal del certamen, cuyo jurado preside este año la actriz y productora australiana Cate Blanchett.
El polaco Pawel Pawlikowski (Zimna Wojna), la francesa Eva Husson (Les filles du soleil), el ruso Kiril Serebrennikov (Leto) o el estadounidense David Robert Mitchell (Under the silver lake) encarnan parte de la renovación en su 71 aniversario.
Su delegado general, Thierry Frémaux, dejó claro en conferencia de prensa que iba a haber un relevo generacional, tras una selección de 1.906 filmes que, en sus palabras, "reflejan bien la vitalidad del arte cinematográfico".
Y, junto a ellos, cineastas consagrados como el franco-suizo Jean-Luc Godard con Le livre d'image, cinta que agranda su largo historial con un festival que solo le distinguió en 2014 con el Premio del Jurado (Ex aequo) por Adieu au langage.
El estadounidense Spike Lee con BlacKkKlansman, el italiano Matteo Garrone con Dogman o el japonés Hirokazu Kore-Eda con Shoplifters se suman a los veteranos de un encuentro que, aunque dice no tener directores "habituales", solía integrar en sus filas otros nombres que este año no estarán, como los de Naomi Kawase o Paolo Sorrentino, cuyo esperadísimo filme sobre Silvio Berlusconi no se verá en Cannes por su formato de dos partes separadas.
El cambio se llevó también a su segunda sección en importancia, Una Cierta Mirada, que hace hueco a obras singulares por su temática o estética y en la que se hablará en español con la cinta El ángel, del argentino Luis Ortega.
La presencia latina se completa este año con el filme O grande circo místico, de Carlos Diegues, con la que el festival quiere homenajear en sus sesiones especiales a "una de las grandes figuras del Cinema Novo brasileño".
Pero más allá de los títulos -donde fuera de competición destaca Solo, la nueva película del universo Star Wars, y en sesión especial el documental que sobre el papa Francisco ha hecho Wim Wenders-, el festival ultima preparativos con varios frentes abiertos, tanto en su programación como en los cambios anunciados en la organización.
La decisión de obligar a que los filmes de plataformas audiovisuales solo puedan estar presentes fuera de competición, a no ser que se estrenen en salas de cine de Francia, ha llevado a la compañía estadounidense Netflix a anunciar que no exhibirá sus obras en Cannes. "La plataforma siempre será bienvenida aquí y no tenemos ningún conflicto con ellos", dijo Frémaux en un intento por apagar el fuego.
Seis meses después de que estallara el escándalo de abusos sexuales protagonizado por el productor estadounidense Harvey Weinstein, y en pleno auge de la reivindicación feminista y campañas como #Metoo, al festival se le reprochó también que solo tres de los 18 filmes en competición estén firmados por mujeres. Les filles du soleil, de Husson; Capharnaüm, de la libanesa Nadine Labaki, y Lazzaro felice, de la italiana Alice Rohrwacher son las tres representantes femeninas de una edición marcada igualmente por la carencia de grandes estrellas.
La alfombra roja, emblema del encuentro, quedará inaugurada por Bardem y Cruz, "las dos principales estrellas del cine de hoy", según Frémaux, y en los días siguientes dirigirá los flashes de los fotógrafos a otras como Marion Cotillard, Andrew Garfield o Emilia Clarke.
Ninguno de ellos podrá inmortalizar ese momento con su propia cámara. El festival dejó claro este año que no permitirá los selfies en la alfombra roja, y hoy se reafirmó en una decisión que podría suponerle al infractor no entrar a la sala.
A diferencia de otros años, la prensa descubrirá las películas en esta edición al mismo tiempo que los invitados, una medida contra la que se han alzado asociaciones de críticos nacionales e internacionales, y contra la que Cannes tampoco dio hoy marcha atrás.