Alameda con Echaurren. Una radio cassette National Panasonic (Panasonic antes de 1988), un fax roto y una máquina de escribir son los habitantes de la oficina donde se reúne la Federación de Arbitros de Fútbol Amateur de Chile. A unos metros de ahí los estudiantes suelen terminar sus marchas, pero cuando los referís no profesionales se juntan para dirimir sus asuntos no hay protesta que los distraiga. Sus discusiones pueden parecer tan ajenas a la contingencia como su fax, pero el verbo con que animan la tabla a tratar no es menos vigoroso que la proclama callejera.
A la realizadora chilena Lorena Giachino (1972) aquella comparación le parece pertinente. En su documental La directiva, sobre los dirigentes de árbitros amateur, busca rescatar aquel espíritu de organización. "Hasta cierta época era normal organizarse en Chile y no era raro pertenecer a un colectivo de algún tipo", dice Lorena Giachino por teléfono desde Puerto Varas, donde promociona su película. La directiva, que se estrenó el jueves pasado, es la primera del año del circuito Miradoc de Chiledoc, la organización que anualmente estrena ocho películas locales de no ficción en 15 salas de Arica a Punta Arenas.
"Más allá de que tengan herramientas sociales o culturales, los personajes de La directiva me dan un poco de envidia", comenta Giachino, conocida además por El gran circo pobre de Timoteo (2013). "Estos dirigentes son capaces de darlo todo a cambio de nada. Tienen un sentido casi republicano de la organización que mi generación no tuvo", agrega sobre los protagonistas de la cinta que el año pasado ganó el Festival de Documentales de Santiago (Fidocs) y que este sábado se estrena en el Festival Bafici de Buenos Aires como parte de la Competencia Latinoamericana.
Casi absolutamente ambientada entre las cuatro paredes de la sede, La directiva rehúye deliberadamente las canchas de fútbol: "Habría sido muy cliché recurrir a eso y, por otro lado, lo que me interesaba era mostrar un grupo capaz de elegir sus conductores. En un país individualista, la confianza de estos dirigentes en lo colectivo es envidiable".
Al retrato de la impenitente labor de José Castro y sus camaradas árbitros le sigue el 3 de mayo el estreno de Ultimo año, documental de Viviana Corvalán y Francisco Espinoza sobre el año final de clases de cinco alumnos de una escuela para sordos. Los muchachos se conocen de toda la vida, pero al terminar la Educación Básica deben prepararse para entrar a la Media. Es decir, al mundo con estudiantes comunes y corrientes.
"Entre el año 2011 y 2012 trabajamos en la escuela para sordos Santiago Apóstol de Quinta Normal", explica Viviana Corvalán a través de Chiledoc. "Ahí nos contaron que las escuelas para sordos no tienen continuación y que luego, por obligación, debían integrarse a un colegio para oyentes y continuar su enseñanza media", agrega.
En primera persona se comunica Venían a buscarme, de Alvaro de la Barra, el documental que se estrena el 7 de junio. El testimonio parte de un brutal acontecimiento: los padres del realizador, ambos militantes del MIR, fueron asesinados en diciembre de 1974 cuando iban a buscarlo al jardín infantil. De la Barra, nieto del actor y director teatral Pedro de la Barra, creció en el desarraigo, entre Francia y Venezuela.
El 5 de julio llega Il siciliano, documental de José Luis Sepúlveda y Carolina Adriazola, reconocidos por El pejesapo (2007) y Mitómana (2009). En Il siciliano indaga en el mundo del fallecido fabricante de pelucas José Luis Avatte, un hijo de inmigrantes sicilianos que en los años 80 creció al amparo de los shows de televisión y las teleseries de la época. Avatte, entre otras costumbres, solía organizar fiestas con dobles de cantantes famosos. En esta película aquella anécdota es parte de una propuesta de mayor alcance narrativo.
El 2 de agosto se estrena El patio, cinta de Elvira Díaz sobre tres sepultureros del Cementerio General (Lelo, Perejil y Rogelio) que tuvieron la amarga obligación de dar entierro a cadáveres no identificados durante el régimen militar. Un mes después, el 6 de septiembre, arriba a salas Petit frère, película de Roberto Collío y Rodrigo Robledo, sobre Wilner Petit Frère, inmigrante haitiano que documenta la vida de sus compatriotas en Santiago a través del boletín que él mismo se encarga de distribuir.
El 4 de octubre se exhibirá Tierra sola, el documental de Tiziana Panizza que ganó la Competencia Nacional del Festival de Valdivia 2017. Panizza mezcla imágenes de archivos con filmaciones recientes para contar sus observaciones sobre la cárcel de Isla de Pascua, pero también para reflexionar sobre el cambio de Rapa Nui en los últimos 100 años. Miradoc concluye el 8 de noviembre con Cielo, la aproximación de Alison McAlpine al desierto de Atacama desde una perspectiva científica, pero también humana. Modernos observatorios y culturas ancestrales conviven en la película.