HACE UN par de años que la sensación en la educación superior es la de vivir en peligro: la incertidumbre, el secretismo, la distancia entre las disposiciones del proyecto y las expectativas de la reforma propuesta, deseada y esperada.

Esperamos una indicación que partió siendo sustitutiva, y que ahora se propone como sustantiva. Quisiéramos creer que este nuevo hito en el proceso abrirá las opciones e incluirá puntos de vista que reflejen los acuerdos y aprendizajes, que no son pocos. Aequalis -Foro de Educación Superior- desde 2010 trabaja conformando un lugar de encuentro, donde diversos actores han construido análisis y propuestas que se han puesto a disposición de las autoridades pertinentes.

Hay temas con perspectivas y puntos de vista diferentes. Pero también hay grandes consensos. Estamos seguros de que a pesar de los obstáculos, tenemos una educación superior esencialmente de calidad. Los procesos regulatorios vigentes han ordenado el sistema, promovido la calidad y reducido los problemas más serios en el sector estatal y privado. Creemos que hay en el sistema espacio para proyectos públicos y privados, capaces de responder a la diversidad de demandas de estudiantes y de la sociedad.

Nos preocupa ver cómo la discusión sobre gratuidad ha hecho invisibles aspectos críticos de la educación superior, y cómo se ha implementado una gratuidad que no responde a la conceptualización inicial que convocó un alto consenso. Entre los aspectos críticos destaca la necesidad de conducción y coordinación del sistema de educación superior. Una gran carencia es la ausencia de una institucionalidad que permita pensar y proyectar la educación superior en una perspectiva de mediano o largo plazo, protegida de las presiones corporativas que privilegian intereses parciales, sin mirar el conjunto. Quisiéramos ver una preocupación sustantiva por la educación superior estatal, enfocada en su rol y su especificidad.

¿Qué compromisos está dispuesto a asumir el Estado con sus instituciones? ¿Qué va a exigir en cuanto a inclusión, competencia, presencia en distintas regiones? … Aspectos ausentes del debate y de la formulación de políticas.

Aequalis convocó a expertos que desde la industria, la ciudad, la salud, la ciencia y la política, plantearon los desafíos de la educación superior. Enfatizaron la necesidad de repensar la educación superior desde una lógica de colaboración, integrando los aportes de una formación que cubre desde una formación profesional de ciclo corto hasta instancias académicas de alto nivel. Los desafíos de la formación para el futuro exigen autonomía, flexibilidad, apoyo público y criterios adecuados de calidad.

Es necesario pensar en la calidad como responsabilidad de las instituciones, que reconozca que hay múltiples maneras de formar los recursos humanos que el país necesita, de generar y transferir conocimientos, de innovar y renovarse.

El 2017 se cumplirán 36 años de la reforma que generó nuestra educación superior. Necesitamos una reforma de verdad, seria, participativa, que reconozca las luces y sombras del sistema y se abra a los desafíos del futuro para construir la educación superior que Chile se merece.

María José Lemaitre

Presidenta del Foro Aequalis