La petrolera OGX anunció que no pagará unos US$ 45 millones en intereses a acreedores, lo que marca una nueva etapa, más compleja, de la decadencia del imperio empresarial del brasileño Eike Batista. OGX tiene un período de gracia de 30 días antes de que se considere formalmente en default y deba negociar con sus acreedores. Batista llegó a ser el hombre más rico de Brasil y el séptimo del mundo, con una fortuna de US$ 30 mil millones, hace un año y medio. Sus empresas de minería, petróleo, energía, logística e inversiones inmobiliarias formaban el grupo EBX, con la letra "X" como símbolo de multiplicación de las ganancias. Sin embargo, el incumplimiento de metas productivas causó dudas sobre el futuro y en septiembre, Batista tenía "apenas" US$ 900 millones, según la revista Forbes.

OGX se fundó en 2007 y se abrió en Bolsa al año siguiente. "Prometió el cielo y ahora su situación es muy delicada. Hoy, OGX no vale nada (...). Por primera vez veremos una empresa quebrada siendo parte del índice de la Bolsa", dijo a AFP el analista Marcelo Pereira, de la consultora TAG Investimentos. En diciembre, OGX debe pagar unos US$ 110 millones en intereses, por títulos que expiran en 2018, por un total de US$ 2.600 millones.