Los bancos BCI y Santander ocuparon el primer lugar en la versión 2016 del Ranking de Transparencia Corporativa, en el que se incluyen a sociedades anónimas abiertas que cotizan en bolsa y que elabora la consultora Inteligencia de Negocios (IdN).
Mientras BCI mantuvo su posición respecto a la nómina del año pasado, la entidad española avanzó dos puestos. Les sigue en el listado la aerolínea Latam, que bajó un puesto en relación a 2015.
El top 10 lo completan Codelco, en el cuarto lugar -que pese a ser pública, solicitó ser incorporada también entre las que transan en Bolsa para elevar su propio desempeño en este ámbito-; Masisa (5); Antofagasta Plc (6); Enersis (7); Endesa (8); Concha y Toro (9); CMPC y Cap (10).
Entre las empresas que en 2015 estuvieron en el grupo definido con buenas prácticas de transparencia -aquellas que obtienen un Indicador de Transparencia Corporativa (ITC) sobre 60 puntos-, están las AFP Capital, que descendió del puesto 38 al 45, y Provida, que lo hizo del 12 al 69. También abandonaron los lugares de privilegio CSAV, Nueva Polar y Quiñenco.
"Las razones son múltiples, desde cambios de administración, modificaciones del sitio web corporativo y la eliminación de reportes de sostenibilidad", detalló el informe de la consultora sobre dichas caídas en la nómina.
En el ranking destaca, además, el hecho de que las empresas del sector estatal mejoraron sus niveles de transparencia. Así, en el año aumentaron de 7 a 9 las compañías públicas con un Indicador de Transparencia Corporativa (ITC) acorde a los niveles de buenas prácticas internacionales (ver cuadro).
"Mirado por el número de compañías que tienen un puntaje superior al mínimo global, el año pasado el sector público tuvo un avance muy pequeño. En cambio, en el privado fue importante. Si bien este año el avance del sector público no es tan grande, es más notorio. Mientras, el sector privado tiene un retroceso, pasando de 43 empresas el año pasado a 42 en 2016", explicó el economista Rodrigo Díaz, director de IdN.
Con todo, Díaz indicó que, pese a que en general las empresas tienen actualmente un buen nivel de trasparencia, persiste la desconfianza ciudadana. "Las compañías están haciendo esfuerzos, pero parece que no se notan. Todavía existe una sensación de bajo nivel de confianza. Ahí hay un desafío".