Sostiene Botero que nunca en su vida ha pintado 'una gorda'. Lo dijo esta semana en México, donde se abrió al público, en el Palacio de Bellas Artes, la mayor exposición de su carrera, Botero: una celebración, compuesta por 177 obras donde se explora la gordura en todas sus formas.
Para Fernando Botero el motivo de su arte es la belleza misma del volumen, más que la obesidad. Ya lo dice el escritor peruano Mario Vargas Llosa en el catálogo de la muestra: 'Cuando un crítico le preguntó por qué pintaba 'figuras gordas', Botero repuso: 'No lo son. A mí me parecen esbeltas'.
México fue el lugar donde el artista colombiano descubrió el poder del volumen, por allá por 1956. Ahora, ese país acoge esta muestra, hasta el 17 de junio, que reúne desde su obra temprana, centrada en su infancia en Colombia, hasta una serie sobre las torturas cometidas por soldados estadounidenses a presos iraquíes en la cárcel de Abu Grahib (una parte de ella se exhibe actualmente en Chile, en el Museo de la Memoria).
Según la hija del autor y curadora de la exposición, Lina Botero, esta es la retrospectiva más grande que se le ha dedicado a su padre, que, a tres semanas de cumplir 80 años, sigue trabajando cada día "como mínimo ocho horas", según ella -en cualquiera de los estudios que tiene repartidos por el globo: en París, en Montercarlo, en Medellín, en la Toscana, en una isla griega... Un patrimonio notable que muestra el éxito que sigue teniendo su exploración de la gordura en una era que promueve la delgadez.
El artista colombiano, que vivió en los 60 en Nueva York y conoció de cerca a genios de la abstracción como Willem de Kooning o Mark Rothko, siempre mantuvo el interés en patrones pasados: el arte precolombino, el quattrocento italiano, el muralismo mexicano del siglo XX, y sigue reivindicando esa tradición, según explica Lina: "El dice que el arte está en su peor momento de decadencia, porque se ha abandonado la figuración y la búsqueda del placer".
Una gira mundial
Medellín, ciudad natal de Botero, celebrará sus 80 años con Vía Crucis: la pasión de Cristo, que se inaugura este martes en el Museo de Antioquia. En Bogotá, el 17, Botero hablará sobre su vida y obra con Roberto Pombo, director del periódico El Tiempo. Mientras la gira mundial comienza el 17 de mayo en Asís (Italia) con la presentación de 80 esculturas. Pietrasanta será el escenario de una exposición de escultura monumental y de dibujo sobre tela. El 8 de octubre esta se presentará en Bilbao y luego viajará a São Paulo.