Hasta hace dos años, Laura era una joven británica más. Vivía en la populosa e industrial ciudad de Birmingham, usaba jeans y mucho maquillaje, según contó a la BBC. Hoy, la mujer se hace llamar Aisha, estudia el Corán, cubre su cabello y cuello con un velo y su ropa es una larga túnica negra. Aisha es uno de los 40 mil británicos que se han convertido al islam en los últimos 10 años, de acuerdo a un estudio hecho por la universidad galesa Swansea y la organización plurirreligiosa Faith Matters.
El estudio explica que en 2001 había alrededor de 60 mil conversos al islam en Inglaterra y Gales, de acuerdo a los datos del Censo de 2001. Con esta base, los investigadores encuestaron a una parte de las mezquitas de Londres, donde registraron que se realizaban en promedio cinco conversiones al año. Así, al considerar el total de mezquitas existentes en Londres, los investigadores calcularon que se realizaban unas 1.400 ceremonias al año en la capital británica.
Luego, extrapolando estas cifras a todo el país, concluyeron que cada año en Reino Unido se han efectuado alrededor de 5.200 ceremonias de conversión al islam. Así, el número total de musulmanes conversos habría aumentado de 60 mil hasta 100 mil personas en la última década.
Además, se estima que en la actualidad existen 2,4 millones de musulmanes en Reino Unido, constituyendo la segunda mayor religión del país.
Uno de los datos más llamativos del estudio es que tras encuestar a varios imanes, éstos afirmaron que al menos un 60% de las conversiones corresponde a mujeres británicas blancas, como el caso de Aisha. En términos de edad, se trata de mujeres que en promedio tienen 27 años al momento de abrazar el islam.
El aumento de las conversiones tiene su ejemplo más destacado en la periodista Laura Booth -cuñada del ex primer ministro británico Tony Blair-, quien declaró en octubre pasado que se había convertido al islam.
Fiyaz Muhgal, director de Faith Matters, reconoció al diario británico The Independent que, debido a la dificultad para encontrar cifras oficiales sobre el número de personas que han adoptado el islam como religión, este estudio es la "mejor estimación intelectual" sobre el tema.
Muhgal agregó que cuando se consultó a las personas el porqué de su decisión, la mayoría dijo que comenzaron a demostrar interés por la religión en la medida en que el islamismo se hizo un tema de mayor dominio público. El estudio afirma, además, que los atentados de septiembre de 2001 generaron una mayor visibilidad de la vida y costumbres islámicas, lo cual también provocó interés de la población.
Otros argumentaron que estaban "cansados" del excesivo consumo de alcohol, consumismo desatado y permisiva conducta moral y sexual, frecuente en la vida de los británicos, concluyó la investigación.