A medio camino entre Miami y Jacksonville (Florida) se encuentra el Centro Espacial John F. Kennedy (KSC, por sus siglas en inglés), instalaciones que en julio cumplen 50 años, lejos del esplendor que tuvieron en sus primeras décadas de funcionamiento, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética luchaban por imponerse en la carrera espacial. Sus instalaciones quedaron registradas en la historia el 21 de julio de 1969, cuando, cinco días después de partir desde allí, los tripulantes del Apolo 11 pusieron sus pies en la Luna.
Ahora, por falta de recursos, las dos plataformas de lanzamiento -además de parte del resto de las instalaciones anexas para su funcionamiento- permanecen inactivas, a la espera de que en 2017 se reactive el programa que vuelva a poner en órbita vehículos espaciales estadounidenses. Las misiones no tripuladas parten desde la vecina base aérea de Cabo Cañaveral, donde también se realiza el seguimiento a los vehículos espaciales.
Los astronautas despegan desde el Cosmocentro de Baikonur (Kazajistán), cuya construcción, por parte de la Unión Soviética, se inició en 1955. Desde aquellas mismas instalaciones se lanzó, en 1961, el primer vuelo orbital tripulado, a cargo de Yuri Gagarin, que pasó a ser la primera victoria de los soviéticos en la materia. El próximo mes, además, se cumple un año del término del programa de transbordadores, que duró tres décadas.
En el intertanto, la Nasa busca empresas que se interesen por instalaciones que, de no ser arrendadas, podrían sucumbir al deterioro. El director del complejo, Robert Cabana, afirmó al diario The Washington Post, en febrero de este año, que en los 567 km2 que conforman la superficie del KSC, la Nasa tiene instalaciones que "no necesita" y que, además, no puede mantener. "Mientras estamos en la transición desde el programa de transbordadores hacia futuras empresas, la fuerza de trabajo del Kennedy sigue dedicada a los valores esenciales de la Nasa: la seguridad, la integridad, el trabajo en equipo y la excelencia", dijo Cabana en un correo electrónico citado por el diario El País.
Menos personal
En su máximo apogeo, el KSC contaba con 18.000 trabajadores, en 2009 la cifra disminuyó a 9.000 y actualmente es de 7.500. El declive del centro se profundizó este año, luego de que el Congreso de EE.UU. aprobara sólo US$ 406 millones de los US$ 850 millones que habían solicitado el Presidente Barack Obama y la Nasa.
A largo plazo, sin embargo, no todo se ve tan negro. El programa Constellation (cuyo objetivo era volver a llevar al hombre a la Luna) fue cancelado luego de que en 2009 se ensayara con el cohete Ares I. Desde entonces se diseña el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS). Según los cálculos, el primer lanzamiento de ensayos del nuevo cohete sería en 2017, para que en 2019 se realice el envío de la primera misión tripulada.