Había sido abierto al público sólo en noviembre pasado, y con sus 15,42 kilómetros de extensión era considerado el puente más largo en el norte de China. Eso hasta ayer, cuando un tramo de la estructura ubicada en la ciudad nororiental de Harbin se derrumbó en un incidente que causó la muerte a tres personas y heridas a otras cinco, según informó la agencia oficial Xinhua.

El accidente ocurrió a las 5.30 horas en el puente de Yangmingtan, sobre el río Songhua (arteria fluvial de Harbin), cuando una de las rampas de la estructura se ladeó y cayó, dijo Sun Qingde, subdirector del comité de construcción de Harbin, capital de la provincia de Heilongjiang. El colapso de un tramo de 100 metros de la rampa -localizada a unos 3,5 kilómetros de la parte principal del puente- hizo caer cuatro camiones desde una altura de 30 metros.

El puente Yangmingtan fue construido por la firma China Railway First Group, y fue el tercer erigido sobre el río Songhua en los últimos cuatro años. La obra, de ocho pistas, tuvo un costo de US$ 296 millones.

Tras el accidente, la prensa oficial china mostró su preocupación por el hecho de que en apenas un año se han producido seis derrumbes de grandes puentes en China, entre ellos uno en Beijing y otro en la ciudad oriental de Hangzhou.

La propia Xinhua atribuyó esta cadena de siniestros a la "sobrecarga provocada por los camiones" que usan estos puentes, pero también a la "mala calidad de la construcción" de estas obras, algo que, por otra parte, puede desprestigiar a una ingeniería nacional que ya edifica estructuras de este tipo en Africa y Latinoamérica, consignó la agencia EFE. De hecho, en su sitio web, la firma China Railway First Group señala que hasta fines del año pasado había participado en más de 30 proyectos en el extranjero, los cuales involucraban a más de 20 países y regiones, tales como Tanzania, Zambia, Pakistán, Mongolia, Arabia Saudita, Marruecos, Indonesia, Malasia, Fiji, Grecia, Guyana, Perú, Sudán y Libia.

El hecho se suma a otros cuestionamientos por la calidad de las obras de infraestructura en el país. Ayer, en la misma provincia de Heilongjiang se reportó un accidente ferroviario que causó 24 heridos, al impactar dos trenes rápidos a 379 kilometros de Harbin y aún persiste en la memoria de los chinos el choque de dos trenes de alta velocidad el 23 de julio de 2011, cerca de Wenzhou. En esa tragedia ferroviaria murieron 39 personas y otras 192 resultaron heridas y a fines de diciembre, el Consejo de Estado publicó un informe de la investigación, precisando que el accidente se debió a una gestión inadecuada, además de fallas de diseño y de equipamiento.

Según la prensa local, la tragedia socavó la confianza de los chinos en los viajes en tren, hasta entonces uno de los medios de transporte de uso más frecuente.

Este malestar obligó al propio primer ministro, Wen Jiabao, a trasladarse a Wenzhou, donde declaró que la seguridad es crucial para que el mundo vuelva a confiar en los trenes de alta velocidad. "Más rápido no siempre significa mejor. Debemos combinar velocidad con calidad, eficiencia y seguridad, y siempre dar máxima prioridad a la seguridad", afirmó esa vez. Según la BBC, la rápida expansión china en carreteras y redes ferroviarias ha llevado a acusaciones de corrupción y reducción de costos.